jueves, 6 de septiembre de 2012

Arquitectura contemporánea. España: Gaudí / Racionalismo español



Arquitectura española

Antonio Gaudí
Una mención aparte merece el arquitecto catalán Antonio Gaudí (1852-1926), el cual fue  uno de los máximos representantes del modernismo y uno de los principales pioneros de las vanguardias artísticas del siglo XX. Su figura es una de las más sorprendentes de la historia de la arquitectura, tanto por sus innovaciones, en apariencia intuitivas, como por su práctica aislada de las corrientes internacionales e imbuida a menudo en el mero trabajo artesanal.
Al igual que sus coetáneos Victor Horta o Henry van de Velde, practicó la arquitectura desde una concepción globalizadora, esmerándose en la concreción de cada detalle y proponiendo el mobiliario completo de cada vivienda que proyectaba.
Entre sus piezas más relevantes se encuentran el sillón Calvet, la bancada del Parque Güell así como la silla y el banco Batlló, donde su exuberante genio se alió a las exigencias ergonómicas en una armonía insólita, que anticipó en más de medio siglo las innovaciones del diseño moderno.


Por otra parte, su obra ejerció innumerables influencias sobre las vanguardias históricas, entre las que destacan los paralelismos con el expresionismo alemán y la herencia recogida por Salvador Dalí y otros artistas del surrealismo.

Su desconcertante personalidad destaca en la historia de la arquitectura como la de un visionario, que inspiró el camino estructuralista de Pier Luigi Nervi o de Félix Candela tanto como el brutalismo expresionista de las últimas obras de Le Corbusier. Sin embargo, su obra fue menospreciada por sus compatriotas noucentistas, defensores de un catalanismo basado en la cordura antes que en la aparente locura del genio mediterráneo.



El racionalismo español
Los primeros pasos que significaron una ruptura con el historicismo de las primeras décadas del siglo XX en España, vinieron dados por la llamada generación del 25, cuyo máximo exponente fue el arquitecto Fernando García Mercadal. Con la instauración de la II República en 1931 se creó un clima favorable al desarrollo del racionalismo arquitectónico, intensificándose los contactos con los miembros de la vanguardia europea y la participación en los CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, iniciados en 1928).

 El racionalismo español se tradujo en un cierto despojo formal de las fachadas o en la introducción de elementos del lenguaje del llamado International Style.
Madrid y Barcelona fueron los principales focos. Las principales figuras racionalistas de Madrid fueron: Fernando García Mercadal, Felipe López Delgado, Luis Blanco Soler, Agustín Aguirre, Miguel de los Santos, Luis Lacasa y Manuel Sánchez Arcas. Casi todos trabajaron en la Ciudad Universitaria de Madrid, que se convirtió en el conjunto más significativo de aquel periodo.
López Delgado


 En Barcelona destacaron Josep Lluís Sert, Sixte Illescas, Germán Rodríguez Arias, Ramón Durán Reynals y Josep Torres Clavé. Junto a ellos cabe reseñar la excepcional figura de José Manuel Aizpúrua en San Sebastián.



José Manuel Aizpurúa

Estos arquitectos, adheridos al movimiento moderno, fundaron en 1930 el GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) y publicaron sus controvertidos artículos en la revista AC, su órgano de difusión. Es importante señalar la especial relación de esta generación con Le Corbusier, así como la aparición de la obra de Aizpúrua en el mítico libro The International Style publicado en 1932 por Henry Russell Hitchcock y Philip Johnson.
Tras la Guerra Civil española, a la que se sumó la Segunda Guerra Mundial, la arquitectura española contemporánea perdió algunas de sus figuras más representativas y atravesó un periodo de crisis que, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, no comenzó a despejarse hasta la década de 1950.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gusta el fútbol, entrá aquí: