Con
el fin de la
Primera Guerra Mundial , el movimiento nacionalista indio
intensificó su actividad. La India clamaba por su independencia del gobierno
británico. Uno de los más respetados líderes
espirituales y políticos del siglo XX irrumpe: Mahatma Gandhi.
La
India representa, junto con las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, una de
las más esplendorosas cunas de la civilización.
Tres
mil años a.C., los pobladores drávidas del valle del Indo construyeron
alrededor de un centenar de ciudades, crearon una escritura (aún hoy no
descifrada), y desarrollaron una próspera economía basada en la agricultura
irrigada, que mantuvo un activo comercio en la región. Tras ellos
llegaron oleadas de pueblos indoeuropeos y surgió la civilización védica.
Los
himnos védicos compuestos durante éste y posteriores períodos representaron la
emergencia y cristalización de las características clave del sistema
sociorreligioso conocido como hinduismo.
Casi todo lo que se conoce con
seguridad de la situación política es que en el curso del I milenio a.C., en la
región limitada por el Himalaya, los tramos del sur del Ganges, la cordillera Vindhya
y el valle del Indo se establecieron 16 estados autónomos. De estos estados,
formados tanto por repúblicas como por reinos, el más importante fue Kosala,
reino situado en la región que en la actualidad ocupa Oudh. Otros reinos
importantes fueron Avanti, Vamsas y Magadha. Este último reino ocupaba el
territorio de la moderna
Bihar ; a mediados del siglo VI a.C. se convirtió en el
reino dominante en la
India. Durante el reinado de su primer gran rey Bimbisara
(543 hasta 491 a .C.),
Buda y Vardhamana Jnatiputra, fundadores del budismo y jainismo
respectivamente, predicaron y enseñaron en Magadha.
La
historia de la India, marcada por una serie de dinastías e invasiones (griegos,
escitas, árabes, afganos, mogoles), se caracterizó por un alto desarrollo
económico, artístico y científico, y por un papel importante de la religión,
provocándose conflictos entre el budismo y el brahamanismo.
Por
otra parte, la India -estratégicamente ubicada- fue desde tempranas épocas
punto de interés para los imperios coloniales.
Los
portugueses, en el siglo XVI, al establecer relaciones de amistad con el reino
dominante del Decán, se aseguraron el monopolio del comercio marítimo indio y
lo mantuvieron durante un siglo. A comienzos del siglo XVII se rompió el
monopolio portugués por parte de la Compañía Holandesa
de las Indias Orientales; y dos años antes, la reina Isabel I de
Inglaterra había otorgado un fuero a una organización mercantil similar, la primera Compañía Inglesa
de las Indias Orientales, fundando en 1612 su primera factoría en Surat, en el
golfo de Khambhat.
Una
serie de batallas navales y conflictos armados entre los imperios coloniales -a
las que se sumó Francia- se sucedieron
en pro del dominio territorial y comercial.
Los
éxitos de la Compañía
Inglesa de las Indias Orientales hizo que el Parlamento
inglés la convirtiera en una agencia semioficial del gobierno británico, y más
tarde -debido a la sublevación de los cipayos- es la propia corona británica la
que asume la dirección sobre la India.
El gobierno británico, con un poderío mlitar superior, y
sirviéndose de sobornos y de la manipulación política de los dirigentes indios,
gracias a la desunión entre los diferentes reinos y principados, prepararon el camino para la dominación
de todo el subcontinente y las regiones contiguas.
A
intervalos esporádicos, estados indios individuales y grupos de estados
resistieron con fiereza, pero fue en vano y no pudieron evitar la explotación y
ataques territoriales por parte de la Compañía.
No
obstante, la India se benefició de diversas mejoras y reformas introducidas por
la administración inglesa. Se construyeron ferrocarriles, puentes, carreteras y
sistemas de irrigación; se establecieron servicios de telégrafo y postales y se
impusieron restricciones al sati (la inmolación de las esposas en las piras
funerarias de sus esposos), el comercio de esclavos y otras costumbres
antiguas. Estas innovaciones y reformas, sin embargo, levantaron poco
entusiasmo entre los indios, muchos de los cuales asistían a la modernización
de su país con miedo y desconfianza.
Rebelión de los cipayo.
Nacionalismo indio.
Mientras
aumentaba el malestar en la India, se extendió un movimiento conspiratorio a
gran escala entre los cipayos, las tropas indias empleadas por la Compañía Británica
de las Indias Orientales. El levantamiento general, conocido como la rebelión
de los cipayos, comenzó en Meerut, ciudad próxima a Delhi, el 10 de mayo de 1857.
Estalló por
una reacción espontánea de tropas hindúes y musulmanas ofendidas
respectivamente por el uso de grasa de vaca y de cerdo en un nuevo tipo de
cartucho, y se convirtió en una expresión más general de la oposición al
gobierno británico bajo la bandera de Bahadur Shah II, emperador titular del
moribundo Imperio mogol.
Los amotinados ocuparon Delhi y otros centros
estratégicos, masacraron a cientos de europeos y el 30 de junio sitiaron la
residencia británica en Lucknow. En noviembre la ciudad fue liberada y los
refuerzos de tropas británicas y cipayos leales se apresuraron a marchar a las
áreas desafectadas. Las luchas continuaron en 1859, pero para junio de 1858 los
principales puntos fuertes rebeldes habían caído.
Siguió
un período de represalias por parte de las tropas británicas, sobre todo en
Delhi, donde murieron miles de personas, muchas sin juicio. En ese mismo año
las autoridades judiciales de la Compañía de las Indias Orientales declararon
culpable de cargos de rebelión a Bahadur Shah II y le sentenciaron a cadena
perpetua, cerrando de esta forma el último capítulo de la historia mogol. Una
de las consecuencias que trajo el motín indio fue la aprobación por parte del
Parlamento británico, del Acta para el Mejor Gobierno de la India en 1858, que
transfería la administración de la India de la Compañía de las Indias
Orientales a la Corona británica.
Muchos
de los abusos que prevalecían en la India durante el gobierno de la Compañía de
las Indias Orientales fueron erradicados o modificados después de que el
gobierno británico asumiera el control de los asuntos indios. Se instituyeron
importantes reformas fiscales, gubernamentales, judiciales, educativas y
sociales y el sistema de obras públicas se extendió de forma notable.
El
gobierno británico había heredado un gran número de problemas difíciles, entre
otros la condición de pobreza en que se encontraba la mayoría de la población
india, el resentimiento popular sobre la condición colonial del país y un
creciente espíritu de nacionalismo. Los frecuentes periodos de hambre que
comenzaron con la hambruna de 1866 en Orissa, que se cobró las vidas de 1,5
millones de personas, contribuyeron en gran manera a la situación de
inestabilidad política. En 1876 el gobierno británico, entonces encabezado por
Benjamin Disraeli, proclamó a
la reina Victoria como emperatriz de la India.
Movimientos nacionalistas
En
los últimos años del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX, se
extendió por la India la agitación social y política. La elite intelectual
india, parte de la cual había estudiado y viajado a Occidente, combinó con
éxito algunos aspectos de ideas y culturas occidentales y orientales. Bajo el
estímulo de unas campañas de propaganda vigorosas en la prensa local,
concentraciones masivas y organizaciones políticas secretas, el nacionalismo
indio comenzó a amenazar seriamente la posición británica en el país.
Tras
el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, numerosos indios, tanto
hindúes como musulmanes, se sumaron a la causa británica. Más de 1,2 millones
participaron en el esfuerzo de guerra británico, sirviendo con valentía y
lealtad en todos los escenarios del conflicto. El movimiento nacionalista, por
lo general inactivo durante los dos primeros años de la guerra, reanudó la
campaña por las reformas políticas fundamentales en el otoño de 1916. La
campaña se inició con una declaración conjunta de demandas mínimas por parte
del Congreso Nacional Indio y la Liga Musulmana , que habían sido forzados a
abandonar su política a favor de los británicos después que Turquía, país
musulmán, entrase en la guerra del lado de los poderes centrales. Siguió una
declaración política por parte del gobierno británico en agosto de 1917 que
prometía un incremento de la asociación de indios en todas las ramas de la
administración y el desarrollo gradual en la India de instituciones de
autogobierno.
Movimiento de
protesta de Gandhi
Tras
la Primera
Guerra Mundial , el movimiento nacionalista indio intensificó
su actividad.
En
este periodo de tumultos, surgió una figura que marcará decisivamente la
historia política de la India, y se convertirá en
uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo XX.: Mohandas K. Gandhi.
Gandhi, miembro de la casta Vaisya
(mercaderes), estudió leyes en Londres y regresó a la India en 1891 para
ejercer su profesión como abogado con escaso éxito. Dos años más tarde, una firma india
con intereses en Sudáfrica le envió como asesor legal a sus oficinas de Durban.
En esa época, Sudáfrica
era controlada por los británicos. Al llegar a esta ciudad Gandhi se encontró con que era
tratado como miembro de una raza inferior. Horrorizado por la negación
generalizada de las libertades civiles y de los derechos políticos de los
inmigrantes indios en Sudáfrica, se involucró en la lucha por la defensa de los
derechos fundamentales de sus compatriotas,permaneciéndo allí durante
21 años. Allí desarrolló un método de acción social directa basado en los
principios del coraje, la no-violencia y la verdad llamado Satyagraha (en
sánscrito, "abrazo de la verdad"). Creía que el modo en que la gente
se comporta vale más que lo que consiguen. Satyagraha promovía la no-violencia
y la desobediencia civil como los métodos más apropiados para alcanzar
objetivos políticos y sociales.
En 1915 Gandhi retornó a la India. En 15 años se
convirtió el líder del movimiento nacionalista indio. Utilizando los postulados
de la Satyagraha dirigió la campaña por la independencia india de Gran Bretaña.
Cuando el Parlamento
aprobó en 1919 las leyes Rowlatt, que daban a las autoridades coloniales
británicas poderes de emergencia para hacer frente a las denominadas
actividades subversivas, el movimiento satyagraha se extendió por toda la
India, ganando millones de adeptos.
El
movimiento de protesta alcanzó proporciones de insurrección el 13 de abril de
1919, proclamado por Gandhi como un día de luto nacional. En Amritsar, en el
Punjab, una muchedumbre desarmada de hombres, mujeres y niños, fue masacrada
por las tropas británicas al mando del General Dyer, mientras efectuaban una
protesta pacífica en una plaza cerrada.
Como
consecuencia de la matanza de Amritsar, el movimiento en contra de los
británicos en la India alcanzó nuevos niveles de intensidad.
Gandhi
proclamó una campaña organizada de no cooperación.
Los indios que ocupaban cargos públicos dimitieron, los organismos
gubernamentales y los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños
abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India, las calles de las
ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a
levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi
fue arrestado pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle
pronto en libertad.
La independencia económica de la India fue
el punto culminante del movimiento swaraj ('autogobierno', en sánscrito) de
Gandhi, que implicaba un boicoteo completo a los productos británicos. Los
aspectos económicos del movimiento eran significativos, puesto que la
explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había
originado una extrema pobreza y la virtual destrucción de la industria de la India. Gandhi
propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las
industrias artesanales. Comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la
sencilla vida campesina que predicaba y del renacimiento de las industrias
autóctonas, tales como el hilado manual.
La influencia política y espiritual del
Mahatma (en
sánscrito ‘gran alma’) era tan grande en la
India que las autoridades británicas no se arriesgaron a atacarle.
En 1921 el Congreso Nacional Indio (o
Partido del Congreso), grupo que encabezó el movimiento independentista, otorgó
a Gandhi autoridad ejecutiva plena, incluido el derecho a designar su propio
sucesor. La población india, no obstante, no entendió plenamente la doctrina de
la no violencia. Estallaron una serie de revueltas armadas contra Gran Bretaña,
y culminaron con tal violencia que Gandhi confesó el fracaso de su campaña de
desobediencia civil, a la que puso fin. El gobierno británico le detuvo de
nuevo y le encarceló en 1922.
Entre
1922, el año de la primera encarcelación de Gandhi por sedición, y 1942, cuando
fue puesto bajo custodia por última vez, la lucha por la independencia india
estuvo marcada por serios contratiempos, entre los que se incluye la renovada
disensión entre musulmanes e hindúes.
Tras su puesta en libertad en 1924, Gandhi
se retiró de la vida política activa y se dedicó a propagar la unidad comunal.
Sin embargo, pronto se vio envuelto de nuevo en la lucha por la independencia.
En 1930 Gandhi proclamó una nueva campaña
de desobediencia civil, convocando a la población a negar el pago de impuestos,
en particular el que gravaba la sal, sobre la que el gobierno británico ejercía
un severo monopolio. Se llevó a cabo una marcha hasta el mar, en la que miles
de indios siguieron a Gandhi desde Ahmadabad hasta el mar de Omán, donde
obtuvieron sal evaporando agua del mar. Una vez más, Gandhi fue arrestado y
puesto en libertad en 1931.
El
gobierno británico fijó una tregua con Gandhi, liberado en enero junto con
otros presos políticos, incluido Jawaharlal Nehru, su socio más cercano, y el
secretario del Congreso Nacional Indio. Mientras tanto la Liga Musulmana , que
manifestaba temor de una dominación hindú, había avanzado sus demandas de
privilegios especiales en el propuesto gobierno del dominio. En el curso de la
controversia que siguió, los encarnizados tumultos entre hindúes y musulmanes
hicieron estragos en muchas comunidades indias. La crisis económica mundial,
que había comenzado en 1929, añadió miseria y sufrimiento a estos altercados, y
desorganizó por completo la economía de la India durante principios de la
década de 1930.
En 1932 Gandhi inició una nueva campaña de
desobediencia civil contra las autoridades británicas. Arrestado dos veces, el
Mahatma ayunó durante largos periodos en diversas ocasiones.
En setiembre de 1932, mientras estaba en la
cárcel, llevó a cabo un "ayuno hasta la muerte" para mejorar la
situación de la casta de los intocables. Los británicos, al permitir que los
intocables fueran excluidos del electorado indio, estaban, según Gandhi,
cometiendo una injusticia. Aunque él mismo era miembro de la casta Vaisya
(mercaderes), Gandhi se consideraba el gran líder del movimiento indio que
tenía como finalidad la erradicación de la injusticia social y económica del
sistema de castas.
En 1934 abandonó formalmente la política y
fue sustituido como dirigente máximo del Partido del Congreso por Jawaharlal
Nehru. Gandhi viajó por toda la India predicando la no violencia y la
desobediencia civil, y demandando la abolición de la casta de los intocables.
La estima en que se le tenía era la medida de su poder político. Tan grande era
su autoridad moral y espiritual que el limitado autogobierno concedido por Gran
Bretaña a la India a través de la promulgación de la Government of India Act
(1935) no pudo ser puesto en práctica hasta que Gandhi lo aprobó.
En
1935, tras una serie de conferencias en Londres entre dirigentes británicos e
indios, el Parlamento británico aprobó la Government of India Act. Esta ley
preveía el establecimiento de cuerpos legislativos autónomos en las provincias
de la India británica, la creación de un gobierno central representativo de las
provincias y estados principescos y la protección de las minorías musulmanas.
Además, la ley preveía una legislatura nacional bicameral y un brazo ejecutivo
bajo el control del gobierno británico. En gran manera influido por Gandhi, el
pueblo indio aprobó las medidas, que pasaron a ser efectivas el 1 de abril de 1937. Muchos
miembros del Congreso Nacional Indio, sin embargo, siguieron insistiendo en la
independencia completa para la India.
En
el ámbito provincial hubo pocas dificultades en la aplicación de la Ley de
Gobierno de la India. No
obstante, el plan para la federación demostró ser inviable por varias razones,
incluidos una sospecha mutua y antagonismo entre los príncipes indios y los
radicales del Congreso Nacional Indio y las demandas musulmanas de que los
hindúes tendrían una influencia excesiva en la legislatura nacional. Como
alternativa, la Liga
Musulmana , entonces encabezada por Mohammed Ali Jinnah,
abogaba por la creación de un estado musulmán independiente (Pakistán). Esta
propuesta encontró una violenta oposición hindú. Para complicar aún más la
situación política de la India, a comienzos de 1939 se eligió presidente del
Congreso Nacional Indio a un nacionalista extremo, Subhas Chandra Bose. No
obstante, en unos pocos meses el Congreso rechazó sus políticas y él dimitió.
Gandhi regresó a la vida política por el
tema de la federación de los principados indios con el resto de la India. Su primer acto
fue una huelga de hambre con objeto de forzar al dirigente del estado de Rajkot
a modificar su régimen autocrático. La conmoción pública que originó este ayuno
fue tan grande que tuvo que intervenir el gobierno colonial británico; se
concedieron las demandas. El Mahatma se convirtió de nuevo en la más importante
figura política de la India.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial ,
el virrey de la India, Victor
Alexander John Hope, Marqués de Linlithgow, declaró la guerra a Alemania en
nombre de la India. Este
paso, dado de acuerdo con la Constitución de 1937 pero sin consultar a los
jefes indios, alejó a Gandhi y a importantes sectores del Congreso Nacional
Indio. Los nacionalistas indios reanudaron sus manifestaciones de desobediencia
civil e intensificaron la campaña por un autogobierno inmediato,
designándolo como su precio por la cooperación en la guerra.
El proceso de descolonización
que se iniciará con el final de la guerra en los países asiáticos y africanos,
otorgará finalmente la independencia al subcontinente indio, que a partir de
ese momento quedará dividido en dos países: la Unión India (con
mayoría de población hindú) y Pakistán (población musulmana).
ANEXO:
EL SISTEMA DE CASTAS
El
término se aplica a cada una de las cinco clases sociales hereditarias
establecidas entre los habitantes de la India. Constituye
el rígido sistema social que perpetúa una jerarquía de generación en
generación, no permitiendo la movilidad entre los estratos sociales. La palabra
‘casta’, utilizada por primera vez por los comerciantes portugueses en el siglo
XVI, procede de la palabra portuguesa casta, que significa tendencia, cuna o
raza.
El
sistema tradicional de castas en la India se desarrolló hace más de 3.000 años,
cuando grupos nómadas arios llegaron del norte hacia el 1500 a .C.; se
instituyó para diferenciar a los aborígenes de los recién llegados.
Entre
los años 200 a .C.
y 100 d.C. los sacerdotes arios escribieron el Código de Manu y crearon el
sistema de castas con sus cuatro grandes divisiones hereditarias -actualmente
vigente- en el que ellos estaban a la cabeza del sistema como dioses terrenales
(brahmanes). Después situaron a los guerreros (kshatriyas), a continuación a
los agricultores y mercaderes (vaisyas) y por último a los trabajadores
(sudras), nacidos supuestamente para ser los siervos de las otras tres castas,
especialmente de los brahmanes.
Muy
por debajo de los sudras (fuera del orden social y destinados a las tareas más
bajas) estaban los sin casta -harijans o intocables-, representados por los
dravidianos que eran los habitantes originales de la India, y a los que se iban
añadiendo los parias o personas expulsadas de su clase social por haber
cometido algún pecado de orden religioso o social. Este sistema de castas
creado por la clase sacerdotal pasó a formar parte de la ley religiosa hindú,
ya que pretendía ser una revelación divina.
Entre
las características del sistema de castas indio se encontraban la pertenencia
estricta y hereditaria a la casta de nacimiento, la posibilidad de contraer
matrimonio sólo con personas de la misma casta, la limitación en la elección
del trabajo y en el contacto personal con miembros de otras castas y la
aceptación por parte de cada individuo del lugar que tenía asignado en la
sociedad.
El
sistema de castas se ha perpetuado gracias a los conceptos de reencarnación
(samsamara) y de calidad de acción (dharma). Según estas creencias religiosas,
todas las personas se reencarnan varias veces y tienen la posibilidad de nacer
en una casta más alta siempre que en su anterior vida hayan obedecido las
reglas de la casta a la que pertenecían. De esta forma el concepto de
"dharma" ha supuesto siempre un freno para intentar en vida ascender
a una casta superior o transgredir el sistema de castas en cualquier relación
social. "Dharma" puede ser también entendido como ‘camino’ u
‘obligación’, indicando la senda por la que discurre la vida de los seres
pertenecientes a una casta en relación con los de otra.
Las
cuatro castas originales han ido sufriendo subdivisiones a lo largo de los
siglos y actualmente resulta imposible determinar su número exacto. Se estima
que en la India existen de 2.000
a 3.000 castas establecidas por la ley brahmánica y cada
región tiene sus grupos propios fijados por ley consuetudinaria.
Actualidad
En
la actualidad ya no existe la obligación del hijo de seguir la profesión del
padre, los hombres de las castas inferiores han alcanzado altas posiciones de
rango y poder, y la excomunión o pérdida de casta no es tan grave como lo era
antiguamente. Además el sistema de castas se ha visto sacudido periódicamente
por grandes cismas eclesiásticos internos y en especial por el auge del budismo
como reacción y protesta contra la intolerable rigidez de este sistema.
Las
reformas de tipo educativo, impulsadas por su principal líder Mahatma Gandhi,
han colaborado para erradicar los aspectos más injustos de este sistema. El
borrador de la Constitución de la India, publicado unos días después de su
asesinato en enero de 1948, incluía una cláusula especial bajo el epígrafe
"derechos humanos" que rezaba: "Queda abolida la intocabilidad y
prohibida su práctica bajo cualquier forma."
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