domingo, 2 de junio de 2013

Panorama de la literatura en Estados Unidos: Nabokov / Salinger / McCullers / Generación Beat: Kerouac, Ginsberg, Burroughs



La literatura que surgió en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial se puede dividir en dos grupos: la de los escritores realista-naturalistas y la de los que utilizan el humor negro y una fantasía basada en el absurdo para describir el horror tecnológico de la guerra.
Dos de las novelas más impresionantes de la Segunda Guerra Mundial, referidas a la adaptación del individuo a la restrictiva vida militar, fueron "De aquí a la eternidad" (1951), de James Jones, y "Los desnudos y los muertos" (1948), de Norman Mailer.
Al igual que las novelas de la Segunda Guerra Mundial parecían subrayar la individualidad, las novelas escritas en las décadas siguientes continuaron esa tendencia.
Por otro lado, escritores decididos a afirmar su individualidad trabajaron en una gran variedad de estilos y se ocuparon de una amplia variedad de asuntos.
Entre los escritores más originales se cuenta Vladimir Nabokov que, aunque nacido en Rusia, se convirtió en uno de los grandes maestros de la prosa de lengua inglesa
Sus novelas de ambiente estadounidense, como "Lolita" (1955) y "Pálido fuego" (1962), escritas muchos años después de que se convirtiera en ciudadano estadounidense, son dos destacados ejemplos.
La novela de la juventud rebelde, "El guardián entre el centeno", de J. D. Salinger, es humorística y posee observaciones agudas; escrita en 1951 sigue siendo muy popular. Lo mismo pasa con "Trampa 22" (1961), de Joseph Heller, una sátira sobre la mentalidad militar de la Segunda Guerra Mundial.
Un escritor que también utiliza un estilo sardónico e imaginativo en sus diatribas contra la autoridad es Kurt Vonnegut. Basa una de sus muchas innovadoras novelas, ("Matadero 5"de 1969, por ejemplo), en sus experiencias como prisionero en un campo de concentración alemán durante la guerra. Alternando de modo surrealista entre ese ambiente y un planeta ficticio, consigue una narración en muchos niveles que combina elementos de ciencia ficción, un género que se hará popular en las décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial.
Entre los escritores sureños de posguerra que continuaron la tradición de Faulkner -a veces denominada 'gótico sureña'- están Carson McCullers ("El corazón es un cazador solitario", 1946), Truman Capote ("Otras voces, otros ámbitos", 1947), Eudora Welty ("El corazón de los Ponder", 1954) y Flannery O'Connor ("Los profetas", 1960).
Más conocido por su novela ganadora del Premio Pulitzer, "Todos los hombres del rey" (1946), una poderosa caracterización de un político sureño, Robert Penn Warren fue también un notable poeta, crítico e historiador de la literatura.
Dos de los más importantes novelistas de fines del siglo XX, John Cheever y John Updike, comparten un interés similar al abordar de un modo abiertamente satírico la vida de las clases medias altas de las afueras de las ciudades del noreste estadounidense. La carrera novelística de Cheever se extiende desde la relativamente bondadosa, "Crónica de los Wapshot" (1957), que es la historia de una familia excéntrica, hasta la desolada narración de un fratricida, "Falconer" (1977). Updike probablemente sea más conocido por sus libros, que se inician en 1960, sobre un hombre que huye de la desilusión.
Truman Capote

Beat Generation
La "Beat Generation" alude a un grupo de escritores estadounidenses de la década de 1950 caracterizados por el anticonvencionalismo de su obra y su estilo de vida, que reflejan un profundo desencanto ante la sociedad contemporánea y el deseo de escapar de los opresivos valores de la clase media. Se decantaron así por la improvisación artística y la revelación visionaria, que en su opinión se alcanzaba a través de las religiones orientales (como el budismo), las drogas, el sexo y el alcohol.
Su literatura es enormemente personal y subversiva. La poesía y la prosa de Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Lawrence Ferlinghetti hallaron eco en el mundo del arte y de la música, e inspiraron también un activo movimiento de protesta social que marcó los inicios de la contracultura, cuyo impacto en años posteriores fue sin duda notable.
El término beat, con su doble connotación de deprimido y beatífico, lo utilizó por primera vez Kerouac alrededor de 1952.
La novela más famosa y en gran parte autobiográfica de Jack Kerouac, "En el camino" (1957), es un relato espontáneo sobre unas gentes que fundamentalmente viajan mucho por Estados Unidos con desplazamientos rápidos, viviendo esa experiencia como fin en sí misma y en medio del alcohol, el sexo, las drogas y el jazz. "Los vagabundos del Dharma" (1958), una novela más convencional, aborda el tema del desarrollo personal a través del budismo Zen. Siguieron "Ángeles de desolación" (1958), quizá su obra más intensa, y "Tristesse" (1960). "Big Sur" (1962), describe la retirada de un líder beat a la costa californiana en un intento de rehacer su vida. Kerouac escribió también "Mexico City Blues" (1959), un libro de poesía en el que experimenta con los ritmos y sonidos de la palabra y el jazz, y libros de viajes como "El viajero solitario" (1960).
La poesía de Allen Ginsberg es informal, discursiva, incluso repetitiva; su inmediatez, honestidad y su explícito contenido sexual le proporciona a menudo una cualidad improvisada. "Aullido" (1956) constituye una crítica furiosa contra las falsas esperanzas y  promesas rotas de la historia de su país. Otros libros de poesía son "Kaddish" (1961), "Sandwiches de realidad" (1963) y "Noticias del planeta" (1968). Sus "Cartas del Yagué" (1963) interrelacionadas con "TV baby poems" (1967) expresan con un lirismo casi místico sus sentimientos anarquistas y nacionalistas.
En el caso de William S. Burroughs, sus amistades, su adicción a las drogas y la muerte accidental de su mujer en 1951 configuraron sus primeros escritos literarios. En 1949 abandonó su país y llevó una vida de artista exiliado en México, Tánger, París y Londres. Regresó a Nueva York en 1974 y en 1981 se estableció en Lawrence (Kansas).
La experimentación literaria está presente en todas las novelas de Burroughs, donde la fuerza visionaria se combina con la sátira social y el uso del montaje, el collage y la improvisación. Fue el inventor de la rutina (una fantasía satírica improvisada), el corte (una técnica de collage aplicada a la prosa que consiste en cortar y mezclar el texto) y las mitologías pop (creadas a partir de la cultura popular).
Entre sus novelas de esta época destacan "Yonqui" (1953), "El almuerzo desnudo" (1959), "El aparato blando" (1961), "El billete que explotó" (1962), "Nova Express" (1964), "Los chicos salvajes" (1971).
"El almuerzo desnudo", basada en sus experiencias con las drogas, está considerada una obra clave. El explícito lenguaje sexual de la novela, así como la evocación de imágenes grotescas, provocaron la prohibición del libro en Boston (Massachusetts). Esta prohibición se levantó tras un juicio que tuvo lugar en 1965 y 1966 y que supuso el fin de la censura en Estados Unidos. Burroughs escribió también prosa experimental, relatos, novelas cortas y ensayos. 
Aquí les dejamos imágenes de la adaptación para cine realizada por el propio Burrroughs junto al director canadiense David Cronenberg:

Otro nombre a destacar en la literatura norteamericana de los años sesenta es el de Charles Bukowski (1920-1994), creador de una literatura provocadora y sórdida, cargada de gran emoción y sentimientos.
Empezó a escribir cuentos muy joven pero, tras un primer relato publicado por una revista en 1944, abandonó la literatura por un espacio de diez años, en los que sentó los cimientos de su leyenda alcohólica.
Sus primeras obras se publicaron en la década de 1960 en editoriales y revistas underground; a esta época pertenecen colecciones de poemas como "Crucifijo en una mano muerta" (1965) o la que para muchos es su mejor obra en verso, "Los días pasan como caballos salvajes sobre las colinas" (1969). La poesía de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado y lírico a un tiempo, explícito, tierno en ocasiones y brutal en otras, abundante en datos autobiográficos, personalísimo y pleno de humor ácido y desencantado. Nunca abandonó su producción en verso que, con los años, se fue haciendo más directa, como en "El amor es un perro del infierno" (1974).
El alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y sórdidos de nuestra civilización ocupan un lugar de honor en la obra de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y las habitaciones lúgubres.
La narrativa étnica y regional
El interés por su herencia étnica y su papel en la sociedad estadounidense ha caracterizado la obra de gran número de escritores judíos y negros.
Al examinar su vida como judíos en Estados Unidos del siglo XX, unas veces con desesperación y otras con humor, varios escritores han creado un destacado corpus de narrativa introspectiva a partir del período de posguerra. El principal, Saul Bellow, autor de "Las aventuras de Augie March" (1953) y "Herzog" (1964), entre otras notables novelas, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1976. Otros escritores judíos importantes son Bernard Malamud y Philip Roth.
Varias novelas que se desarrollaron en el período entre la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial trataron a escala personal los prejuicios raciales estadounidenses.
La autobiográfica "Chico negro" (1945), de Richard Wright, escrita con un estilo realista, es una de las más intensas. Una indignación apasionada sobre la experiencia de ser negro aparece en "Hombre invisible" (1952), de Ralph Ellison, y en "Ve y dilo en la montaña" (1953), de James Baldwin. 
La larga tradición de la escritura regional estadounidense continuó en la última parte del siglo XX. Escribiendo desde el punto de vista de mujeres y negras, muchas novelistas de talento han recreado ambientes y vidas que conmueven a un amplio público. Una de ellas, Toni Morrison en "Ojos azules" (1969) y "Canción de Salomón" (1977) se ocupa de la experiencia de los negros del sur. Su novela "Beloved" (1987), obtuvo el Premio Pulitzer, y Morrison recibió el Premio Nobel de Literatura en 1993.

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