domingo, 28 de octubre de 2012

Enfrentamiento URSS - EEUU: La guerra fría


La "Guerra fría", constituyó la disputa que enfrentó después de 1945 a Estados Unidos y sus aliados, de un lado, y al grupo de naciones lideradas por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), del otro.
No se produjo un conflicto militar directo entre ambas superpotencias, pero surgieron intensas luchas económicas y diplomáticas. Los distintos intereses condujeron a una sospecha y hostilidad mutuas enmarcadas en una rivalidad ideológica en aumento.
Antecedentes
Estados Unidos y Rusia iniciaron sus enfrentamientos en 1917, cuando los revolucionarios tomaron el poder, creando la Unión Soviética, y declararon la guerra ideológica a las naciones capitalistas de Occidente. Estados Unidos intervino en la Guerra Civil rusa enviando unos 10.000 soldados entre 1918 y 1920 y después se negó a reconocer el nuevo Estado hasta 1933.
Los dos países lucharon contra Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, pero esta alianza comenzó a disolverse en los años 1944 y 1945, cuando el líder ruso Iósiv Stalin, buscando la seguridad soviética, utilizó al Ejército Rojo para controlar gran parte de la Europa Oriental. El presidente estadounidense Harry S. Truman se opuso a la política de Stalin y trató de unificar Europa Occidental bajo el liderazgo estadounidense. La desconfianza aumentó cuando ambas partes rompieron los acuerdos obtenidos durante la Guerra Mundial. Stalin no respetó el compromiso de realizar elecciones libres en Europa Oriental. Truman se negó a respetar sus promesas de envío de indemnizaciones desde la Alemania derrotada para ayudar a la reconstrucción de la Unión Soviética, devastada por la guerra.
Los funcionarios estadounidenses, preocupados por la presión soviética en Irán y Turquía, interpretaron un discurso de 1946 realizado por Stalin como la declaración de la guerra ideológica a Occidente. En 1947 el presidente propuso la denominada Doctrina Truman, que tenía dos objetivos: enviar ayuda estadounidense a las fuerzas anticomunistas de Grecia y Turquía, y crear un consenso público por el cual los estadounidenses estarían dispuestos a combatir en un supuesto conflicto. Alcanzó ambos objetivos. Ese mismo año, el periodista Walter Lippmann popularizó el término "Guerra fría" en un libro así titulado. En el Congreso estadounidense hubo una serie de interrogatorios a los que se dio gran publicidad sobre las actividades procomunistas en Estados Unidos. El investigador más conocido, el senador Joseph Raymond McCarthy, dio nombre a una era de intenso anticomunismo.
Cuando en 1948, Estados Unidos propone el Plan Marshall (Programa de Recuperación Europea), dotado de 22.000 millones de dólares para reconstruir Europa, la Unión Soviética responde aumentando su control sobre Europa Oriental y amenazando la posición de Occidente en Alemania.
La joven Organización de las Naciones Unidas (ONU) era incapaz de imponer medidas unánimes en medio de la lucha de intereses de las dos potencias.
Tras el ensayo de la primera bomba atómica rusa, Europa occidental decide crear junto a Estados Unidos una alianza militar -la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)- y reforzar a Alemania Occidental como país independiente con capacidad para armarse, para frenar el avance soviético.
La OTAN, que garantizaba una mutua protección en Europa y América del Norte, estaba  encargada de asegurar el funcionamiento de un ejército común, colocado bajo un mando único; a tal efecto, cada nación-miembro se comprometía a aportar contingentes militares en proporción a sus posibilidades. La preponderancia de los Estados Unidos en dinero y fundamentalmente por la posesión de armas atómicas, le dio mayor poder que ninguno de los demás estados miembros y los norteamericanos pudieron seguir dominando militarmente a Europa.
El enfrentamiento con la Unión Soviética comprendía también otras dos organizaciones o bloques de aliados que fueron creando un cerco al bloque comunista.
La CENTO (Organización del Tratado Central), con sede en Ankara, fue creada con el nombre de Pacto de Bagdad, en febrero de 1955, por Turquía e Irak, entrando sucesivamente en él Gran Bretaña, Irán, Pakistán y los Estados Unidos. En esta organización los estadounidenses dirigen las comisiones económica y antisubversiva del mismo.
La SEATO (Organización del tratado del Sudeste Asiático), con sede en Bankok, capital de Thailandia, fue fundada en virtud del tratado de Manila, en setiembre de 1954, y mantiene enlace con la CENTO y la OTAN. Son miembros de esta organización Australia, Francia, nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Thailandia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
De este modo, los norteamericanos trataron desde los comienzos de la guerra fría de ir cercando a la URSS mediante la OTAN -países europeos y atlánticos- la CENTO -Cercano Oriente- y la SEATO -Asia suboriental y Pacífico- en un amplísimo centro geográfico, mediante países satélites, subvencionados y con gobiernos simpatizantes.
En Japón -paralelamente- bajo control estadounidense, se aceleró el desarrollo económico para luchar contra el comunismo asiático. Cuando Corea del Norte, comunista, invadió Corea del Sur en 1950, Truman envió al ejército estadounidense a la acción. El conflicto, conocido como guerra de Corea, concluyó tres años después con una tregua que dejó la frontera anterior a la guerra.
Unión Soviética y Pacto de Varsovia
La Unión Soviética, por su parte, sintiéndose amenazada, promovió a su vez el llamado Pacto de Varsovia, (oficialmente, Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua), alianza militar compuesta por ocho países comunistas europeos, creada para contrarrestar el rearme de Alemania Occidental, y su ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El tratado fue firmado en Varsovia (Polonia) el 14 de mayo de 1955 por Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, República Democrática de Alemania, Hungría, Polonia, Rumania y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La alianza estaba dominada por la URSS, que mantenía un estricto control sobre los otros estados firmantes del pacto. En 1961 Albania rompió relaciones diplomáticas con la URSS a causa de diferencias ideológicas y en 1968 abandonó el Pacto de Varsovia.
Según los términos del tratado, el Comité Político Consultivo coordinaba todas las actividades, excepto las puramente militares, y el Mando Unificado de las Fuerzas Armadas ejercía la dirección sobre las tropas asignadas a éste por los estados miembros. Se acordó que el Mando Unificado quedara bajo dirección soviética. La única acción militar del Pacto de Varsovia fue dirigida contra un Estado miembro: Checoslovaquia. (En el otoño de 1956, la URSS llevó a cabo de forma unilateral la invasión de Hungría, otro Estado miembro del Pacto de Varsovia). En agosto de 1968, como respuesta a una serie de reformas liberalizadoras promulgadas por el gobierno checoslovaco, conocidas como la primavera de Praga, tropas de la URSS, Polonia, Hungría, Bulgaria y Alemania Oriental invadieron Checoslovaquia y forzaron el retorno a un régimen afín a la ortodoxia soviética. Rumania se opuso a la invasión, por lo que no participó en ella, pero continuó siendo miembro del Pacto.
En 1953 Stalin murió y Truman abandonó su cargo, pero ambas partes siguieron su lucha por Europa. La URSS intentó proteger a la Alemania Oriental comunista de una importante pérdida de población construyendo el que pasaría a ser denominado Muro de Berlín en 1961. Cada superpotencia también intentó influir en las nacientes naciones de Asia, África, Oriente Próximo y Latinoamérica. En América del Sur, el Caribe y en América Central tanto los movimientos insurgentes como los permanentes golpes de Estado estuvieron, muchas veces, enmarcados en este conflicto. La Doctrina de la Seguridad Nacional surgida en la década de 1960 influyó en toda Sudamérica, produciendo permanentes violaciones de los derechos humanos. En 1962 surgió una grave crisis cuando la URSS instaló misiles en Cuba, por aquellos años su nuevo aliado. El presidente John Fitzgerald Kennedy amenazó con represalias nucleares y los soviéticos retiraron los misiles a cambio de la promesa de aquél de no invadir Cuba. La crisis de los misiles produjo desencuentros en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Calmados por esta crisis, los soviéticos también se debilitaron cuando los dirigentes chinos se separaron de Moscú y los europeos del Este comenzaron a mostrar su descontento. El nacionalismo demostraba ser más fuerte que el comunismo. Mientras tanto, Estados Unidos estaba luchando en la guerra de Vietnam, sangrienta acción militar en un fallido esfuerzo por conservar Vietnam del Sur. Además, la superioridad económica de posguerra de Estados Unidos fue retada por Japón y Alemania Occidental. Hacia 1973 las dos superpotencias enfrentadas acordaron una política de distensión; fue un intento de detener la costosa carrera armamentista y frenar su competencia política, militar y económica en el Tercer Mundo.
La Organización de Países No Alineados
La alineación en torno a los bloques de poder constituyó una constante en las acciones políticas de los países por estas décadas. Hubo quienes, sin embargo, optaron por alinearse dentro de un nuevo grupo; la Organización de Países No-Alineados.
Los no alineados constituían una agrupación de estados que, durante la Guerra fría, no tenían alianza formal con ninguno de los dos bloques hegemónicos liderados por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La formación de un grupo conocido formalmente como Movimiento de Países No-Alineados se originó con la división del mundo en los bloques comunista y capitalista después de la Segunda Guerra Mundial. Fundamental para su surgimiento resultó la Conferencia de Bandung (1955), que sancionó el derecho a la lucha de los países del Tercer Mundo para lograr su independencia frente a cualquier poder colonial o hegemónico, y que anticipó la Conferencia de Belgrado (1961) en que la Organización de Países No-Alineados celebró su primera reunión para definir sus objetivos esenciales. En este papel destacaron el primer ministro de la India, Sri Pandit Jawaharlal Nehru y los presidentes Achmed Sukarno de Indonesia, Gamal Abdel Nasser de Egipto, Kwame Nkrumah de Ghana, Sékou Touré de Guinea, y Josip Broz (Tito) de Yugoslavia.
La política de "no alineamiento" adoptada fue diferente de la de neutralidad en tanto que implicaba una participación activa en la política internacional y un punto de vista basado en las características de una cuestión más que en una posición predeterminada. Por ejemplo, una gran mayoría de los países no alineados se opuso a Estados Unidos durante la guerra de Vietnam y a la URSS después de la invasión soviética de Afganistán. En la práctica, sin embargo, muchos de los países no alineados se inclinaban claramente por alguno de los dos bloques. Tal fue el caso de Cuba desde que la revolución llevara al poder a Fidel Castro, cuyo régimen político no tardó en acercarse a posturas prosoviéticas.
Los países no alineados se consideraban como un importante amortiguador entre las dos alianzas militares rivales, con lo que disminuían la posibilidad de un conflicto grave. Sin embargo, cualquier ambición de constituir una fuerza se vio frenada por la variedad de gobiernos, que iban desde posturas izquierdistas hasta ultraderechistas, y por su debilidad económica y militar, que les obligaba a depender de la ayuda de las grandes potencias.
La Coexistencia Pacífica
El 23 de junio de 1951 el representante soviético en la ONU, J.A. Malik, aludió a la posibilidad de llegar a una relación de "coexistencia pacífica" entre las dos potencias mundiales y por consiguiente entre los dos bloques encabezados por las mismas. Era una fórmula que suponía haber alcanzado un equilibrio a escala mundial, no modificable a corto plazo. La guerra fría trajo todos los resultados que se esperaron de ella.

La fórmula de la coexistencia caracterizó el período comprendido entre 1952 y 1956, sobre todo en Europa, y se vio favorecida por la propia desaparición de los protagonistas de la guerra fría. En los EEUU las elecciones presidenciales de 1952 fueron ganadas por el general Eisenhower; y en la Unión Soviética la muerte de Stalin y el paso a una "dirección colegial" con el establecimiento de la nueva presidencia norteamericana; pero la transición se prolongó hasta 1955.

La renovación de esta política partió de la llamada "Cumbre mundial", en la que participaron tres personalidades, que en sus distintos ámbitos, iniciaron un viraje de mutua comprensión. La presencia de Nikita Kruschev, en la Unión Soviética; John F. Kennedy en los Estados Unidos y el papa Juan XXIII, en el Vaticano, significó un giro hacia el entendimiento y una apertura a la esperanza, y aunque su acción personal fue demasiado breve, su huella ha marcado de manera indeleble la historia contemporánea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gusta el fútbol, entrá aquí: