martes, 25 de septiembre de 2012

Gandhi: hacia la independencia india


Con el fin de la Primera Guerra Mundial, el movimiento nacionalista indio intensificó su actividad. La India clamaba por su independencia del gobierno británico. Uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo XX irrumpe: Mahatma Gandhi.
 Introducción histórica
La India representa, junto con las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, una de las más esplendorosas cunas de la civilización.
Tres mil años a.C., los pobladores drávidas del valle del Indo construyeron alrededor de un centenar de ciudades, crearon una escritura (aún hoy no descifrada), y desarrollaron una próspera economía basada en la agricultura irrigada, que mantuvo un activo comercio en la región. Tras ellos llegaron oleadas de pueblos indoeuropeos y surgió la civilización védica.
Los himnos védicos compuestos durante éste y posteriores períodos representaron la emergencia y cristalización de las características clave del sistema sociorreligioso conocido como hinduismo.
Casi todo lo que se conoce con seguridad de la situación política es que en el curso del I milenio a.C., en la región limitada por el Himalaya, los tramos del sur del Ganges, la cordillera Vindhya y el valle del Indo se establecieron 16 estados autónomos. De estos estados, formados tanto por repúblicas como por reinos, el más importante fue Kosala, reino situado en la región que en la actualidad ocupa Oudh. Otros reinos importantes fueron Avanti, Vamsas y Magadha. Este último reino ocupaba el territorio de la moderna Bihar; a mediados del siglo VI a.C. se convirtió en el reino dominante en la India. Durante el reinado de su primer gran rey Bimbisara (543 hasta 491 a.C.), Buda y Vardhamana Jnatiputra, fundadores del budismo y jainismo respectivamente, predicaron y enseñaron en Magadha.
La historia de la India, marcada por una serie de dinastías e invasiones (griegos, escitas, árabes, afganos, mogoles), se caracterizó por un alto desarrollo económico, artístico y científico, y por un papel importante de la religión, provocándose conflictos entre el budismo y el brahamanismo.
Por otra parte, la India -estratégicamente ubicada- fue desde tempranas épocas punto de interés para los imperios coloniales.
Los portugueses, en el siglo XVI, al establecer relaciones de amistad con el reino dominante del Decán, se aseguraron el monopolio del comercio marítimo indio y lo mantuvieron durante un siglo. A comienzos del siglo XVII se rompió el monopolio portugués por parte de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales; y dos años antes, la reina Isabel I de Inglaterra había otorgado un fuero a una organización mercantil similar, la primera Compañía Inglesa de las Indias Orientales, fundando en 1612 su primera factoría en Surat, en el golfo de Khambhat.
Una serie de batallas navales y conflictos armados entre los imperios coloniales -a las que se sumó Francia- se sucedieron  en pro del dominio territorial y comercial.
Los éxitos de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales hizo que el Parlamento inglés la convirtiera en una agencia semioficial del gobierno británico, y más tarde -debido a la sublevación de los cipayos- es la propia corona británica la que asume la dirección sobre la India.
El gobierno británico, con un poderío mlitar superior, y sirviéndose de sobornos y de la manipulación política de los dirigentes indios, gracias a la desunión entre los diferentes reinos y principados, prepararon el camino para la dominación de todo el subcontinente y las regiones contiguas.
A intervalos esporádicos, estados indios individuales y grupos de estados resistieron con fiereza, pero fue en vano y no pudieron evitar la explotación y ataques territoriales por parte de la Compañía.
No obstante, la India se benefició de diversas mejoras y reformas introducidas por la administración inglesa. Se construyeron ferrocarriles, puentes, carreteras y sistemas de irrigación; se establecieron servicios de telégrafo y postales y se impusieron restricciones al sati (la inmolación de las esposas en las piras funerarias de sus esposos), el comercio de esclavos y otras costumbres antiguas. Estas innovaciones y reformas, sin embargo, levantaron poco entusiasmo entre los indios, muchos de los cuales asistían a la modernización de su país con miedo y desconfianza.
Rebelión de los cipayo. Nacionalismo indio.
Mientras aumentaba el malestar en la India, se extendió un movimiento conspiratorio a gran escala entre los cipayos, las tropas indias empleadas por la Compañía Británica de las Indias Orientales. El levantamiento general, conocido como la rebelión de los cipayos, comenzó en Meerut, ciudad próxima a Delhi, el 10 de mayo de 1857.
Estalló por una reacción espontánea de tropas hindúes y musulmanas ofendidas respectivamente por el uso de grasa de vaca y de cerdo en un nuevo tipo de cartucho, y se convirtió en una expresión más general de la oposición al gobierno británico bajo la bandera de Bahadur Shah II, emperador titular del moribundo Imperio mogol.
Los amotinados ocuparon Delhi y otros centros estratégicos, masacraron a cientos de europeos y el 30 de junio sitiaron la residencia británica en Lucknow. En noviembre la ciudad fue liberada y los refuerzos de tropas británicas y cipayos leales se apresuraron a marchar a las áreas desafectadas. Las luchas continuaron en 1859, pero para junio de 1858 los principales puntos fuertes rebeldes habían caído.
Siguió un período de represalias por parte de las tropas británicas, sobre todo en Delhi, donde murieron miles de personas, muchas sin juicio. En ese mismo año las autoridades judiciales de la Compañía de las Indias Orientales declararon culpable de cargos de rebelión a Bahadur Shah II y le sentenciaron a cadena perpetua, cerrando de esta forma el último capítulo de la historia mogol. Una de las consecuencias que trajo el motín indio fue la aprobación por parte del Parlamento británico, del Acta para el Mejor Gobierno de la India en 1858, que transfería la administración de la India de la Compañía de las Indias Orientales a la Corona británica.
Muchos de los abusos que prevalecían en la India durante el gobierno de la Compañía de las Indias Orientales fueron erradicados o modificados después de que el gobierno británico asumiera el control de los asuntos indios. Se instituyeron importantes reformas fiscales, gubernamentales, judiciales, educativas y sociales y el sistema de obras públicas se extendió de forma notable.
El gobierno británico había heredado un gran número de problemas difíciles, entre otros la condición de pobreza en que se encontraba la mayoría de la población india, el resentimiento popular sobre la condición colonial del país y un creciente espíritu de nacionalismo. Los frecuentes periodos de hambre que comenzaron con la hambruna de 1866 en Orissa, que se cobró las vidas de 1,5 millones de personas, contribuyeron en gran manera a la situación de inestabilidad política. En 1876 el gobierno británico, entonces encabezado por Benjamin Disraeli, proclamó a la reina Victoria como emperatriz de la India.
Movimientos nacionalistas
En los últimos años del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX, se extendió por la India la agitación social y política. La elite intelectual india, parte de la cual había estudiado y viajado a Occidente, combinó con éxito algunos aspectos de ideas y culturas occidentales y orientales. Bajo el estímulo de unas campañas de propaganda vigorosas en la prensa local, concentraciones masivas y organizaciones políticas secretas, el nacionalismo indio comenzó a amenazar seriamente la posición británica en el país.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, numerosos indios, tanto hindúes como musulmanes, se sumaron a la causa británica. Más de 1,2 millones participaron en el esfuerzo de guerra británico, sirviendo con valentía y lealtad en todos los escenarios del conflicto. El movimiento nacionalista, por lo general inactivo durante los dos primeros años de la guerra, reanudó la campaña por las reformas políticas fundamentales en el otoño de 1916. La campaña se inició con una declaración conjunta de demandas mínimas por parte del Congreso Nacional Indio y la Liga Musulmana, que habían sido forzados a abandonar su política a favor de los británicos después que Turquía, país musulmán, entrase en la guerra del lado de los poderes centrales. Siguió una declaración política por parte del gobierno británico en agosto de 1917 que prometía un incremento de la asociación de indios en todas las ramas de la administración y el desarrollo gradual en la India de instituciones de autogobierno.
Movimiento de protesta de Gandhi
Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento nacionalista indio intensificó su actividad.
En este periodo de tumultos, surgió una figura que marcará decisivamente la historia política de la India, y se convertirá en uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo XX.: Mohandas K. Gandhi.
Gandhi, miembro de la casta Vaisya (mercaderes), estudió leyes en Londres y regresó a la India en 1891 para ejercer su profesión como abogado con escaso éxito. Dos años más tarde, una firma india con intereses en Sudáfrica le envió como asesor legal a sus oficinas de Durban.
En esa época, Sudáfrica era controlada por los británicos. Al llegar a esta ciudad Gandhi se encontró con que era tratado como miembro de una raza inferior. Horrorizado por la negación generalizada de las libertades civiles y de los derechos políticos de los inmigrantes indios en Sudáfrica, se involucró en la lucha por la defensa de los derechos fundamentales de sus compatriotas,permaneciéndo allí durante 21 años. Allí desarrolló un método de acción social directa basado en los principios del coraje, la no-violencia y la verdad llamado Satyagraha (en sánscrito, "abrazo de la verdad"). Creía que el modo en que la gente se comporta vale más que lo que consiguen. Satyagraha promovía la no-violencia y la desobediencia civil como los métodos más apropiados para alcanzar objetivos políticos y sociales.
En 1915 Gandhi retornó a la India. En 15 años se convirtió el líder del movimiento nacionalista indio. Utilizando los postulados de la Satyagraha dirigió la campaña por la independencia india de Gran Bretaña.
Cuando el Parlamento aprobó en 1919 las leyes Rowlatt, que daban a las autoridades coloniales británicas poderes de emergencia para hacer frente a las denominadas actividades subversivas, el movimiento satyagraha se extendió por toda la India, ganando millones de adeptos.
El movimiento de protesta alcanzó proporciones de insurrección el 13 de abril de 1919, proclamado por Gandhi como un día de luto nacional. En Amritsar, en el Punjab, una muchedumbre desarmada de hombres, mujeres y niños, fue masacrada por las tropas británicas al mando del General Dyer, mientras efectuaban una protesta pacífica en una plaza cerrada.
Como consecuencia de la matanza de Amritsar, el movimiento en contra de los británicos en la India alcanzó nuevos niveles de intensidad.
Gandhi proclamó una campaña organizada de no cooperación. Los indios que ocupaban cargos públicos dimitieron, los organismos gubernamentales y los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India, las calles de las ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi fue arrestado pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle pronto en libertad.
La independencia económica de la India fue el punto culminante del movimiento swaraj ('autogobierno', en sánscrito) de Gandhi, que implicaba un boicoteo completo a los productos británicos. Los aspectos económicos del movimiento eran significativos, puesto que la explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había originado una extrema pobreza y la virtual destrucción de la industria de la India. Gandhi propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las industrias artesanales. Comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la sencilla vida campesina que predicaba y del renacimiento de las industrias autóctonas, tales como el hilado manual.

La influencia política y espiritual del Mahatma (en sánscrito ‘gran alma’) era tan grande en la India que las autoridades británicas no se arriesgaron a atacarle.

En 1921 el Congreso Nacional Indio (o Partido del Congreso), grupo que encabezó el movimiento independentista, otorgó a Gandhi autoridad ejecutiva plena, incluido el derecho a designar su propio sucesor. La población india, no obstante, no entendió plenamente la doctrina de la no violencia. Estallaron una serie de revueltas armadas contra Gran Bretaña, y culminaron con tal violencia que Gandhi confesó el fracaso de su campaña de desobediencia civil, a la que puso fin. El gobierno británico le detuvo de nuevo y le encarceló en 1922.

Entre 1922, el año de la primera encarcelación de Gandhi por sedición, y 1942, cuando fue puesto bajo custodia por última vez, la lucha por la independencia india estuvo marcada por serios contratiempos, entre los que se incluye la renovada disensión entre musulmanes e hindúes.
Tras su puesta en libertad en 1924, Gandhi se retiró de la vida política activa y se dedicó a propagar la unidad comunal. Sin embargo, pronto se vio envuelto de nuevo en la lucha por la independencia.

En 1930 Gandhi proclamó una nueva campaña de desobediencia civil, convocando a la población a negar el pago de impuestos, en particular el que gravaba la sal, sobre la que el gobierno británico ejercía un severo monopolio. Se llevó a cabo una marcha hasta el mar, en la que miles de indios siguieron a Gandhi desde Ahmadabad hasta el mar de Omán, donde obtuvieron sal evaporando agua del mar. Una vez más, Gandhi fue arrestado y puesto en libertad en 1931.

El gobierno británico fijó una tregua con Gandhi, liberado en enero junto con otros presos políticos, incluido Jawaharlal Nehru, su socio más cercano, y el secretario del Congreso Nacional Indio. Mientras tanto la Liga Musulmana, que manifestaba temor de una dominación hindú, había avanzado sus demandas de privilegios especiales en el propuesto gobierno del dominio. En el curso de la controversia que siguió, los encarnizados tumultos entre hindúes y musulmanes hicieron estragos en muchas comunidades indias. La crisis económica mundial, que había comenzado en 1929, añadió miseria y sufrimiento a estos altercados, y desorganizó por completo la economía de la India durante principios de la década de 1930.

En 1932 Gandhi inició una nueva campaña de desobediencia civil contra las autoridades británicas. Arrestado dos veces, el Mahatma ayunó durante largos periodos en diversas ocasiones.
En setiembre de 1932, mientras estaba en la cárcel, llevó a cabo un "ayuno hasta la muerte" para mejorar la situación de la casta de los intocables. Los británicos, al permitir que los intocables fueran excluidos del electorado indio, estaban, según Gandhi, cometiendo una injusticia. Aunque él mismo era miembro de la casta Vaisya (mercaderes), Gandhi se consideraba el gran líder del movimiento indio que tenía como finalidad la erradicación de la injusticia social y económica del sistema de castas.

En 1934 abandonó formalmente la política y fue sustituido como dirigente máximo del Partido del Congreso por Jawaharlal Nehru. Gandhi viajó por toda la India predicando la no violencia y la desobediencia civil, y demandando la abolición de la casta de los intocables. La estima en que se le tenía era la medida de su poder político. Tan grande era su autoridad moral y espiritual que el limitado autogobierno concedido por Gran Bretaña a la India a través de la promulgación de la Government of India Act (1935) no pudo ser puesto en práctica hasta que Gandhi lo aprobó.

En 1935, tras una serie de conferencias en Londres entre dirigentes británicos e indios, el Parlamento británico aprobó la Government of India Act. Esta ley preveía el establecimiento de cuerpos legislativos autónomos en las provincias de la India británica, la creación de un gobierno central representativo de las provincias y estados principescos y la protección de las minorías musulmanas. Además, la ley preveía una legislatura nacional bicameral y un brazo ejecutivo bajo el control del gobierno británico. En gran manera influido por Gandhi, el pueblo indio aprobó las medidas, que pasaron a ser efectivas el 1 de abril de 1937. Muchos miembros del Congreso Nacional Indio, sin embargo, siguieron insistiendo en la independencia completa para la India.
En el ámbito provincial hubo pocas dificultades en la aplicación de la Ley de Gobierno de la India. No obstante, el plan para la federación demostró ser inviable por varias razones, incluidos una sospecha mutua y antagonismo entre los príncipes indios y los radicales del Congreso Nacional Indio y las demandas musulmanas de que los hindúes tendrían una influencia excesiva en la legislatura nacional. Como alternativa, la Liga Musulmana, entonces encabezada por Mohammed Ali Jinnah, abogaba por la creación de un estado musulmán independiente (Pakistán). Esta propuesta encontró una violenta oposición hindú. Para complicar aún más la situación política de la India, a comienzos de 1939 se eligió presidente del Congreso Nacional Indio a un nacionalista extremo, Subhas Chandra Bose. No obstante, en unos pocos meses el Congreso rechazó sus políticas y él dimitió.
Gandhi regresó a la vida política por el tema de la federación de los principados indios con el resto de la India. Su primer acto fue una huelga de hambre con objeto de forzar al dirigente del estado de Rajkot a modificar su régimen autocrático. La conmoción pública que originó este ayuno fue tan grande que tuvo que intervenir el gobierno colonial británico; se concedieron las demandas. El Mahatma se convirtió de nuevo en la más importante figura política de la India.

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el virrey de la India, Victor Alexander John Hope, Marqués de Linlithgow, declaró la guerra a Alemania en nombre de la India. Este paso, dado de acuerdo con la Constitución de 1937 pero sin consultar a los jefes indios, alejó a Gandhi y a importantes sectores del Congreso Nacional Indio. Los nacionalistas indios reanudaron sus manifestaciones de desobediencia civil e intensificaron la campaña por un autogobierno inmediato, designándolo como su precio por la cooperación en la guerra.
El proceso de descolonización que se iniciará con el final de la guerra en los países asiáticos y africanos, otorgará finalmente la independencia al subcontinente indio, que a partir de ese momento quedará dividido en dos países: la Unión India (con mayoría de población hindú) y Pakistán (población musulmana).

ANEXO:


EL SISTEMA DE CASTAS
El término se aplica a cada una de las cinco clases sociales hereditarias establecidas entre los habitantes de la India. Constituye el rígido sistema social que perpetúa una jerarquía de generación en generación, no permitiendo la movilidad entre los estratos sociales. La palabra ‘casta’, utilizada por primera vez por los comerciantes portugueses en el siglo XVI, procede de la palabra portuguesa casta, que significa tendencia, cuna o raza.
El sistema tradicional de castas en la India se desarrolló hace más de 3.000 años, cuando grupos nómadas arios llegaron del norte hacia el 1500 a.C.; se instituyó para diferenciar a los aborígenes de los recién llegados.
Entre los años 200 a.C. y 100 d.C. los sacerdotes arios escribieron el Código de Manu y crearon el sistema de castas con sus cuatro grandes divisiones hereditarias -actualmente vigente- en el que ellos estaban a la cabeza del sistema como dioses terrenales (brahmanes). Después situaron a los guerreros (kshatriyas), a continuación a los agricultores y mercaderes (vaisyas) y por último a los trabajadores (sudras), nacidos supuestamente para ser los siervos de las otras tres castas, especialmente de los brahmanes.
Muy por debajo de los sudras (fuera del orden social y destinados a las tareas más bajas) estaban los sin casta -harijans o intocables-, representados por los dravidianos que eran los habitantes originales de la India, y a los que se iban añadiendo los parias o personas expulsadas de su clase social por haber cometido algún pecado de orden religioso o social. Este sistema de castas creado por la clase sacerdotal pasó a formar parte de la ley religiosa hindú, ya que pretendía ser una revelación divina.
Entre las características del sistema de castas indio se encontraban la pertenencia estricta y hereditaria a la casta de nacimiento, la posibilidad de contraer matrimonio sólo con personas de la misma casta, la limitación en la elección del trabajo y en el contacto personal con miembros de otras castas y la aceptación por parte de cada individuo del lugar que tenía asignado en la sociedad.
El sistema de castas se ha perpetuado gracias a los conceptos de reencarnación (samsamara) y de calidad de acción (dharma). Según estas creencias religiosas, todas las personas se reencarnan varias veces y tienen la posibilidad de nacer en una casta más alta siempre que en su anterior vida hayan obedecido las reglas de la casta a la que pertenecían. De esta forma el concepto de "dharma" ha supuesto siempre un freno para intentar en vida ascender a una casta superior o transgredir el sistema de castas en cualquier relación social. "Dharma" puede ser también entendido como ‘camino’ u ‘obligación’, indicando la senda por la que discurre la vida de los seres pertenecientes a una casta en relación con los de otra.
Las cuatro castas originales han ido sufriendo subdivisiones a lo largo de los siglos y actualmente resulta imposible determinar su número exacto. Se estima que en la India existen de 2.000 a 3.000 castas establecidas por la ley brahmánica y cada región tiene sus grupos propios fijados por ley consuetudinaria.
Actualidad
En la actualidad ya no existe la obligación del hijo de seguir la profesión del padre, los hombres de las castas inferiores han alcanzado altas posiciones de rango y poder, y la excomunión o pérdida de casta no es tan grave como lo era antiguamente. Además el sistema de castas se ha visto sacudido periódicamente por grandes cismas eclesiásticos internos y en especial por el auge del budismo como reacción y protesta contra la intolerable rigidez de este sistema.
Las reformas de tipo educativo, impulsadas por su principal líder Mahatma Gandhi, han colaborado para erradicar los aspectos más injustos de este sistema. El borrador de la Constitución de la India, publicado unos días después de su asesinato en enero de 1948, incluía una cláusula especial bajo el epígrafe "derechos humanos" que rezaba: "Queda abolida la intocabilidad y prohibida su práctica bajo cualquier forma."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gusta el fútbol, entrá aquí: