Pese a que a mediados del siglo XX la esclavitud
había desaparecido en los Estados Unidos, la mayoría de la población negra
seguía siendo discriminada. A mediados de la década del 50 surgen dos
figuras relevantes en la lucha por la igualdad: Marthin Luther King y Malcolm
X.
El movimiento por los derechos civiles en Estados
Unidos
El asunto más destacado en la política estadounidense a
mediados de los años 50 y durante la década del '60, fue la lucha de los negros
para poner fin a la segregación y asegurar todos sus derechos como ciudadanos.
Éstos, dirigidos por la Asociación Nacional para el Desarrollo del Pueblo
Negro, buscaron incesantemente el amparo de los tribunales. Sin embargo, muchos
estados del Sur intentaron burlar esas sentencias. A pesar de los progresos
realizados en algunos estados, la integración racial fue lenta en el Sur.
Mientras, muchos negros empezaron a tomar parte activa en el movimiento por los
derechos civiles.
Durante los años cincuenta, nacer negro en los Estados
Unidos significaba nacer condenado a un sistema ancestral de discriminación,
originado cuatro siglos atrás con el tráfico de esclavos desde Africa, y
perpetuado después en las plantaciones de algodón de los estados del sur.
A mediados del siglo XX, si bien la esclavitud había
desaparecido hacía un siglo, la mayoría de la población negra solo tenía acceso
a trabajos de servidumbre y vivía confinada a los barrios pobres de las
ciudades sureñas.
Será a mediados de la década del 50 cuando
surge una figura relevante en la defensa de los derechos civiles: Martin Luther
King, ministro bautista nacido en 1929 en Atlanta (Georgia).
Interiorizado en los métodos de protesta
pacífica tras su viaje a la India en 1959, Marthin Luther King se convenció más
que nunca de que la resistencia pacífica era el arma más potente en manos de
los oprimidos que luchaban por su libertad.
En diciembre de 1955 Martin Luther King dirigió un eficaz boicot que concluyó con la discriminación que la población negra sufría en los autobuses de Montgomery (Alabama). A raíz del arresto de una mujer negra tras negarse a dejar su asiento a un pasajero blanco, todos los hijos de los antiguos esclavos, de acuerdo con la estrategia de King, se negaron a utilizar los autobuses.
Después de 381 días de boicot -en los que Luther King fue arrestado
y encarcelado, su vivienda fue destrozada y recibió innumerables amenazas de
muerte-, la compañía se vio obligada a brindar un trato igual a blancos y
negros.
El boicot de Montgomery fue una victoria evidente de la
protesta no violenta y King surgió como un líder muy respetado. Conscientes de
ello, los clérigos negros de todo el Sur fundaron la Conferencia de Líderes
Cristianos del Sur (SCLC), siendo elegido King su presidente.
Pero el objetivo estaba lejos de ser conseguido.
Al
boicot de los autobuses de Montgomery siguió una serie de marchas en defensa de
los derechos y con ellas, también la contrarréplica de los grupos radicales
blancos, principalmente de uno que se destacaba por su nivel de violencia y de
demencia, el Ku-Klux-Klan.
A finales de
la década de 1950, a medida que ganaba fuerza el movimiento a favor de los
derechos civiles y empezaba a disminuir la resistencia a la integración en todo
el Sur, el Klan continuó oponiéndose tenazmente a dichos programas y continuó
realizando actos de violencia racial, intimidación y represalias. Tras
promulgarse la Ley de Derechos Civiles de 1964, experimentó un notable aumento
de miembros, llegando a contar en 1965 con unos 45.000.
El movimiento pacifista por los derechos civiles por su
parte, sumó a destacados dirigentes, como Ralph David Abernathy o Rosa Louise
Parks, organizados en grupos como el Congreso para la igualdad racial y el
Comité de Estudiantes No Violentos. Otros, sin embargo, adoptaron posturas más
radicales y violentas como Malcom X.
En julio de 1960 los demócratas nominaron candidato
presidencial a John Fitzgerald Kennedy,
que derrotó por un estrecho margen al candidato republicano Richard Nixon.
Los derechos civiles constituyeron el principal problema
interior durante el mandato de Kennedy. El fiscal general del Estado, Robert
Kennedy, presionó enérgicamente para que se pusiera fin a la segregación racial
en las escuelas y para que se defendiera el derecho al voto de las minorías.
Los negros y sus partidarios blancos continuaron sus
manifestaciones contra la discriminación.
Destaca la concentración de más de
250.000 personas en la ciudad de Washington el 28 de agosto de 1963, en la cual
Martin Luther King pronunció su famoso discurso "Tengo un sueño". Con
este acto el movimiento negro alcanzó el reconocimiento mundial.
En 1964, King
recibió el Premio Nobel de la Paz y en 1965 el Congreso aprobó un proyecto de
ley sobre los derechos civiles, en contra de la discriminación racial.
Sin embargo, la realidad cotidiana
permanecía básicamente incambiada, y hacia 1966 la impaciencia de los jóvenes
activistas negros erosionó algo del apoyo que tenía Martin Luther King. Su
estrategia había demostrado ser inadecuada para resolver los más complejos
problemas raciales de Norteamérica.
Apenas iniciada la década de los 60 una nueva actitud
comenzó a anidar en la conciencia de los negros: el Black Power (Poder Negro)
tomaba cuerpo como filosofía de la resistencia al poder de los blancos. Stokely
Carmichael, líder estudiantil, y Malcom X, guía espiritual de los musulmanes
del barrio de Harlem en Nueva York, se convirtieron en los nuevos referentes de
la lucha armada.
En 1966 se consolidaron los "Panteras negras",
uno de los grupos negros más radicales, cuyas revueltas y ajusticiamientos
también recibieron la represión más despiadada. Solo en el verano de 1967, los
enfrentamientos dejaron 22 muertos (19 de ellos negros) y 1.500 heridos de
consideración.
Para 1973, la mayoría de los dirigentes de los "Panteras
negras" estaban muertos o habían escapado del país. El movimiento negro
quedó en ascuas, en espera de un nuevo líder.
Por otro lado, la
guerra que entonces continuaba con pleno vigor en Vietnam hacía inviable la
solución de los problemas locales de las relaciones humanas.
En Chicago, los
bautistas negros locales se le opusieron públicamente, y los manifestantes se
enfrentaron con bandas de blancos, armados con palos y dirigidos por neonazis
uniformados y miembros del Ku Klux Klan.
Con respecto a la
guerra del Vietnam, pese a que muchos sintieron que sus problemas perdían
prioridad y que el liderazgo negro debería concentrarse en la lucha de la
injusticia racial dentro de Estados Unidos, Luther King (1967) se había
asociado a los dirigentes del movimiento contra la guerra, independientemente
de su color.
La violencia blanca entonces encontró su respuesta. Los
jóvenes líderes negros abandonaron los principios de la no violencia y las
ciudades se convirtieron en verdaderos campos de batalla.
King perdió liderazgo y nunca pudo recuperarlo, porque
al mismo tiempo, por un balazo, también perdía la vida mientras descansaba en
el balcón de un hotel de Memphis, el 5 de abril de 1968.
King tenía tan sólo 39 años en el momento
de su muerte. Nunca había flaqueado en su insistencia de promover la
no-violencia como la táctica principal del movimiento pro-derechos civiles, ni
en su fe en que todos en Norteamérica alcanzarían, algún día, la justicia y la
igualdad.
Ver más en este blog sobre la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos:
La ofensiva racista
Malcolm X
La nación islámica
El racismo en el cine
Ver más en este blog sobre la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos:
La ofensiva racista
Malcolm X
La nación islámica
El racismo en el cine
muy bueno, me ayudo a entender mas la situacion
ResponderEliminarNos alegra mucho que te haya servido y gracias por hacérnoslo saber.
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