sábado, 21 de septiembre de 2013

El Tour de France en las últimas décadas del siglo XX



El Tour de France, gracias a la televisación a nivel mundial, ha ganado adeptos en muchas regiones del mundo. En las últimas décadas el público pudo deleitarse con las hazañas de grandes corredores que han hecho historia entre los que se destacan el belga Eddy Merckx y el español Manuel Induráin.



Tour de France en las últimas décadas del siglo XX
La década de 1970 estuvo copada, en su primera mitad, y de forma tiránica por un belga que recibió los apodos de 'el Ogro' y 'el Caníbal', y que ha sido calificado de forma casi unánime como "el mayor ciclista de todos los tiempos": Eddy Merckx.

La era Merckx
Ganador de cinco Tours: en 1969 (su primera intervención, en el que ganó seis etapas, fue 'rey de la Montaña', ganó la clasificación por puntos y por equipos, ¡y dejó al segundo clasificado a 17 minutos de diferencia!), en 1970, 1971, 1972 y 1974, Merckx fue el primero en sumarles cinco Giros de Italia (con tres dobletes, algo que todavía no ha igualado nadie) y con una cifra espeluznante, 525 victorias en 1.800 carreras disputadas a lo largo de su vida profesional. Fue el primero en ganar en un mismo año el Tour, el Giro y el Campeonato del Mundo, proeza que tan sólo el irlandés Stephen Roche volvió a repetir en 1987. El 18 de mayo de 1978 se retiró.
El máximo rival de Merckx en sus años de gloria fue un gran ciclista español (nacionalizado francés en 1973), que no tuvo demasiada suerte sobre la bicicleta, Luis Ocaña, que en la edición de 1972, cuando llevaba a Merckx nueve minutos y 40 segundos por detrás, sufrió una caída en la bajada del puerto de la Mente (el belga no vistió al día siguiente el amarillo arrebatado, como gesto de respeto), perdiendo toda oportunidad de recobrarse, y que lograría la segunda victoria al año siguiente, en que no participó Merckx, pero en el que el destrozo que Ocaña realizó sobre sus rivales en la etapa alpina del Galibier, relegando a 16 minutos a sus más directos rivales, dejó las espadas en alto.
Durante los reinados de Anquetil y Merckx compitió en el Tour un hombre conocido como 'el eterno segundón' que, sin embargo, fue el verdadero ídolo en el afecto de los aficionados: Raymond Poulidor, que participó en 13 ediciones y jamás vistió el maillot amarillo, fue tres veces segundo y cinco tercero.
El mismo año de la retirada de Merckx participó por primera vez en el Tour el que sería su indiscutible sucesor, el francés Bernard Hinault (1954). Vencería también al año siguiente, y en 1981 y 1982, año en el que consiguió su primer doblete, que repetiría en su última y mejor temporada, la de 1985. Apodado 'el Tejón' o 'el Caimán', superó el Récord de la Hora que Merckx dejase establecido. Tuvo como principal rival en las rutas francesas al holandés Joop Zoetemelk y dejó como discípulos a Laurent Fignon, vencedor en dos ocasiones seguidas, 1983 y 1984, y a Greg Lemond, que con su triunfo de 1986 fue el primer estadounidense en adjudicarse un Tour.
En la década de 1980, se impusieron en numerosas ocasiones los escaladores colombianos, llamados 'los escarabajos', forjados en tan firmes disciplinas como ascender en su tierra por picos como el Puerto de Letras, con 80 kilómetros de ascensión y 5.000 metros de altura. Otro ejemplo lo representa Lucho Herrera, que en 1984 coronó en primera posición la cima del Alpe d´Huez y en 1988, Fabio Parra, que fue tercero en la general de aquel año.
El ciclismo español en el Tour: Delgado, Induráin 
Los últimos años del Tour han tenido un sello español, con dos figuras diferentes y de muy distinto currículum, pero espléndidos por sus peculiaridades: Pedro Delgado, que pudo ganar en la edición de 1987 (quedó a 40 segundos del líder, el irlandés Stephen Roche), en el que realizó la más terrorífica y aparatosa bajada de un puerto que se recuerda, la del Peyresourde; vencedor en la edición de 1988 y, sobre todo, el navarro de Villaba, Miguel Induráin (1964), que en sus 14 años de vida profesional ha participado en once ediciones y ganado cinco consecutivas, de 1991 a 1995. Con dos dobletes (Giro de Italia y Tour de Francia) en 1992 y 1993, además.
Induráin, calificado como "el mejor deportista español de todos los tiempos" -un coloso de 1,88 metros de altura y más de 70 kilos de peso, imbatible en la contrarreloj y dotado de un ritmo que pulveriza a sus contrarios en la escalada- ha necesitado de un largo aprendizaje para imponer su ley de hierro en el Tour, en la que no sólo ha batido a los que fueron los dueños de la ruta en sus años de madurez (Claudio Chiapucci, Gianni Bugno, Tony Rominger o Alex Zülle), sino que ha destrozado las mejores esperanzas de algunos de los jóvenes que le seguían, como Marco Pantani, Laurent Jalabert y Eugéne Berzin.
En la edición de 1996, cuando Induráin era clarísimo favorito, el trazado con mayores obstáculos,  el clima adverso y, también, una merma en las condiciones físicas del corredor, unido a una impecable y dominadora carrera realizada por el veterano danés Bjarne Riis, entregaron a éste la malla oro en la meta final de los Campos Elíseos. Se cumplía así el aserto según el cual ni los mayores gigantes logran ganar seis Tour.
En la edición 1998, tras 22 días de competición en los que se recorrieron más de 3.700 kilómetros divididos en 21 etapas, Marco Pantani se impuso en la clasificación general individual.

"El Pirata" (apelativo de Pantani por su costumbre de lucir un pañuelo en la cabeza) labró su triunfo en el terreno en que mejor se desenvuelve, la alta montaña.
Pantani, cuya trayectoria deportiva se vio seriamente amenazada por un grave accidente sufrido en 1995 que le apartó de la competición durante más de un año, ha rematado en París una excepcional temporada, en la que ya ganó el Giro de Italia. Sólo su compatriota Fausto Coppi, los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el belga Eddy Merckx, el español Miguel Induráin y el irlandés Stephen Roche, habían conseguido imponerse, en un mismo año, en las rondas italiana y francesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gusta el fútbol, entrá aquí: