1926.
Estados Unidos. La televisión -el sistema de transmisión instantánea de
imágenes por medios electrónicos a través de ondas de radio- realiza su primera
experiencia.
La televisión (TV), es el sistema de transmisión
instantánea de imágenes, tales como fotos o escenas, fijas o en movimiento, por
medios electrónicos a través de líneas de transmisión eléctricas o radiación
electromagnética (ondas de radio).
Las imágenes de televisión están formadas análogamente
por un esquema de elementos tonales que configuran una imagen completa. Sin
embargo, a diferencia de los puntos de un grabado o de la transmisión facsímil,
que aparecen simultáneamente en la superficie del papel, los diferentes
elementos tonales de la imagen de televisión aparecen en la superficie de
proyección uno tras otro en una secuencia temporal; forman la imagen porque la
persistencia de la visión los combina para formar una imagen completa.
Historia
La
historia del desarrollo de la televisión ha sido en esencia la historia de la
búsqueda de un dispositivo adecuado para explorar imágenes. El primero fue el
llamado disco Nipkow, patentado por el inventor alemán Paul Gottlieb Nipkow en
1884. Era un disco plano y circular que estaba perforado por una serie de
pequeños agujeros dispuestos en forma de espiral partiendo desde el centro. Al
hacer girar el disco delante del ojo, el agujero más alejado del centro
exploraba una franja en la parte más alta de la imagen y así sucesivamente
hasta explorar toda la
imagen. Sin embargo, debido a su naturaleza mecánica el disco
Nipkow no funcionaba eficazmente con tamaños grandes y altas velocidades de
giro para conseguir una mejor definición.
Los
primeros dispositivos realmente satisfactorios para captar imágenes fueron el
iconoscopio, que fue inventado por el físico estadounidense de origen ruso
Vladimir Kosma Zworykin en 1923, y el tubo disector de imágenes, inventado por
el ingeniero de radio estadounidense Philo Taylor Farnsworth poco tiempo
después. En 1926 el ingeniero escocés John Logie Baird inventó un sistema de
televisión que incorporaba los rayos infrarrojos para captar imágenes en la oscuridad. Con la
llegada de los tubos y los avances en la transmisión radiofónica y los
circuitos electrónicos que se produjeron en los años posteriores a la
Primera Guerra Mundial, los sistemas de televisión se convirtieron en una
realidad.
Exploración de
imágenes
La
subdivisión de una imagen en una secuencia de elementos individuales que más
tarde pueden volver a combinarse con el fin de recrear dicha imagen, se efectúa
mediante una técnica denominada captación de imágenes. El objetivo va pasando
por toda la imagen de forma análoga a como el ojo del lector recorre una página escrita,
palabra a palabra y línea a línea. Esa exploración genera una señal eléctrica
proporcional a la luminosidad del punto explorado. En el receptor, un segundo
dispositivo recrea la imagen del objeto desplazando un punto de luz, modulado
por la señal, en sincronismo perfecto con la captación del transmisor.
Hay
diferentes medios de exploración, tanto mecánicos como eléctricos. Sin embargo,
casi todos los sistemas modernos de televisión utilizan el movimiento de un haz
de electrones que recorre la pantalla de los tubos tomavistas o de los tubos
receptores. La ventaja de la exploración mediante haz de electrones radica en
que puede desplazarse con mayor rapidez y puede explorar una imagen completa en
una fracción de segundo.
Cuanto
mayor sea el número de líneas de barrido vertical en una imagen, y cuanto mayor
sea el número de elementos registrados en cada línea según se explora de
izquierda a derecha, mayor es la definición o capacidad de la imagen para
mostrar detalles minúsculos u objetos pequeños. Según se incrementa el número
de líneas y elementos se obtienen imágenes de televisión más nítidas.
La señal de
televisión
La
señal de televisión es una compleja onda electromagnética de variación de
tensión o intensidad, compuesta por las siguientes partes: 1) una serie de
fluctuaciones correspondientes a las fluctuaciones de la intensidad de luz de
los elementos de la imagen a explorar; 2) una serie de impulsos de
sincronización que adaptan el receptor a la misma frecuencia de barrido que el
transmisor; 3) una serie adicional de los denominados impulsos de borrado,
y 4) una señal de frecuencia modulada (FM) que transporta el sonido que
acompaña a la imagen. Los
tres primeros elementos conforman la señal de video.
Las
fluctuaciones de intensidad o tensión correspondientes a las variaciones de la
intensidad de la luz, suelen llamarse señal de video. Las frecuencias de dicha
señal oscilan entre 30 millones y 4 millones de Hz, dependiendo del contenido
de la imagen.
Los
impulsos de sincronización son picos pequeños de energía eléctrica generados
por los correspondientes osciladores en la estación emisora. Estos impulsos
controlan la velocidad del barrido horizontal y vertical tanto de la cámara
como del receptor. Los impulsos de sincronismo horizontal se producen a
intervalos de 0,01 segundos y su duración es prácticamente la misma.
Los
impulsos de borrado anulan el haz de electrones en la cámara y en el receptor
durante el tiempo empleado por el haz de electrones en volver desde el final de
una línea horizontal hasta el principio de la siguiente, así como desde la
parte inferior del esquema vertical hasta la parte superior. La sincronización
y estructura de estos impulsos resultan extremadamente complejas.
Cámaras de
televisión
La
cámara de televisión se asemeja a
una cámara fotográfica normal por cuanto va equipada con una
o varias lentes y un mecanismo de enfoque de la imagen formada por la lente
sobre una superficie sensible. Estas superficies forman parte de tubos
electrónicos llamados tubos tomavistas, capaces de transformar las variaciones
de la intensidad de la luz en variaciones de la carga o corriente eléctrica. El
tubo tomavistas original fue el iconoscopio, utilizado durante mucho tiempo
para emitir películas. En el caso
de escenas con un nivel de luminosidad bajo, como en las salas o habitaciones
normalmente iluminadas, se utiliza el orticón de imagen de alta sensibilidad o
vidicón.
Al
igual que el tubo tomavistas, el iconoscopio presenta varios inconvenientes.
Uno de los mayores es que exige una iluminación enorme del sujeto para producir
una señal útil. Si se están utilizando las cámaras de televisión dentro de un
estudio bajo condiciones controladas de luz, este inconveniente no es
importante, pero el iconoscopio no se puede utilizar para emitir
acontecimientos en condiciones adversas de luz.
Orticón de imágenes
A
fin de solventar esta dificultad se han inventado diferentes tubos tomavistas.
El más sensible de todos es el orticón de imagen. La sensibilidad de este tubo
es tal que es capaz de producir una señal en cualquier condición de luz que
resulte aceptable para el ojo humano; a efectos de demostración, el orticón ha
llegado a producir señales válidas de televisión en escenas iluminadas
únicamente por velas. Otra ventaja del orticón es la de utilizar una pantalla relativamente
pequeña que se puede incorporar a cualquier cámara de tamaño medio.
Vidicón
Otro
de los tipos de tubo tomavistas utilizado en la transmisión moderna de
televisión es el vidicón. La imagen se proyecta sobre una placa fotoconductora,
por lo general una capa fina de una sustancia como el trisulfato de antimonio,
que presenta una conductividad eléctrica variable que aumenta con la exposición
a la luz. Este
material fotoconductor se aplica sobre un electrodo conductor transparente que
actúa como la placa de señal y tiene carga positiva con respecto a la fuente
del haz de electrones. Este haz, enfocado y desviado igual que en el caso del orticón de imagen,
deposita una cantidad suficiente de electrones sobre la placa para compensar la
carga que ha perdido desde el barrido anterior sobre ese mismo punto. Esta
carga es mayor en las zonas iluminadas de la placa que en las oscuras. El
desplazamiento de la carga en el generador de la señal, que es igual a la carga
depositada por el haz, genera la señal de video en la entrada del amplificador
acoplado al tubo.
El
plumbicón, variante del vidicón, presenta ciertas características, como la
ausencia de retraso (que origina la apariencia borrosa de las imágenes en
movimiento en la pantalla) y la proporcionalidad entre la señal de salida y del
brillo de la imagen, que lo hacen especialmente adecuado para las cámaras de
televisión en color.
El
vidicón es un tubo sencillo y compacto de alta sensibilidad. Debido a su
reducido diámetro de unos 2,5 cm y longitud, unos 15 cm, se utiliza
mucho en televisión de circuito cerrado. Este tipo de televisión se utiliza
siempre que no es necesaria la emisión a grandes distancias, por ejemplo,
cuando el emisor y el receptor se hallan en un mismo edificio o zona. En estas
circunstancias, la cámara puede alimentar directamente a las pantallas próximas
a través de conexiones por cable, eliminando los potentes sistemas de emisión.
La televisión de circuito cerrado se utiliza en la industria, el comercio y la
investigación para llegar a lugares inaccesibles o peligrosos.
Receptores de
televisión
El
elemento más importante del receptor de televisión es el tubo de imágenes o
cinescopio, que se encarga de convertir los impulsos eléctricos de la señal de
televisión en haces coherentes de electrones que inciden sobre la pantalla
final del tubo, produciendo luz así como una imagen continua.
Emisión
Las
primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC en Inglaterra en
1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en 1930. En ambos casos se utilizaron
sistemas mecánicos y los programas no se emitían con un horario regular. Las
emisiones con programación se iniciaron en Inglaterra en 1936, y en Estados Unidos el día
30 de abril de 1939, coincidiendo con la inauguración de la Exposición Universal
de Nueva York. Las emisiones programadas se interrumpieron durante la
Segunda Guerra Mundial, reanudándose cuando terminó.
A
medida que la audiencia televisiva se incrementaba por millones, hubo otros
sectores de la industria del ocio que sufrieron drásticos recortes de
patrocinio. La industria del cine comenzó su declive con el cierre de muchos
locales.
Durante
los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial se
realizaron diferentes experimentos con distintos sistemas de televisión en algunos
países de Europa, incluida Francia y Holanda, pero fue la URSS, que comenzó sus
emisiones regulares en Moscú en 1948, el primer país del continente en poner en
funcionamiento este servicio público.
En
1950 en EEUU, se le pregunta a Groucho Marx su opinión acerca del fenómeno
creciente de la TV (en detrimento del número de espectadores en las salas de
cine). Éste responde: "Desafortunadamente la televisión refleja el gusto
del pueblo norteamericano"
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