La
necesidad de contrarrestar los efectos de la Gran Depresión llevan al
presidente Roosevelt a aplicar el New Deal: la política de "nuevo
reparto".
New Deal (Nuevo Reparto), fue el nombre que
recibió la política aplicada en Estados Unidos por el presidente Franklin
Delano Roosevelt en 1933 para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión
(1929).
Tanto
Roosevelt como el Congreso de Estados Unidos aprobaron un programa de medidas
económicas y se crearon nuevos organismos federales para intentar reducir el
desempleo y restablecer la prosperidad mediante una serie de nuevos servicios,
regulaciones y subsidios.
Fue diseñado con la ayuda del denominado Brain Trust
(gabinete de expertos que asesoró al presidente especialmente en materia
económica).
Las primeras
medidas
La
abrumadora victoria de Roosevelt en las elecciones de 1932, unida a la peor
crisis económica de la historia de Estados Unidos, abrió el camino para la
aplicación de una nueva legislación en 1933.
La "Ley de Emergencia
Bancaria" establecía inspecciones federales en los bancos para contribuir
a restablecer la confianza de la población en las instituciones financieras
tras la quiebra generalizada de estas entidades.
La segunda ley dictaba normas
bancarias mucho más rigurosas y ofrecía un seguro a los depositantes a través
de la Sociedad de Seguros de Depósitos Federales.
Dos leyes, una de 1933 y otra
de 1934, establecían reglamentos detallados para el mercado bursátil,
controlados por una nueva Comisión de Bolsa y Valores. El problema de la
vivienda se trató en varios proyectos de ley que suministraban ayudas
hipotecarias a los agricultores y propietarios de inmuebles y ofrecían
garantías de préstamo a los compradores de casas a través del Instituto Federal
de la Vivienda.
El Instituto de Ayudas de Emergencia Federal extendió la
concesión de fondos de socorro a los estados y el Cuerpo de Conservación Civil
proporcionaba empleos a los hombres jóvenes bajo una cierta disciplina militar.
El Congreso creó la "Tennessee Valley Authority" (Administración del
Valle de Tennessee) para explotar las posibilidades de navegabilidad del río
Tennessee, aplicar medidas para controlar sus inundaciones y surtir de energía
eléctrica a una amplia zona del sureste de Estados Unidos.
Las
leyes más importantes de 1933 afectaban a los principales sectores económicos.
Como culminación de una década de disputas, el Congreso promulgó en 1933 un
nuevo y complejo decreto sobre la agricultura, la "Ley de Regulación de la
Agricultura". En ella se establecían varios mecanismos para aumentar los
precios de los productos agrícolas, pero el más extendido consistió en la
reducción pactada del excedente de las cosechas a cambio de subvenciones del
gobierno.
La
"Ley de Recuperación Industrial Nacional" fue la medida más
innovadora de la primera etapa del New Deal. Constaba de dos programas
principales: una gran labor de obras públicas, llevada a cabo por la
Administración de Obras Públicas y un complicado programa destinado a regular
el funcionamiento de las empresas estadounidenses y garantizar una competencia
leal. El Instituto de Recuperación Nacional aprobó y aplicó un conjunto de
códigos sobre competitividad en cada sector.
El segundo New Deal
Muchos
de los anteriores decretos fueron declarados inconstitucionales por la Corte
Suprema de Estados Unidos. Estos contratiempos, unidos a una creciente
oposición a la política de Roosevelt, motivaron la promulgación de una nueva
legislación que comenzó a aplicarse en 1935, y a la que algunos analistas
denominaron segundo New Deal.
Estas
son algunas de las medidas adoptadas:
- se aumentaron los impuestos de las clases
adineradas
- se elaboraron normas estrictas para controlar las empresas de servicios
privados
- se asignaron ayudas para el Instituto de Electrificación Rural
- se
creó el equivalente a una declaración de derechos de las fuerzas sindicales.
La
"Ley de Relaciones Laborales" de 1935 otorgaba protección federal al
proceso de negociación sindical y se estableció un conjunto de normas laborales
justas. La "Ley de Normas Laborales Justas" de 1938 fijaba el número
máximo de horas de trabajo y el salario mínimo de la mayoría de las categorías
profesionales.
Gracias
a una enorme asignación de ayuda oficial de casi 5.000 millones de dólares se
reforzaron los diversos planes y se inauguró un nuevo programa federal de ayuda
al trabajo dirigido por el Instituto de Desarrollo del Trabajo.
En 1935, el
Congreso promulgó la Ley de Seguridad Social, que recogía tres proyectos
fundamentales:
- un fondo de pensiones
- un seguro de desempleo
- subsidios para
el bienestar social de distribución local.
Estos programas, unidos a un nuevo
plan de vivienda pública subvencionada, representaron el comienzo en Estados
Unidos de lo que algunos autores han calificado como el Estado del Bienestar.
La
necesidad de elaborar nuevas leyes disminuyó después de 1937 y la oposición a
la prórroga del New Deal aumentó rápidamente, sobre todo en el Sur.
Hacia 1939, la atención de la opinión pública se
centraba principalmente en la política exterior y en la defensa nacional.
El
New Deal había concluido, pero su aplicación amplió de modo definitivo el papel
del gobierno federal, especialmente en lo referente a la normativa económica,
el desarrollo de recursos y el mantenimiento de los ingresos.
Aunque no
consiguió estimular una recuperación económica completa, proporcionó al
gobierno federal un mayor control sobre la oferta monetaria y los criterios de
la Reserva Federal, además de una nueva perspectiva sobre las consecuencias
económicas de su propio sistema de impuestos, préstamos y gastos, lo que
permitió reducir las repercusiones de posteriores épocas de recesión.
Por otro
lado, la coalición favorable a esta legislación, reunida en torno al Partido
Demócrata, venció en las elecciones de los años siguiente
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