sábado, 15 de septiembre de 2012

1922. Encuentran la tumba de Tutankhamon



Noviembre. 1922.
Tras años de investigaciones, los arqueólogos británicos Carter y Carnarvon encontraron la famosa tumba de Tutankhamon.
El ataúd del joven faraón -asesinado 33 siglos atrás- estaba recubierto en oro y pesaba más de 1500 kilos.



Descubrimiento de la tumba de Tutankhamon
Durante muchos siglos, el Valle de los Reyes, localizado a pocos kilómetros del extremo este del río Nilo, y a una distancia de 650 kilómetros de El Cairo (Egipto), ha mantenido el encanto de la leyenda.
Largos años de excavaciones dejaron al descubierto alrededor de 33 tumbas faraónicas con preciosos tesoros ocultos, y el hallazgo de huellas de saqueos perpetrados en diferentes tiempos por delincuentes ambiciosos y poco escrupulosos.

Junto a Ramses II, Tutankhamon, es sin duda alguna el faraón egipcio más famoso de todos los tiempos, quizá fundamentalmente por el descubrimiento de su tumba: el rey-muchacho que murió en su adolescencia y que ha permanecido en reposo durante más de 3.300 años.



Tutankhamon, faraón egipcio (c. 1334-1325 a.C.) de la XVIII Dinastía, sucedió a su yerno de Ajnatón.
Durante su reinado devolvió la estabilidad al reino, restaurando el culto a Amón (en egipcio, "oculto", antigua deidad egipcia, dios tebano local de las fuerzas reproductoras, representado como un carnero), abandonado por Ajnatón, y Tebas, la ciudad sagrada de Amón, fue de nuevo la capital de Egipto.
Se conoce poco de su reinado y su importancia deriva principalmente del hecho de que su tumba ha existido hasta nuestros días.
Fue encontrada, junto con sus magníficos tesoros, prácticamente intacta en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter y su mecenas, el arqueólogo lord Carnarvon. En la actualidad se conserva en el Museo Arqueológico de El Cairo.
Carter y Carnarvon dejaron un relato de sus hallazgos en su obra "Cinco años de investigaciones en Tebas "(1912). El trabajo quedó interrumpido por la Primera Guerra Mundial, aunque regresaron a Egipto una vez que ésta finalizó.


El 4 de noviembre de 1922, se halló el inicio de una escalinata de 16 peldaños, que una vez despejada, llevó a los exploradores hasta un pasadizo, el cual terminaba en una puerta que tenía añadido el sello de la tumba real.
A este punto, Carter suspendió temporalmente la expedición y envió rellenar nuevamente el pasadizo desde la escalinata, para reanudar los trabajos días después, el 21 de noviembre.
Posteriores excursiones dejaron claro que la tumba ya había sido abierta y posiblemente saqueada, pero que seguía conteniendo interesantes riquezas y piezas arqueológicas: objetos de oro, piezas de tres camas ceremoniales, tronos, floreros, estatuas, armas, etc.
Después de varios días de trabajo, el 29 se anunció oficialmente el hallazgo de la tumba del faraón Tutankhamon que, de acuerdo con la tradición, había llevado consigo sus bienes y riquezas en su viaje a la eternidad.
El 3 de diciembre, el jefe del equipo envió cerrar de nuevo la entrada a la tumba y rellenar el pasadizo. Hasta entonces, no habían llegado hasta el cuerpo momificado del faraón.
Durante varias semanas se trabajó en la exploración e integración de un equipo calificado en el estudio y valoración de los hallazgos. Para la Navidad, se había creado un laboratorio en el área de una antecámara de la tumba.
Las excavaciones continuaron, y el 16 de febrero de 1923, luego de varias semanas de trabajo constante, Howard Carter y su equipo hallaron la sepultura de Tutankhamon, en una de las cámaras cerradas existentes en la tumba.

El sarcófago donde descansaba el cuerpo momificado del faraón -asesinado 33 siglos antes-, estaba hecho de madera y recubierto en oro y pesaba más de 1500 kilos.
Los estudios sobre la momia de Tutankhamon revelaron que murió entre los 17 y los 20 años y se cree que fue coronado entre los nueve y diez. 

La única parte del complejo que contiene pinturas en la pared es la Cámara del Entierro. Una de las escenas dibuja la Ceremonia de la Boca donde los sentidos se restauran al Tutankhamon difunto.
Junto a la Cámara de Entierro se encontraba la del Tesoro, la cual contenía todo lo necesario para después de la vida. Barcos, figuras doradas y varios recipientes con las vísceras del faraón.
La Antecámara contenía carros desmantelados, recipientes de comida, varias camas del entierro, lienzos, joyas, vestidos, armas, abanicos, juguetes, juegos, tronos, y dos figuras del guardián, a la entrada de la Cámara del Entierro. Luego en una anexo pequeño había una mezcla de mas utensilios.

Este hallazgo provocó la creación de una serie de mitos y leyendas, fundamentalmente a partir de la muerte sorpresiva de Lord Carnarvon dos meses más tarde; su muerte se relacionó con la maldición de Tutankhamon.

La Maldición de Tutankhamon
Una de las leyendas más difundidas que rodea el descubrimiento de la tumba del faraón, es la de la maldición de Tutankhamon.
La base de esta leyenda está en la concurrencia de una serie de hechos significativos: la sorpresiva muerte de neumonía de lord Carnarvon, el promotor de la expedición que halló la tumba; Su perro, que se encontraba en Inglaterra, también murió.
Howard Carter vivió hasta 1939.
A causa de torpezas de la diplomacia inglesa, del creciente nacionalismo egipcio, así como de la agria batalla legal que siguió a la exploración de la tumba, el gobierno terminó por confiscarla.
Alimentando aún más la leyenda, la novelista gótica Marie Corelli afirmó disponer de un primitivo texto árabe que mencionaba las maldiciones que seguirían a la apertura de la tumba, afirmación que se convirtió en la base popular de la maldición de Tutankhamon. El interés de la prensa aumentó, animada por la declaración de Sir Arthur Conan Doyle, que creía en una maldición y el aporte de datos por parte del egiptólogo Arthur Wiegall en "Tutankhamon y otros  ensayos."
La creencia en la maldición que rodea a las momias de Egipto surgió por el respeto que sentían los árabes por la magia egipcia desde que se asentaron en el país, alrededor del siglo VII d.C.
Sus interpretaciones se centraron en el acecho de los vivos por los muertos, y desde sus primeros textos advierten de la resurrección de las momias gracias a la magia, basándose en las ilustraciones de las tumbas egipcias.
Desde la muerte del conde Carnarvon, han aparecido en la prensa noticias alarmistas relacionadas con la maldición de la tumba de Tutankamón, e incluso se llegó a decir que el vuelo que transportó sus tesoros para una exposición en Inglaterra con motivo de su 50 aniversario tuvo un destino fatal.

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