lunes, 25 de febrero de 2013

1967: La guerra de los Seis Días



El permanente conflicto árabe israelí desde la creación del Estado de Israel, condujo a un tercer conficto bélico: la llamada "Guerra de los Seis Días". La incapacidad de dar una solución equitativa para árabes y judíos, prolongará la situación de violencia constante en Oriente Medio.


Guerra de los Seis Días
Recibe esta denominación la tercera Guerra Árabe-israelí, que enfrentó en junio de 1967 a Israel con los siguientes países árabes: Egipto, Jordania y Siria, con el apoyo de Irak, Kuwait, Arabia Saudí, Sudán y Argelia.
La guerra estalló como consecuencia del persistente enfrentamiento árabe-israelí que, en los primeros meses de 1967, condujo a una postura cada vez más hostil por ambos bandos. A mediados de mayo, todos los contendientes estaban movilizados. Egipto bloqueó el golfo de Aqaba, ruta vital para la navegación israelí, acto considerado por Israel como una agresión.
 Las hostilidades se iniciaron el 5 de junio con un masivo ataque preventivo israelí que destruyó la capacidad aérea de los países árabes.
Las tropas israelíes avanzaron rápidamente, ocuparon la franja de Gaza y alcanzaron el Sinaí. Al mismo tiempo luchaban contra los jordanos en la parte antigua de Jerusalén y avanzaban hacia Siria.
Cuando el 10 de junio cesaron los combates, Israel controlaba la totalidad de la península del Sinaí, la franja de Gaza, Cisjordania (con la totalidad de la ciudad de Jerusalén) y los estratégicos altos del Golán en Siria.
Había conquistado un territorio cuatro veces mayor que el suyo propio en 1949, y albergaba en sus nuevas fronteras una población árabe de 1,5 millones de personas. Otra consecuencia de la guerra fue el bloqueo del tráfico en el canal de Suez por parte de Egipto, que no se resolvió hasta 1975.


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