"Las Musas Inquietantes" (1917)
Giorgio DeChirico
(Italia; 1888-1978)
El
surrealismo es el arte de lo ilógico, lo inesperado, lo improbable.
El término, del francés, significa "por encima de lo real", y fue acuñado por Guillerme Apollinaire en 1917. Fue el escritor francés André Breton quien en 1924 dio nombre al movimiento y escribió su Manifiesto en 1924, asegurando la superioridad del subconsciente y la
importancia de los sueños en la creación artística.
Las obsesivas y oníricas
pinturas de Giorgio de Chirico, conocidas en ocasiones como metafísicas, se
anticiparon al surrealismo en varios años.
En el surrealismo lo
qué importa es la imaginación, la fantasía y el inconsciente aprovechando las
teorías de Freud que se ponían de moda en esa época.
Magritte pintó pájaros de
piedra y Paul Klee, que amaba la música, pintaba paisajes con árboles cuyas
hojas eran notas musicales.
A pesar de que el Dadá había perdido fuerza en torno a
1922, algunos de sus exponentes dirigieron sus energías hacia el surrealismo, en el que, como en el dadaísmo, lo incoherente y lo fortuito se
emplearon en el proceso de creación.
El Ángelus Arquitectónico de Millet" (1933)
Salvador
Dalí (España; 1904-1989)
La ventana" (1921)
René Magritte. (1898-1967)
Éste aquí no es un gran ejemplo, pero busquen a los surrealistas belgas por ejemplo, que recurrieron a la técnica de
viejos maestros, pintando los objetos con una claridad y precisión alucinantes.
Esta minuciosidad fotográfica intensificaba el notable efecto producido por
la incongruente relación establecida entre objetos heterogéneos y confería a la
realidad un aire increíblemente ambiguo.
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