Paisaje después de la batalla
Alemania tras la derrota
Tras
el fin de la
Segunda Guerra Mundial con la rendición incondicional de
Alemania, los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) se reunieron en la Conferencia de Potsdam, con el
objetivo de la puesta en vigor de las medidas acordadas anteriormente en la
Conferencia de Yalta.
Conferencia de Potsdam |
Conferencia de Yalta |
Decidieron dividir temporalmente Alemania en cuatro zonas
de ocupación -francesa al suroeste, inglesa al noroeste, estadounidense al sur
y soviética al este.
La ciudad de Berlín, situada dentro de la zona soviética,
también se dividió entre las cuatro potencias. Éstos, a su vez, estaban bajo la
dirección de un Consejo de Control, formado por estos cuatro estados, para
resolver las cuestiones que afectaran a todo el país, en especial, el desarme completo de
los alemanes, y se disolvería cuando se creara un gobierno alemán estable. El
territorio situado al este de los ríos Oder y Neisse pasó a ser incorporado por
Polonia mientras la URSS se anexionaba Königsberg (que, desde 1946, pasó a
llamarse Kaliningrado) y el norte de Prusia Oriental.
Se
decidió que las cuatro potencias que ocupaban Alemania recibieran las
reparaciones de guerra de las zonas que se les había asignado; sin embargo, se
acordó que la URSS obtuviera compensaciones adicionales por ser la potencia que
había sufrido más pérdidas.
Por
otro lado, se adoptaron medidas de control para evitar que Alemania volviera a
convertirse en una amenaza para la paz mundial: desarmar al país e impedir su
remilitarización, declarar ilegal el Partido Nacionalsocialista (nazi),
desarrollando un proceso de desnazificación por el que se creaba un tribunal
internacional encargado de juzgar a los principales criminales de guerra y
alentar los procesos entablados contra miles de antiguos miembros del partido
nazi (Ver Juicios de Nüremberg);
descentralizar la economía y reorganizarla favoreciendo el desarrollo de la
agricultura y limitando la producción industrial; y alentar las prácticas
democráticas en aspectos como la educación o el sistema judicial.
La tensión en aumento con la URSS
Paralelamente,
la instalación de gobiernos comunistas en Europa Oriental provocó un aumento en
la tensión entre la URSS y el resto de la alianza que terminó en ruptura.
Como
las políticas entre los países occidentales y la URSS divergían, Alemania fue
dividida en dos partes. Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia querían
reintegrar a Alemania dentro de las grandes potencias de Europa Occidental
capaz de contener las tendencias expansionistas de la URSS. En 1948, unieron
sus zonas de ocupación y animaron a los alemanes a formar un gobierno
democrático. La URSS, por su parte, creó otro Estado. En 1949, esta
polarización de Alemania se legalizó tras la creación de dos Estados alemanes: la
República Federal de Alemania , o Alemania Occidental
y la
República Democrática Alemana
o Alemania Oriental.
Italia
Con
el fin de la guerra y la victoria sobre el fascismo, se formó un gobierno de
coalición con representación de todos los miembros del Comité de Liberación
Nacional.
El nuevo gobierno encabezado por Ferruccio Parri, líder del Partido
de Acción, no fue capaz de dar soluciones a los problemas con que se enfrentaba
Italia.
Los monárquicos y los dirigentes del Partido Liberal acusaron al primer
ministro Parri de violación de la tregua sobre la cuestión de la monarquía, y
éste se vio obligado a dimitir. La crisis consiguiente quedó patente en las
manifestaciones violentas en protesta por el alto índice del coste de vida en
el sur de Italia. El Comité de Liberación Nacional decidió finalmente nombrar
primer ministro a Alcide de Gasperi, líder del Partido de la Democracia Cristiana.
La
situación económica era de una dureza sin par para la mayoría del pueblo
italiano. El sentimiento antimonárquico crecía, y se vió reflejado en las
elecciones celebradas en 1946, en las que se proclamó la república y obligaron
a la abdicación de Humberto II (hijo del rey Víctor Manuel III).
Pero lejos de solucionarse los problemas,
éstos recién comenzaban.
En la Conferencia de Paz celebrada en París en julio de
1946, se resolvió la internacionalización de Trieste, la cesión de varios
territorios y el pago de 100 millones de dólares en concepto de reparaciones a la URSS.
Además, el
tratado propuesto imponía a
Italia el pago de reparaciones adicionales a otras naciones
que habían sido víctimas del fascismo, restricciones en sus Fuerzas Armadas y
que Gran Bretaña se hiciera cargo del gobierno del África Oriental Italiana,
esto último supeditado a lo que las cuatro potencias decidieran con respecto a
las colonias.
A pesar de las protestas de los italianos, el 10 de febrero de 1947 el
acuerdo fue firmado; posteriormente, la Asamblea Constituyente
lo ratificó con la abstención de los delegados comunistas y socialistas, y el
15 de setiembre entró en vigor. Las fuerzas de ocupación aliadas se retiraron
del país poco después.
Aunque el sentimiento generalizado del pueblo italiano
era de rechazo hacia el tratado, muchos se tranquilizaron por la actitud
mostrada por el gobierno de Estados Unidos, que había ayudado a que las
demandas de los soviéticos fueran menos duras y había dado muestras de amistad
hacia el pueblo italiano.
Japón
La
ocupación estadounidense de las islas japonesas bajo el mando de MacArthur, se
llevó adelante utilizando la maquinaria de gobierno existente con el emperador
a la cabeza.
Los
objetivos de la política de ocupación eran, básicamente, la democratización del
gobierno japonés y el restablecimiento de una economía industrial de tiempo de
paz que cubriera la demanda de la población japonesa.
De
esta manera el gobierno estadounidense estableció la disolución de los grandes
trusts industriales y banqueros, cuyos fondos fueron embargados en 1946; en
1947, se puso en marcha un programa de reforma agraria, diseñado para dar a los
campesinos la oportunidad de adquirir la tierra que trabajaban, y se organizó
un programa educativo siguiendo modelos democráticos. Las mujeres consiguieron
el derecho a voto en las primeras elecciones tras la guerra (en abril de 1946),
y 38 de ellas fueron elegidas para la Dieta japonesa. Posteriormente, la Dieta
acordó un borrador de una nueva Constitución inspirada en la estadounidense,
que en mayo de 1947 se hizo efectiva.
La rehabilitación de la economía japonesa fue más
difícil que la reorganización del gobierno. La escasez de alimentos se había
suplido con importaciones de productos de los aliados, en particular de Estados
Unidos, y los severos bombardeos durante la guerra casi anularon la capacidad
industrial de Japón. A principios de 1949, la ayuda dada a Japón costó a
Estados Unidos más de un millón de dólares al día.
Hacia un nuevo orden mundial
En
resumen, salvo raras excepciones Europa se encuentra, a principios de 1947, al
borde del abismo. El hundimiento general de las economías -con un desequilibrio
entre una producción insuficientemente creciente y una demanda apremiante-
sumado al aumento de las tensiones sociales, amenazan con hacer caer a Europa
Occidental en el campo de la URSS.
Dos
hechos marcaron el inicio de esta nueva política mundial.
Las
presiones de la Unión
Soviética por reinvindicaciones territoriales a Turquía, y la
guerra civil llevada adelante por guerrilleros (apoyados por las democracias
populares procomunistas) en Grecia contra la monarquía, promovió la
intervención de Gran Bretaña y Estados Unidos para frenar la expansión
comunista.
Cuando
a comienzos de 1947, el gobierno británico comunica al de los Estados Unidos su
imposibilidad de continuar la ayuda económica a Grecia y Turquía, el gobierno
del presidente Harry S. Truman asume totalmente el liderazgo en el
enfrentamiento con el comunismo.
En
ese mismo año se estableció la denominada Doctrina
Truman, mediante la cual Estados Unidos
suministraría ayuda militar y económica a los países amenazados por la agresión
y la subversión comunista.
Un
importante pilar a esta política fue el Plan
Marshall, propuesto en junio de 1947 por el secretario de Estado
George C. Marshall, que consistía en un vasto programa de ayuda económica para
permitir la recuperación de Europa; como era de esperar, fue rechazada por los
países del Este adheridos a la Unión Soviética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario