1927.
Nicolas Sacco y Bartolomeo Vanzetti, tras siete años de proceso, fueron
ejecutados en la silla eléctrica. Olas de protestas se levantan en todo el
mundo.
EL
caso Sacco y Vanzetti
El
polémico proceso por asesinato celebrado en Massachusetts, que duró siete
largos años (1920 a 1927), se ha
transformado en un símbolo de la injusticia contra los trabajadores en todo el
mundo.
Nicola
Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos emigrantes italianos llegados a Estados Unidos
en 1908, fueron acusados del asesinato de un cajero y de un vigilante, y del
robo de más de 15.000 dólares en una fábrica de zapatos de South Braintree
(Massachusetts) el 15 de abril de 1920. La ejecución de Sacco, zapatero de
profesión, y de Vanzetti, vendedor ambulante de pescado, en 1927, suscitó un
unánime repudio internacional.
La
vista oral se celebró en Dedham entre el 31 de mayo y el 14 de julio de 1921.
El Estado basó su acusación en dos pruebas que muchos consideraron
circunstanciales e insuficientes: Sacco poseía una pistola del mismo tipo que
la utilizada en los asesinatos, y los acusados fueron detenidos cuando se
hallaban en un garaje tratando de recuperar un automóvil que había sido visto en
las proximidades del lugar donde se habían producido los hechos. También se
produjeron testimonios contradictorios entre los testigos.
El
juez Webster Thayer y los miembros del jurado fueron acusados de actuar con
prejuicios. Cuando el jurado pronunció su veredicto de culpabilidad, surgió la
protesta por parte de socialistas, radicales e intelectuales destacados de todo
el mundo, que afirmaban que los dos hombres habían sido condenados por el
simple hecho de ser emigrantes y anarquistas.
Durante
los siguientes seis años se presentaron mociones para el aporte de nuevas
pruebas y se interpusieron recursos que fueron denegados. En 1925, Celestine
Madeiros, recluso condenado a muerte por otro asesinato, confesó haber
pertenecido a la banda que cometió los delitos de South Braintree. Sin embargo,
en abril de 1927, pese a las insistentes declaraciones de inocencia, se falló la
sentencia de pena de muerte para Sacco y Vanzetti.
Los
recursos interpuestos ante el gobernador de Massachusetts, Alvan Tufts Fuller,
le obligaron a designar un comité, formado por el rector de la Universidad de
Harvard, Abbott Lowell, el director del Instituto de Tecnología de
Massachusetts, Samuel Wesley Stratton, y un antiguo juez, Robert Grant, para
investigar el juicio y sus repercusiones.
El 3 de agosto el gobernador anunció
que, de acuerdo con las recomendaciones del comité, no iba a conmutar las
sentencias de muerte. Se produjeron varios aplazamientos de las ejecuciones,
pero el 23 de agosto de 1927, Sacco y Vanzetti murieron en la silla eléctrica.
Se
sucedieron innumerables manifestaciones, y constituyó, uno de los procesos que
concitó mayor interés de la opinión pública mundial en el siglo XX.
En
agosto de 1977, el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis firmó una
declaración en la que reconocía los errores cometidos durante el juicio y
afirmaba la inocencia de Sacco y Vanzetti.
Incluímos a continuación un fragmento de una película (ficción, no documento de la realidad) que recrea los hechos históricos:
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