Mussolini
adoptó una política exterior agresiva; contravino las recomendaciones de la
Sociedad de Naciones e inició la conquista de Etiopía (Abisinia, 1935-1936),
ganándose así la aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana.
No obstante, la popularidad del Duce disminuyó cuando adoptó las siguientes
medidas: el envío de tropas para apoyar al general Francisco Franco
durante la Guerra Civil
española (1936-1939), la alianza con la Alemania gobernada por el
nacionalsocialismo (partido nazi) mediante la formación del Eje Roma-Berlín
(1936), que culminó con el denominado Pacto de Acero entre ambos estados
(1939), la promulgación de leyes contra los judíos y la invasión de Albania
(1939).
Mussolini
ejerció una notable influencia sobre los políticos españoles más conservadores.
En 1923, al llegar al poder tras un golpe de Estado, el dictador Miguel Primo
de Rivera trató de imitar a Mussolini e implantó soluciones e instituciones de
carácter fascista hasta su caída en 1930. Posteriormente, partidos políticos de
derecha, una vez implantada la
II República española, enviaron emisarios a Mussolini para
buscar su apoyo en los planes que estaban preparando para levantarse contra el
régimen republicano. El levantamiento más tarde liderado por el general Francisco Franco se
inició el 18 de julio de 1936 y Mussolini apoyó decisivamente a los rebeldes,
enviando a España a una división completa del Ejército italiano.
Participación en la Segunda Guerra Mundial
Mussolini,
cuyo Ejército no estaba preparado, no participó en la Segunda Guerra
Mundial hasta que los alemanes invadieron Francia en junio de 1940. Italia
luchó contra los británicos en África, invadió Grecia y se unió a los alemanes
en el reparto de Yugoslavia, la invasión de la Unión Soviética y
la declaración de guerra a Estados Unidos.
Tras
las múltiples derrotas que sufrieron los italianos en dichas operaciones
bélicas el Gran Consejo Fascista destituyó a Mussolini el 25 de
julio de 1943, le detuvo al día siguiente y firmó en el mes de setiembre un
armisticio con los aliados, que habían invadido el sur de Italia.
Sin embargo,
los alemanes rescataron en setiembre de ese mismo año a Mussolini, que proclamó
la República
Social Italiana, efímero régimen radicado en Salò (en la
orilla occidental del lago de Garda, situado en el norte de Italia) y que sólo
subsistió por la protección alemana. El líder italiano intentó huir a Suiza con
su amante, Clara Petacci, durante los últimos días de la guerra, pero ambos
fueron capturados por miembros de la Resistencia italiana, quienes les fusilaron
en Giulino di Mezzegra (en las proximidades del lago de Como) el 28 de abril de
1945, siendo sus cuerpos expuestos públicamente en las calles de Milán.
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