Los avances tecnológicos y
científicos permiten comenzar a dar respuesta a preguntas esenciales del
hombre. Con la combinación de los principales logros de la física del siglo XX,
Stephen Hawking reelabora la teoría del Big Bang, la gran explosión que dio origen
al universo.
Stephen Hawking y la teoría del Big
Bang
La
tesis que vincula el nacimiento del Universo a su fin debe mucho a la
combinación de los dos grandes logros de la física del siglo XX: la relatividad
general y la mecánica cuántica.
La contribución que a esta tesis hicieron
investigadores como Jayant Narlikar en la India y Jim Hartle en California - USA, así
como varios especialistas soviéticos, fue sumamente importante. Pero es sobre
todo el nombre de Stephen Hawking, de la Universidad de Cambridge en el Reino
Unido, el que aparece más estrechamente asociado a este descubrimiento.
Mientras
lucha contra su esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad incurable del
sistema nervioso, Hawking ha hecho importantísmos aportes a la ciencia en lo
que respecta a las preguntas esenciales que el ser humano se ha preguntado a lo
largo de la historia de la humanidad.
Durante
veinte años, sus trabajos se concentraron en el estudio de la singularidad -es
decir de un punto de partida de materia de densidad infinita y volumen cero,
tal como debe existir, según la teoría general de la relatividad, en el corazón
de los agujeros negros o como debió existir en el origen del Universo.
En
efecto, se puede describir el Universo con las mismas ecuaciones que un agujero
negro.
Un agujero negro es una región del espacio en la cual la materia está
concentrada y ejerce una fuerza de atracción gravitatoria tan intensa que la
luz misma no puede alejarse de su superficie. Los objetos exteriores pueden ser
arrastrados por el agujero negro pero nada de lo que existe en él puede ser
directamente percibido del exterior.
Un agujero negro puede formarse cuando una
estrella un poco más masiva que nuestro Sol, al llegar al fin de su vida, se
contrae sobre sí misma.
Las ecuaciones de la relatividad general demuestran que
una estrella que se "colapsa" en el interior de un agujero negro debe
efectivamente contraerse hasta el estado final de una singularidad. Es aquí
donde las ideas de Hawking provocan gran revuelo; Hawking demuestra que las
ecuaciones en virtud de las cuales el colapso de una estrella da nacimiento a
una singularidad obligan igualmente a concebir el nacimiento del Universo a
partir de una singularidad.
Sabemos
que el Universo está en expansión porque las galaxias lejanas, tales como las
observamos, se alejan de nosotros a velocidades proporcionales a su distancia.
Ello no significa que nuestra propia galaxia, la "Vía Láctea", esté
en el centro del Universo, pues este fenómeno de recesión debe poder percibirse de la misma manera a partir de cualquier
punto del universo en expansión. Este descubrimiento de los años veinte, es uno
de los fundamentos de la Teoría del Big Bang, según el cual el universo ha
existido infinitamente caliente, dilatándose desde hace unos 15 mil millones de
años.
Remontándose
en el tiempo e invirtiendo el sentido de las ecuaciones, todas las estrellas y
todas las galaxias deben haberse encontrado aglutinadas en una masa muy
caliente, es decir, en una singularidad original.