jueves, 11 de octubre de 2012

Años 20, 30 y 40 - Formas musicales que marcarán una época: el tango



El Tango: la música del Río de la Plata
Introducción
Mientras en Estados Unidos el jazz emergía con toda su fuerza, en América del Sur, en el Río de la Plata cobra notoriedad el tango, una expresión musical y un baile original que se introduce y populariza en el resto de América y Europa en las primeras décadas del siglo XX.
Considerado al principio como indecoroso por su origen portuario y orillero, el tango surge en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires y en Montevideo a fines del siglo XIX, en medio de un ambiente en donde la ciudad se transformaba en una inmensa urbe, causa de la inmigración y el progreso.

La mezcla de los inmigrantes, de los negros y de los gauchos que llegaban a Buenos Aires y Montevideo luego de quedarse sin trabajo en el ejército, han hecho del tango un producto cultural único en el mundo y capaz de resaltar en él todas las características de los habitantes del Río de la Plata.
Buscar los orígenes del tango es una apasionante aventura que nos lleva a internarnos en el pasado del Río de la Plata, accediendo a un mundo lejano y lleno de misterio. Si bien afines de la década de 1880 comienzan a aparecer definidos ya los elementos estructurales del tango, este género musical tenía su prehistoria.

Hacía muchos años que la palabra se utilizaba como sinónimo de baile de negros o reunión festiva de la gente de color. Buscando una individualidad, el tango- que pronto se llamaría "tango criollo" en el Rio de La Plata, para diferenciarse del andaluz- reúne distintos elementos que sabiamente combinados por sus anónimos creadores gestará lal más original corriente musical de la región.

Entre los antecedentes que ejercieron su influencia en la gestación del tango estuvieron: el ritmo de la habanera, que se iba expandiendo por todo el continente; los aportes llegados del viejo continente -fundamentalmente italiano- con su carga de nostalgia; y por otro lado, la milonga, que con su languidez le dio una incipiente melancolía que años después despertaría como elemento indisoluble del tango.
La milonga se sumó al nuevo ritmo y con figuras del candombe se iría gestando la manifestación coreográfica del tango, que poco a poco se transformaría en una danza de pareja abrazada, muy sensual y muy vistosa, pero que traía como origen generador, la actitud del negro ante la música.

El tango - Baile

Una de las características que mejor definen el tango es su coreografía.

El tango tuvo su origen en el movimiento del baile negro, en esas figuras tan peculiares que se definieron como el corte y la quebrada. Eran estas figuras creadas por los negros en su baile suelto. El bailarín detenía su avance bruscamente, y ésto era el corte para realizar movimientos bruscos en los que quebraba su cuerpo.


De ahí la expresión "quebrada" para definir este movimiento. El compadrito, nuevo habitante de los arrabales, producto de la inmigración, iba a adaptar estas figuras en una novísima danza de la pareja abrazada. Aparecerían aquí esos movimientos, pero de a dos en un solo abrazo y con una música que en principio no debe haber sido tango, sino cualquier otro baile de la época. Esta danza habrá provocado seguramente la necesidad de una música hecha  a medida. Mazurcas, habaneras y milongas se habrían transformado aceleradamente en un nuevo género: el tango criollo.


Este baile fue adoptado en principio por gente de pocos recursos económicos, y se ejecutaba y bailaba generalmente en prostíbulos.
Iban a pasar más de 20 años hasta que el tango, ya definido como una danza original comenzara a introducirse en los hogares del Buenos Aires de entonces.

La música
De esta manera, el ritmo de la milonga pampeana asociado con el de la habanera, la melodía del couplé madrileño, siguiendo la coreografía que el compadrito había tomado del candombe. iba a dar un resultado sorprendente: el tango criollo, del cual son claro ejemplos "El Choclo" o " El Entrerriano".


Este estilo de tango va a reinar hasta 1917 aproximadamente, época en que se produce un gran cambio. Y será rápido porqué ya en 1920 el ritmo será otro: más lento y con otra acentuación. El tango criollo - que se tocaba en 2x4 y era todavía muy cercano a la milonga - se transforma en el tango a secas, que se interpretará en cuatro tiempos y provocará otra forma de bailar más lisa. El clásico cuarteto de tango -bandoneón, violín, flauta y guitarra- dará lugar a la orquesta típica con bandoneones, violines, piano y contrabajo.

Aquellos tangos primitivos, que a veces se cantaban con letras alegres, escritas en primera persona y contando las hazañas del protagonista:

" Soy hijo de Buenos Aires/ me llaman el Porteñito/ el criollo más compadrito/ que en esta tierra nació"

dejarán el lugar al dramático lamento de aquel que sufre, por la pérdida de los afectos más profundos:

"Percanta que me amuraste/ en lo mejor de mi vida/ dejándome el alma herida y espina en el corazón...."

Y desde entonces, los tangos serán canciones o coloridas estampas instrumentales.

En este caso será habitual la división entre los tangos-milongas como se llamará a aquellos cuya estructura es especial para el baile, o los tangos-romanza, como "Aromas" o "Flores negras", con un desarrollo melódico de fuerte romanticismo. Y de ahí en más, se entrecruzarán estos estilos para provocar un desarrollo de sorprendentes variaciones que permitirá afirmar la enorme riqueza temática del tango rioplatense.

Los primeros conjuntos
Al parecer, durante los primeros años, el tango se interpretaba  con el aporte de  diversos instrumentos; todos ellos portátiles, por lo que no faltarían  el violín y la guitarra. También la flauta era habitual, combinándola, a veces, con el  arpa, y otras con clarinete armónica. No se usaba todavía el piano, que comenzó a aparecer como instrumento solista, en casas de baile y prostíbulos.
Con la llegada del siglo XX, comenzó a popularizarse el bandoneón, recibido con beneplácito en las formaciones tangueras, que se estabilizarían hacia 1910 con la integración de bandoneón, violín, flauta, y guitarra.
De origen alemán, este instrumento se convertiría en el más representativo del Río de La Plata. Tanto es así, que poco después no se concibiría tango sin bandoneón. Y hasta nuestros días, ese sonido tan especial es el más característico del conjunto típico.

El bandoneón lograría tanto prestigio que sus ejecutantes se convertirían en los músicos más populares, y la mayoría de los conjuntos primitivos estarían encabezados por bandoneonistas, a quienes se los llamó en épocas primitivas " mandoleonistas o bandoleonistas".
Ya, en la década de los treinta, los conjuntos aumentan el número de integrantes, llegando a tres y cuatro bandoneones. Antes de la divulgación de los amplificadores eléctricos, se formaban orquestas gigantescas con hasta una veintena de bandoneones.
Finalmente se llegará al equilibrio: 4 bandoneones, combinación que permite hacer variaciones a cuatro voces, típicas en el tango.

El bandoneón fue para los poetas del tango como el compañero de la tristeza:
"Has querido consolarme con tu voz enronquecida/ y tu nota dolorida aumentó mi berretín..." escribía Pascual Contursi en la década del veinte abriendo una línea que culminaría con las poesías de Manzi: " Fueye" y " Che Bandoneón".

Las Orquestas típicas
Vicente Greco, célebre músico de los comienzos del tango, es el primero en utilizar el nombre "Orquesta Típica Criolla" para definir al conjunto musical especializado en la ejecución de tangos. Poco después se llamarían "Orquestas típicas" o simplemente "Típicas". Perderían el agregado de "Criollas" cuando esas orquestas se conformaran con bandoneones, violines, piano y contrabajo.

Paralelamente, el "Tango Criollo" se transforma en "Tango", a secas.
En estos cuartetos primitivos -" las orquestas Típicas Criollas"- el bandoneón y el violín eran los instrumentos encargados del canto de la melodía, la guitarra era responsable del acompañamiento y la flauta, alternativamente, o se sumaba a la melodía o agregaba adornos musicales a la interpretación.

De las " Orquestas típicas criollas" las más importantes fueron las de Vicente Greco, Juan Maglio "Pacho", Genaro Espósito ( El Tano Genaro) Eduardo Arolas y Augusto Berto.

También las Bandas y Rondallas, conjuntos conformados para la ejecución de un variado repertorio, interpretaron tangos, en un estilo diferente al de las orquestas, pero igualmente válido. Las orquestas de tango tenían ya un tono melancólico, las bandas, en cambio, tocaban sus tangos con más alegría.

Las casas de baile

Una vez afianzado el tango, con su estructura musical bien definida, aparecerían las casas de baile en las que con la participación de un pianista, se organizarían fiestas privadas sobre la base de un repertorio tanguístico.


"La casa de Laura", en Paraguay y Pueyrredón, y la de María la Vasca, en Carlos Calvo y Jujuy fueron las principales.
Generalmente se realizaban bailes organizados para clientes adinerados. Se garantizaban tangos, alcohol y mujeres.
En una de esas reuniones se estrenó en 1897 el tango " El Entrerriano" de Rosendo Mendizábal. Rosendo era un pianista muy celebrado en aquel tiempo. Solía intervenir con frecuencia en aquellas "tenidas" de tango. Y en unas de esas reuniones estrenó su tango que dedicó a un estanciero de Entre Ríos que había concurrido a la fiesta. Este hecho era habitual y siguió siendo así por muchos años. No era raro que el destinatario de la dedicatoria agradeciera al compositor con un reconocimiento económico.

Así como se bailaba el tango en casas coquetas y con gente de dinero, en los barrios humildes el escenario era el patio. Generalmente los bailes eran "de formativo", es decir que los concurrentes aportaban una consumición que servía para contratar a los músicos y solventar los gastos a los que obligaba la reunión.
Paralelamente se instalarían " las Academias", lugares de baile en los que se pagaban unos centavos por pieza bailada. Estaban ubicadas en barrrios diferentes.
Pero el mayor esplendor llegaría a fines de la década del diez, con el apogeo del tango en las lujosas salas del cabaret El Abdullah Club, L'Abbaye Montmartre, Royal Pigalle, Tabarís y Chantecler, entre otros nombres que dan jerarquía a una época. Grandes orquestas se destacaron en esos salones  donde se estrenaron, además, grandes tangos. En el salón "Armenonville",comenzaría la trayectoria ante el gran público, Carlos Gardel.
 
Los Bailarines
Dentro de la mitología tanguera, el bailarín de tango es un personaje de gran trascendencia. Admirado como pocos, no tuvo sin embargo el reconocimiento económico que lograron otros cultores del tango. Ahora, gracias al espectáculo " Tango Argentino", el tango como danza ha conquistado el mundo. Y para los bailarines se han abierto insospechadas fuentes de trabajo.

La crónica tanguera reconoce como un pionero del tango a Filiberti, padre de Juan de Dios Filiberto. a quien se considerò el primer bailarín de tango de prestigio, allá por el año 1885.

Ya , en este siglo, se conocen los nombres de aquellos bailarines que sentaron fama pero de los cuales lamentablemente no nos queda testimonio ya que no hay filmaciones de sus bailes.

Se menciona, como uno de los grandes a "el Mocho" Undarz, así llamado por faltarle un dedo, que bailaba con "La portuguesa", el Flaco Falfredo, Pablo Lento, El Tarila José Giambuzzi, Attilio Supparo. El rengo Cotongo, el Vasco Aín. gran difusor del tango bailado a principios de siglo a quien sucedió otro gran bailarín y difusor de nuestra danza: Bernabé Simara.
Todos coinciden en considerar como el más grande de los bailarines a "El Cachafaz" Benito Bianquet. Este bailarín está considerado como el mejor de su época y , afortunadamente, nos han quedado algunas escenas filmadas de su forma de bailar:

El tango que bailaban estos pioneros era pleno de figuras, las clásicas eran los cortes y las quebradas. Si lo vemos hoy nos parece casi una exageración.
En los años posteriores, y, sobre todo en la década del '40 el tango se alisó, se hizo menos espectacular y tal vez más elegante.
Este proceso comenzó a gestarse hacia 1920 en los cabaret del centro.

Francisco Canaro, testigo presencial de todo aquello, en su libro "Mis Memorias" hace un colorido relato del tango bailado en el Pigalle de la calle, dónde él tocaba con su orquesta. Dice Canaro: "Puede decirse que el Pigalle se convertió en academia del tango porqué allí se daba cátedra de la danza y se bailaba maravillosamente bien. Y aunque esta danza se meció en cuna de arrabal, progresó y se difundió rápidamente palmo a palmo, escalando posiciones hasta adueñarse de la muchacha porteña. Sentó sus bases en el Pigalle entre la flor y la nata de la juventud trasnochadora, que hizo del tango un verdadero culto.
Lo bailaban con una seriedad religiosa, con un compás metronómico y una elegancia impecable no exenta de filigranas que jamás perdían el compás. Y, guay, del extranjero que borracho bailara a contramano saliéndose de la rueda e interrumpiendo la armonía y la estética de la danza; se le armaba enseguida una tremenda protesta que hacía quedar en ridículo al pobre tipo."

Las primeras letras
Es habitual mencionar el año 1917 como el del nacimiento del tango canción. Es entonces, cuando Carlos Gardel estrena los versos de "Mi noche triste" escritos por Pascual Contursi con música de Samuel Castriota. El dato es cierto, pero también es cierto que, desde su origen, el tango se había cantado infinidad de veces.


Angel Villoldo y Alfredo Gobbi se encargaron de escribir y grabar en discos una cantidad muy grande de obras en un repertorio en el que el tango era el sustento básico. Estos tangos estaban escritos en primera persona y generalmente contaban con humor las hazañas del protagonista, sus conquistas amorosas, su habilidad como bailarín. "El Porteñito", tango que Villoldo dió a conocer en 1903, es un claro ejemplo de este estilo primitivo de letra de tango que tiene mucho de couplé. 
 
En 1905 nace "La Morocha", con características similares pero para ser cantado por una mujer. La protagonista es " la gentil compañera del noble gaucho porteño", y con este tango se logró el ingreso de la canción porteña a los hogares. El tango era rechazado porque el ambiente en el que se había desarrollado era todo lo contrario a lo que se pretendía en la vida familiar.

Pero la letra de "La Morocha", simple, grata y popular, en la que aparecían las costumbres sencillas de aquel tiempo no tenía motivo alguno de objeción. Curiosamente este gran éxito marcó la declinación de un estilo. Ya no se repetiría tal furor en una canción de tango hasta la aparición de lo que se conocería como "Tango canción". Como decíamos antes, Gardel estrena en 1917 " Mi noche triste". Fue el primer tango que cantó y el primero del nuevo estilo.




"Percanta que me amuraste/ en lo mejor de mi vida/ dejándome el alma herida/ y heridas en el corazón...."

Esto cantaba Gardel y en los versos de Contursi nacía un nuevo género cantable. Estaban aquí los elementos básicos de la posterior letra del tango: la ruptura sentimental, el alcohol como método de olvido y el lenguaje entre cotidiano y lunfardesco.


Otro hito fundamental se produjo ese mismo año en el Río de la Plata.
En la noche del 19 de abril de 1917 en Montevideo -Uruguay-, se estrenó en el entonces Café y Confitería "La Giralda", el tango "La Cumparsita", conocido universalmente como El Himno de los Tangos, una obra del compositor uruguayo Gerardo Hernán Matos Rodríguez.

Matos Rodríguez compuso "La Cumparsita" (tango instrumental) a manera de marcha, para la juvenil agrupación carnavalesca de la Federación de Estudiantes Universitarios que él mismo integraba junto a otros asociados, en Montevideo y con sede en la calle ltuzaingó. Allí en este lugar Matos compuso la obra y la interpretó por primera vez.
Se difundió la obra por las calles y transcurridos algunos días, su autor la llevó ante el renombrado pianista y director argentino Roberto Firpo, quien por segundo año consecutivo era la atracción tanguera del café y confitería La Giralda (18 de Julio y Andes, pasiva sobre Plaza Independencia).

La historia de "La cumparsita" ha tenido sucesivas idas y venidas en el transcurso del tiempo: Matos, su autor, vendió los derechos de propiedad a la editorial Breyer. Mas tarde  inició gestiones para recuperar su obra, lo que consiguió por mediación de varios amigos (Enrique Delflno, Emilio Fresedo y José de Grandis entre otros) en 1923. También fue polémica la letra que escribieron Pascual Contursi y Enrique Maroni, modificándole además el título llamándole: "Si supieras". Matos entabló una demanda contra los mencionados autores por haber actuado sin su consentimiento. La causa fue resuelta, mucho tiempo después, a favor del compositor uruguayo, aunque los letristas argentinos siguieron percibiendo beneficios con "Si supieras".

Matos Rodríguez ante la negativa de su amigo Víctor Soliño a versificar la tan difundida obra, escribió a su vez una letra de tango, que tuvo en su momento bastante difusión.

La obra alcanza su punto más alto cuando Carlos Gardel graba la letra de Contursi y Maroni para la composición de Matos

Pero en abrumadora mayoría la obra triunfa como "La Cumparsita" exclusivamente instrumental, siendo las más famosas interpretaciones las de Roberto Firpo y su cuarteto, las clásicas de Aníbal Troilo y Juan D'Arienzo, la vanguardista de Astor Piazzolla y su orquesta de cuerdas, la del Primer Cuarteto de Cámara del Tango y la del cuarteto Troilo-Grela.
En base a "La Cumparsita" se hizo una película en Buenos Aires con Hugo del Carril y en diferentes grabaciones se incluye en los filmes: "Una Eva y dos Adanes", "El ocaso de una vida", y más recientemente en "Alice", de Woody Allen.

La Picaresca Tanguera
Hubo en el tango, allá por sus comienzos, una serie de títulos que hoy llamaríamos "trangresores". Generalmente expresaban una segunda intención que seguramente escandalizarían a la moral de la época. Quedaron, sin embargo, como particular testimonio de un tiempo lejano.

Es en las letras de tango, donde se puede apreciar en su total dimensión, la riqueza del lunfardo.
El lunfardo constituye el repertorio de voces y modismos populares característicos del Río de la Plata, especialmente de Buenos Aires y Montevideo; en los comienzos fue de carácter inmigratorio, y al circular en los estratos bajos de la sociedad se enriqueció con aportes autóctonos, algunos de cuyos elementos se incorporaron al habla común de la ciudad de origen y su zona de influencia cultural.

De 1890 aproximadamente es el tango de Pedro Quijano " ¡Qué polvo con tanto viento!".Posteriormente surgirían tangos como " Tres sin sacar" o " El 69".
Generalmente estos tangos se editaban con una ilustración en su carátula que tenía un caracter equívoco. Así en " Afeitáte el 7 que el 8 es fiesta", tango de Lagomarsino, podía verse un almanaque en el que caía la hoja del día 7 y se dejaba ver la del 8.
"Va Celina en la punta", otro título de tango primitivo, tenía en la carátula una yegua de nombre Celina, ganando una carrera en el hipódromo. La lectura del título daba otra impresión. Hay un tango de Terés titulado " Tocáme La Carolina". En la Carátula, el dibujo representa una pareja sentada en el sillón. Al lado, un piano. En el atril una partitura titulada "La Carolina". El hombre, algo le está diciendo a la dama. La duda es, si lo que dice el hombre es el título de la obra o le está diciendo " Tocamelá Carolina". Los títulos de tangos con doble intención constituyeron una larga lista y bastante subida de tono para la época. Una selección de groserías disfrazadas aflora en infinidad de tangos primitivos, que seguramente serían interpretados en prostíbulos de la época.

El abcd del tango
Este curioso alfabeto tanguero, propuesto por Sigfredo Pastor, por otro lado, insigne pintor de merecida fama mundial, está formado con las iniciales de cuatro figuras fundamentales del tango, en un momento muy especial de su evolución, es decir cuando el tango deja su indumentaria primitiva para lanzarse a un cambio que lo hará crecer y ganar cada vez más público.
Si bien  muchos fueron quienes protagonizaron esa aventura, este relato se basa en Arolas, Bardi , Cobián y De Caro.

Eduardo Arolas era bandoneonista. Un romántico, un creador. Se destacó como compositor e intérprete. De su inspiración nacieron obras como " La Cachila", " Derecho viejo", " La guitarrita", " Comme il faut", " El Marne"·
Como intérprete, en sus comienzos tocaba al estilo habitual de principios de siglo, pero poco a poco su orquesta se convirtió en un grupo innovador. Comenzó a tocar en una forma más pausada y concedió gran importancia a los matices en la interpretación, algo que hasta el momento no se hacía.
El aporte de Arolas, como bandoneonista, director y compositor es la base del desarrollo del tango. Arolas murió muy jóven, a los 32 años en Francia. Había nacido en Barracas, de padres inmigrantes franceses.
Fue uno de los intuitivos de aquella época, creador, según Julio De Caro, del fraseo y del rezongo en su instrumento. Comenzó con un conjunto pequeño, llegó a dirigir una orquesta numerosa para aquella época, agregó el violonchelo a sus interpretaciones, y en el momento de mayor triunfo, al parecer por un desengaño sentimental, abandona todo para ir a Paris. Aquí intenta rehacer su vida . Comienza a trabajar , pero al poco tiempo muere. El tango pierde así a uno de sus máximos exponentes.

Agustín Bardi es uno de los compositores más destacados del tango. En un tiempo se lo llegó a considerar "el compositor de los músicos", por la admiración que sus colegas le profesaban. Sin embargo sus obras tardaron bastante en ser famosas y consagradas.
Tal vez haya influido el hecho de no haber sido director de gran renombre.
Alguna vez se dedicó a su oficio de pianista, pero su actividad no fue constante, y ni siquiera grabó discos. En cambio su producción como autor es fantástica.
Su contribución a la composición del tango fue notable. Fue muy admirado por los colegas que han incluido en sus repertorios una infinidad de grabaciones de sus obras además de dedicarle temas  tan conocidos como "Don Agustín Bardi" de Salgán; "Adiós Bardi" de Pugliese ; "Bardi" de Padula.
Bardi escribió tangos tan destacados como "El Baquiano", "C.T.V.", "Gallo ciego",  "Lorenzo", "Que noche!", "Tinta verde".
Los tangos de Agustín Bardi son bien criollos, porque además de estar perfectamente ubicados en el estilo del tango, transpiran la honda influencia de la vidalita argentina.

Seguramente hubo entre Bardi y Arolas una gran afinidad. Los dos colosos del tango cubrieron un panorama amplio de  la música ciudadana: Arolas, con su visión del exterior que se percibe en algunos títulos como  " El Marne"; Bardi con su visión al interior y tangos como "Se han sentado las carretas" de profundas raíces criollas. Arolas  trabajó junto a Bardi en varias ocasiones, una vez ilustrándole la portada de la edición musical del tango "Tinta verde" , otra vez, sugeriéndole el título del tango "Que noche!" commemorando la nevada del 22 de junio de 1918.

La "C" corresponde a Juan Carlos Cobián, que fue uno de los compositores más inspirados del tango. Comenzó como pianista de algunos conjuntos.  Se destacó poco a poco como compositor con tangos como "El motivo", "A pan y agua". Luego formó su propia orquesta, una de las expresiones más perfectas de su tiempo. Era la época en la que ya afloraban talentosos  músicos de la talla de Canaro, Firpo, Fresedo entre otros.
Su conjunto se destacó rápidamente por su calidad y por los tangos de su director, como "Shusheta" o "los Mareados". Sin embargo todo este adelanto, en cuanto a composición orquestal y a la composición romántica se truncó con el viaje del maestro a Estados Unidos. Sus continuos desplazamientos le impedirían el desarrollo orgánico de su agrupación. Su labor de compositor superaría ampliamente la del trabajo como director de orquesta.

En los primeros años de la década del veinte. Arolas muere. Bardi y Cobián escriben sus obras maestras. Aparecen Canaro con su estilo entrador, Firpo con sus melodías y Osvaldo Fresedo con su estilo milonguero y romántico; y muchos otros que conforman un grupo de intelectuales, creadores de una nueva forma en la música del tango. Cambia el ritmo del viejo 2x4 al 4x4 y se hace más pausado y cadencioso, más romántico y sensual.

Y surge De Caro, el continuador de la música de Cobián. Es más, De Caro era músico de Cobián y continúa con algunos de los integrantes de su grupo. Su aporte fue importante.
Él desarrolla la propuesta inicial marcándola con su estilo. Su conjunto toma un vuelo creativo que es uno de los más importantes movimientos en la renovación tanguera.
Lo que años después se llamaría Escuela Decareana. Se trata de un estilo muy emotivo, profundo sentimental y vigoroso. Julio De Caro tuvo excelentes colaboradores, como su hermano Francisco en el piano y los bandoneonistas Pedro Maffia y Pedro Laurenz.
De Caro fue importante también como compositor. De él  recordamos: "Todo Corazón", "Buen Amigo", "El Monito", "Guardia Vieja", "La Rayuela", "Tierra querida", "Copacabana", "Boedo", "El arranque".

Carlos Gardel
A partir de las primeras décadas de este siglo la música y el baile se popularizan y adquieren los cánones básicos aún perdurables. Carlos Gardel fue sin duda su cantante más famoso.

No se tiene muy en claro el lugar de nacimiento de Carlos Gardel. Algunos dicen que nació en Tolouse, al sur Francia, y otros que lo califican como oriundo del pueblo de Tacuarembó, en el centro geográfico del Uruguay. Lo cierto es que sea donde sea el lugar, su fecha de nacimiento es el 11 de Diciembre de 1887, y no cabe ninguna duda que su destino era el de ser una figura mundial de la mano de la música rioplatense.

Apodado "el morocho", cantó en sus primeros años junto a José Razzano "el oriental". Tras la enfermedad de Razzano, el dúo se separó, y Carlos Gardel inicia su carrera como solista.

Su primer disco lo grabó en 1917: "Mi Noche Triste", el primer Tango Canción en la historia del tango.
Desde ese entonces el cantante siguió por el camino del éxito y la gloria, llenando los escenarios más prestigiosos de Europa, principalmente de París en donde conoció a Alfredo Le Pera, con el cual compuso tangos inolvidables como "Volver", "El Día que me Quieras", "Por una Cabeza" y "Cuando tú no Estás".

Ya famoso en todo el mundo, su próximo paso fue el ser actor para la Paramount Pictures en EE.UU.
En 1933 debuta en Nueva York, donde continúa rodando varias películas, todas ellas dentro del género musical y destinadas a su lucimiento como cantante. Entre su filmografía destacan: Encuadre de canciones (1930), Luces de Buenos Aires (1931), Espérame (1932), Melodía de arrabal (1932), Cuesta abajo (1934), El tango en Broadway (1934), Cazadores de estrellas (1935), El día que me quieras (1935) y Tango bar (1935).
El 24 de junio de 1935, el avión en que viajaba de Colombia se estrelló, y así murió esta figura, leyenda y mito, parte esencial de la mejor música popular y símbolo del Río de la Plata.

CURIOSIDADES PARA COMPARTIR:

Un documental que realizáramos sobre el Tango, "Gotán", en Montevideo - Uruguay:


 El tema "El choclo", de Ángel Villodo en versión de Louis Armstrong:


La "Cumparsita" ha formado parte de la banda sonora de innumerables películas. Aquí, en una película llamada casualmente"Tango", del director español Carlos Saura.




Algunas letras de tangos:

MUSA REA
(Letra de Celedonio Esteban Flores)

No tengo el berretín de ser un bardo,
chamuyador letrao, ni de spamento.
Yo escribo humildemente lo que siento
y pa' escribir mejor, ¡lo hago en lunfardo!...

Yo no le canto al perfumado nardo
ni al constelao azul del firmamento.
Yo busco en el suburbio sentimiento...
¡Pa' cantarle a una flor...le canto al cardo!...

Y porque embroco la emoción que emana
del suburbio tristón, de la bacana,
del tango candombero y cadencioso,
surge a torrentes mi mistonga musa:
¡es que yo tengo un alma rantifusa
bajo esta pinta de bacán lustroso!


Bandoneón arrabalero
(Letra de Pascual Contursi, compuesto en 1926 y grabado por Carlos Gardel el 20-10-1928)

Bandoneón arrabalero
viejo fuelle desinflado,
te encontré como a un pebete
que la madre abandonó
en la puerta de un convento
sin reboque en las paredes,
a la luz de un farolito
que de noche te alumbró.

Bandoneón,
porque ves que estoy triste
y cantar ya no puedo,
vos sabés
que yo llevo en el alma
marcao un dolor.

Te llevé a mi pieza,
te acuné en mi pecho frío,
yo también abandonado
me encontraba en el bulín;
has querido consolarme
con tu voz enronquecida
y tus notas doloridas
aumentó mi berretín.


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