Al
Capone (1899-1947) -gángster estadounidense de origen italiano, también llamado
‘Caracortada’ (Scarface) por una cicatriz que tenía en su mejilla- nació en
Nápoles (Italia) y creció en Brooklyn (Nueva York). Dejó pronto la escuela y
pasó cerca de diez años con las bandas de Brooklyn. En la década de 1920 se
hizo cargo de la organización que tenía en Chicago el gángster Johnny Torrio,
dedicada al tráfico de bebidas alcohólicas, al juego ilegal y a la prostitución. Eliminó
a sus competidores en una serie de guerras mafiosas que culminaron con la
matanza del día de San Valentín de 1929, en la que sus hombres asesinaron a
siete miembros de la banda de ‘Bugs’ Moran, con lo que se hizo con el control
del hampa en la ciudad de Chicago.
Ese
mismo año -1929-, una comisión presidencial dictaminó que la puesta en práctica
de las leyes antialcohólicas había constituido un fracaso y se decretó su
abolición.
En
cuanto al famoso Al Capone, tras ser acusado de evasión de impuestos en 1931 y condenado
a 11 años de cárcel, fue puesto en libertad condicional en 1939. Pasó el resto
de su vida, enfermo, en su mansión de Miami Beach (Florida) y falleció en 1947.
Paralelamente,
el arte norteamericano en sus diversas áreas relataba y comentaba la situación
que en su país se vivía, como por ejemplo la novela "Santuario" de
William Faulkner, donde los escenarios y personajes recorren una sórdida
realidad de fabricantes ilegales de alcohol, prostitución y sociedad en
decadencia.
Las
películas de gángsters y musicales dominarían la pantalla a comienzos de 1930.
El éxito de "Hampa dorada" (1930), de Mervyn Le Roy, hizo una
estrella de Edward G. Robinson, provocando una serie de violentas reacciones
por todo el país durante la gran depresión y la era de la prohibición. Películas
como "El enemigo público número 1" (1934), de W.S. Van Oyke, o
"Scarface, el terror del hampa" (1932), de Howard Hawks, dieron
dinamismo, vigor y realismo a la pantalla, como los musicales y las comedias
estrafalarias que parecían mostrar una actitud inconformista ante la vida. Por entonces
también, gran parte de la violencia y la carga sexual de las primeras películas
de gángsters y de las comedias musicales fue reducida por la influencia de la Legión Católica
para la Decencia y la creciente fuerza de las leyes de la censura de 1934.
No hay comentarios:
Publicar un comentario