martes, 2 de abril de 2013

El arte de la 2ª posguerra. I - La pintura en Europa



El arte de la posguerra y de los años sesenta se vió fuertemente influenciado por los acontecimientos históricos y sociales de la época. La evolución y el surgimiento de nuevas corrientes plásticas; el auge de la música joven a nivel masivo; el desarrollo del cine como expresión artística, ilustraron con gran riqueza los fermentales tiempos que se vivían.


El arte de la segunda posguerra

Introducción
Al final de la Segunda Guerra Mundial se produjo entre los artistas una reacción psicológica ante lo que éstos años habían traído consigo. Muchos pintores, la mayoría jóvenes, intentaban exorcizar en sus telas la variedad de la existencia, la desesperación que todas las cosas del mundo parecían proclamar. Presentan a los ojos del espectador una realidad mezquina; el silencio que invade estos cuadros es la mudez de la desesperanza, nacida de la descepción, de la confesión de que toda esperanza ha muerto.
Paralelamente se pone en circulación la idea de que, al comienzo de su acto creador, el artista no tiene un concepto claro de lo que va a salir de su tela. Es algo totalmente diferente de lo hecho por las generaciones anteriores, que trabajaban partiendo de un concepto para llegar a su realización de la manera más clara posible.
Muchas de las corrientes surgidas en las primeras décadas del siglo continuaron su evolución y sus diferentes manifestaciones; otros se transformaron y tal vez influenciados por los acontecimientos históricos, generaron nuevos movimientos.
El movimiento cultural se desarrolló con mayor intensidad en los Estados Unidos, debido a la presencia de numerosos artistas europeos exiliados durante la guerra. Allí surgirán movimientos relacionados estrechamente con la coyuntura económica y social y, particularmente, el gran desarrollo de la sociedad de consumo.


Panorama de la pintura europea
Fueron los pintores europeos los que expresaron con más desazón las angustias y la desesperanza tras los sucesos vividos con la guerra.

Francis Bacon. "Figura tendida" (1966)

 La obra del pintor británico de origen irlandés Francis Bacon es la que mejor expresa la ansiedad y el sentimiento de opresión de nuestros tiempos, obsesionados por la amenaza de extinción total que surge de las armas que nosotros mismos hemos creado.

Por medio de su peculiar manipulación del espacio y del uso de colores lívidos y fantasmales, sus telas evocan ese terror paralizante que conoce tan bien nuestra época. El espacio en los cuadros de Bacon es como una jaula cerrada en torno a figuras que, en su angustia y desesperación, intentan forzar sus barrotes.
Limitando su técnica a unos contornos osados y sinuosos, y a zonas de color fluído, destaca la espantosa fuerza de temas que ya de por sí angustian al espectador.
 
Bernard Buffet. "Bodegón" (1958)


El sentimiento romántico de que la esperanza ha muerto, se puede apreciar en las pinturas y grabados figurativos del francés Bernard Buffet, los cuales expresan un sentimiento de ansiedad asociada al movimiento filosófico existencialista, que concibe a los hombres como seres que crean su propio mundo al rebelarse contra la autoridad y aceptan la responsabilidad personal de sus acciones, sin el respaldo ni el auxilio de la sociedad, la moral tradicional o la fe religiosa; sólo les queda negarse y rebelarse.
Entre las pinturas que exponen su mensaje por medio de símbolos caligráficos, las de André Masson son testimonio de un mundo sentimental turbulento e intranquilo.

André Masson. "Génesis I" (1958)

Estos jeroglíficos poseen un conocimiento propio, una emoción casi caótica. Masson, que durante largo tiempo ha sentido la opresión de las cosas reales, siente el caótico torbellino del mundo como una amenaza.
Otros pintores se volcaron más a tomar como punto de partida el color.
Es el caso por ejemplo, del ruso nacionalizado francés Nicolás de Staël, cuya obra está en la frontera entre la abstracción y el realismo. El color abstracto es su base, y éste hace salir, como por arte de magia, una gama de formas. Esta metamorfosis confiere a sus telas una significación que en último término proviene de su sentimiento panteista de la vida. El color es la materia prima con la que el artista crea su mundo.

Nicolás de Stael. "Paisaje siciliano" (1955)
También el pintor holandés Gerrit Benner usa el color como punto de partida y construye sus armonías basándose en él. Su mundo es el de un niño que contempla admirado hombres y animales, y la armonía que su espíritu descubre es el sencillo ambiente en que se desarrolla la vida diaria. Como los pintores del Blaue reiter, intenta descubrir la unidad que enlaza todas las cosas de la naturaleza unas con otras y con el hombre.

Gerrit Benner. "Granja" (1954)


En el caso de Ernst Wilhelm Nay pasó lentamente desde el expresionismo a la abstracción. Después de la guerra, Nay descartó todo lo que pudiera hacer pensar en objetos reales y dejó que el color llevara su propia e independiente vida. Sus colores se despliegan con toda su fuerza en un himno dionisíaco, en radiantes racimos de color y sólo color.
Ernst Wilhelm Nay. "Parábola" (1958)

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