1959. La profundización de la
crisis económica y política en Cuba con el gobierno del dictador Fulgencio
Batista, promovió el triunfo de un grupo de barbados revolucionarios liderados
por Fidel Castro. Con el respaldo de la gente se transforma en la primera
república socialista de América Latina.
La Revolución Cubana
La historia de Cuba, marcada como el resto de América
Latina por la dominación española, no escapó a la regla de la dependencia
económica y el trabajo esclavo. La ruptura de esa situación implicó un proceso
prolongado y complejo que vivió diferentes etapas.
Abolida
la esclavitud en las últimas décadas del siglo XIX, la lucha por la
independencia de España bajo el liderazgo de José Martí se vió frustrada frente
a la intervención de los Estados Unidos. Cuando la victoria parecía
inevitable, en 1898 los Estados Unidos declararon la guerra a España e
intervinieron para ganar influencia en el Caribe.
Un
gobierno militar estadounidense administró la isla hasta 1902, cuando la
República de Cuba se instauró formalmente bajo la presidencia del anterior
director de Correos, Tomás Estrada Palma.
La Constitución redactada incluía la
llamada "enmienda Platt", por la que se reconocía a los Estados Unidos el
derecho de intervenir militarmente en Cuba y retener una parte del territorio
de la isla (Guantánamo), donde establecieron una poderosa base aeronaval que
aún conservan.
Durante
la ocupación estadounidense se lograron ciertas mejoras en el país, entre las
que destaca la erradicación de la fiebre amarilla.
Simultáneamente, numerosas
empresas estadounidenses realizaron fuertes inversiones en la economía cubana,
adquiriendo así el control de muchos de sus recursos, especialmente de la
creciente industria azucarera.
El descontento popular con esta situación se
agravó a causa de los frecuentes casos de fraude y corrupción de los políticos
cubanos sostenidos por EEUU; y trajo consigo una serie de insurrecciones que fueron sofocadas
mediante la intervención con marines.
Las
constantes dificultades económicas, provocadas por el absoluto control
estadounidense de las finanzas, la agricultura y la industria cubanas,
caracterizó el periodo siguiente a la Primera Guerra Mundial,
en la que Cuba
participó junto a los aliados.
En
una atmósfera de crisis, el líder del Partido Liberal, Gerardo Machado y
Morales, realizó una campaña electoral prometiendo varias reformas que le
permitió salir elegido presidente en noviembre de 1924.
Las condiciones
económicas se deterioraron rápidamente durante su administración, y su
principal logro (un ambicioso programa de obras públicas) se alcanzó gracias a
enormes préstamos del extranjero. Antes del final de su segundo periodo
presidencial asumió el control absoluto del gobierno, estableciendo una
dictadura que reprimió brutalmente toda oposición; sin embargo, en agosto de
1933 un levantamiento general que contó con el apoyo del Ejército, le obligó a
exiliarse.
Con
la caída de Machado, el joven líder Antonio Guiteras impulsó un proceso de
reformas en el gobierno del presidente Grau San Martín. Este fue derrocado al
año siguiente por Fulgencio Batista, que gobernó dos veces el país entre 1934 y
1958, instaurando una férrea y represiva dictadura.
El
golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que derribó a Carlos Prío Socarrás
(1948-1952) e impuso la dictadura de Fulgencio Batista, fue el germen de la
revolución cubana. A partir de estos acontecimientos, el descontento del pueblo
cubano fue en aumentó y no concluyó hasta el triunfo definitivo de la
revolución.
Batista
suspendió la Constitución, disolvió el Congreso e instituyó un gobierno provisional,
prometiendo elecciones para el año siguiente.
El
26 de julio de 1953, con el asalto al cuartel de Moncada, comenzó la
insurrección contra la dictadura de Batista.
El asalto, dirigido por Fidel
Castro al mando de unos 200 hombres fracasó y su jefe fue condenado a 15 años
de prisión en la isla de Pinos. Amnistiado al año siguiente, Castro se exilió
en México, creó el Movimiento 26 de Julio, reorganizó a los insurgentes y entró
en contacto con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara.
Después del asalto al cuartel Moncada, el
régimen parecía asegurado y, cuando la situación política se calmó, Batista
anunció que las elecciones se realizarían a finales de 1954. Su principal
oponente, Grau San Martín, renunció a la campaña justo antes de las elecciones,
denunciando que se atemorizaba a sus seguidores. Batista fue entonces reelegido
sin ninguna oposición y tras su toma de posesión, el 24 de febrero de 1955,
restableció la Constitución y otorgó amnistía a los prisioneros políticos,
entre los que se encontraba Fidel Castro que se exilió a Estados Unidos y después a
México.
En
noviembre de 1956, a
bordo del yate Gramma, Fidel Castro desembarcó en Turquino y se adentró en Sierra
Maestra. Allí recibió el apoyo de buena parte del campesinado y comenzó una
guerra contra el gobierno que duró dos años.
La isla estaba, en este periodo,
completamente entregada al capitalismo estadounidense, que controlaba el 90% de
las minas y de las haciendas, el 40% de la industria azucarera, el 80% de los
servicios públicos y el 50% de los ferrocarriles y de la industria petrolera.
A fines
de 1958, la guerrilla de Sierra Maestra y el Segundo Frente Oriental habían
acabado prácticamente con la resistencia del Ejército de Batista. El 1 de enero de 1959, Fidel Castro entró
en La Habana. Batista
huyó a Santo Domingo y se designó como presidente a Manuel Urrutia Lleó,
aunque el poder efectivo estaba en manos de Castro, que se convirtió en primer
ministro.
En julio de 1959 Urrutia, descontento por la negativa de Castro a
celebrar elecciones, fue sustituido por Osvaldo Dorticós. El nuevo gobierno
adoptó medidas radicales: Ley de Reforma Agraria, que entregaba la tierra a los
campesinos, expropiación de varias empresas norteamericanas, creación de un
Ejército nacional y alfabetización de la población.
En
1961, en un intento por poner fin al régimen de Castro, los Estados Unidos bajo
la presidencia de John F. Kennedy,
organizaron un desembarco de contrarrevolucionarios, con apoyo logístico de la
CIA (Central de Inteligencia estadounidense), en la bahía de Cochinos. Luego de
72 horas de duro combate, sin que se produjera el esperado levantamiento
popular contra el gobierno revolucionario, el desembarco de Playa Girón terminó
con la derrota de los estadounidenses.
El
gobierno de Fidel Castro, que se había proclamado socialista durante ese mismo
año, solicitó entonces la ayuda de la Unión Soviética.
La Unión Soviética, que en 1957 había lanzado al
espacio el primer satélite artificial "Sputnik", se encontraba en
inmejorable situación respecto a su potencia rival. El equilibrio estratégico quedó alterado por primera
vez en beneficio de la
Unión Soviética. Los Estados Unidos ya no estaban a cubierto
del ataque soviético, mientras que el territorio ruso había permanecido hasta
entonces bajo la amenaza de las bases de misiles colocadas a su alrededor,
desde Europa al Extremo Oriente.
Crisis de los misiles (1962)
El
ultimatum realizado por Kruschev a las potencias aliadas para abandonar
Alemania occidental, tal como ellos lo habían hecho con Alemania oriental, tuvo
un capítulo fundamental precisamente en Cuba.
En
1962, los soviéticos instalaron rampas de misiles en la isla, que ante el
bloqueo dictado por el
presidente John F. Kennedy, fueron finalmente desmanteladas,
pero a cambio de que Estados Unidos no invadiera a Cuba. De este modo entonces,
se resolvió la gravísima crisis internacional planteada entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
El
gobierno cubano, encabezado por Fidel Castro, desde un punto de vista social
llevó adelante planes para erradicar el analfabetismo, la creación de un
avanzado sistema de salud pública, y la construcción de viviendas con la
participación de los trabajadores. Desde un punto de vista económico, inició un
proceso de diversificación de la economía para erradicar el monocultivo de
azúcar.
Con
el inicio del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a partir de 1964,
la situación económica de la isla se complicó, y ello condujo a estrechar relaciones
más estrechas con los países del bloque
socialista, y especialmente con la Organización de Países No Alineados, de la
cual formará parte.