El Tour
de France, gracias a la televisación a nivel mundial, ha ganado adeptos en
muchas regiones del mundo. En las últimas décadas el público pudo deleitarse
con las hazañas de grandes corredores que han hecho historia entre los que se
destacan el belga Eddy Merckx y el español Manuel Induráin.
Tour de France en las últimas
décadas del siglo XX
La
década de 1970 estuvo copada, en su primera mitad, y de forma tiránica por un
belga que recibió los apodos de 'el Ogro' y 'el Caníbal', y que ha sido
calificado de forma casi unánime como "el mayor ciclista de todos los
tiempos": Eddy Merckx.
La era Merckx
Ganador
de cinco Tours: en 1969 (su primera intervención, en el que ganó seis etapas,
fue 'rey de la Montaña', ganó la clasificación por puntos y por equipos, ¡y
dejó al segundo clasificado a 17 minutos de diferencia!), en 1970, 1971, 1972 y
1974, Merckx fue el primero en sumarles cinco Giros de Italia (con tres
dobletes, algo que todavía no ha igualado nadie) y con una cifra espeluznante,
525 victorias en 1.800 carreras disputadas a lo largo de su vida profesional.
Fue el primero en ganar en un mismo año el Tour, el Giro y el Campeonato del
Mundo, proeza que tan sólo el irlandés Stephen Roche volvió a repetir en 1987.
El 18 de mayo de 1978 se retiró.
Durante
los reinados de Anquetil y Merckx compitió en el Tour un hombre conocido como
'el eterno segundón' que, sin embargo, fue el verdadero ídolo en el afecto de
los aficionados: Raymond Poulidor, que participó en 13 ediciones y jamás vistió
el maillot amarillo, fue tres veces segundo y cinco tercero.
El
mismo año de la retirada de Merckx participó por primera vez en el Tour el que
sería su indiscutible sucesor, el francés Bernard Hinault (1954). Vencería
también al año siguiente, y en 1981 y 1982, año en el que consiguió su primer
doblete, que repetiría en su última y mejor temporada, la de 1985. Apodado 'el
Tejón' o 'el Caimán', superó el Récord de la Hora que Merckx dejase
establecido. Tuvo como principal rival en las rutas francesas al holandés Joop
Zoetemelk y dejó como discípulos a Laurent Fignon, vencedor en dos ocasiones
seguidas, 1983 y 1984, y a Greg Lemond, que con su triunfo de 1986 fue el
primer estadounidense en adjudicarse un Tour.
En
la década de 1980, se impusieron en numerosas ocasiones los escaladores
colombianos, llamados 'los escarabajos', forjados en tan firmes disciplinas
como ascender en su tierra por picos como el Puerto de Letras, con 80 kilómetros de
ascensión y 5.000
metros de altura. Otro ejemplo lo representa Lucho
Herrera, que en 1984 coronó en primera posición la cima del Alpe d´Huez y en
1988, Fabio Parra, que fue tercero en la general de aquel año.
El ciclismo español en el Tour: Delgado, Induráin
Los
últimos años del Tour han tenido un sello español, con dos figuras diferentes y
de muy distinto currículum, pero espléndidos por sus peculiaridades: Pedro Delgado, que pudo
ganar en la edición de 1987 (quedó a 40 segundos del líder, el irlandés Stephen
Roche), en el que realizó la más terrorífica y aparatosa bajada de un puerto
que se recuerda, la
del Peyresourde; vencedor en la edición de 1988 y, sobre
todo, el navarro
de Villaba, Miguel Induráin (1964), que en sus 14 años de vida profesional ha
participado en once ediciones y ganado cinco consecutivas, de 1991 a 1995. Con dos
dobletes (Giro de Italia y Tour de Francia) en 1992 y 1993, además.
Induráin,
calificado como "el mejor deportista español de todos los tiempos"
-un coloso de 1,88
metros de altura y más de 70 kilos de peso, imbatible en
la contrarreloj y dotado de un ritmo que pulveriza a sus contrarios en la
escalada- ha necesitado de un largo aprendizaje para imponer su ley de hierro
en el Tour, en la que no sólo ha batido a los que fueron los dueños de la ruta
en sus años de madurez (Claudio Chiapucci, Gianni Bugno, Tony Rominger o Alex
Zülle), sino que ha destrozado las mejores esperanzas de algunos de los jóvenes
que le seguían, como Marco Pantani, Laurent Jalabert y Eugéne Berzin.
En
la edición de 1996, cuando Induráin era clarísimo favorito, el trazado con
mayores obstáculos, el clima adverso y,
también, una merma en las condiciones físicas del corredor, unido a una
impecable y dominadora carrera realizada por el veterano danés Bjarne Riis,
entregaron a éste la malla oro en la meta final de los Campos Elíseos. Se
cumplía así el aserto según el cual ni los mayores gigantes logran ganar seis
Tour.
En la
edición 1998, tras 22 días de competición en los que se recorrieron más de 3.700 kilómetros
divididos en 21 etapas, Marco Pantani se impuso en la clasificación general
individual.
"El Pirata" (apelativo de Pantani por su
costumbre de lucir un pañuelo en la cabeza) labró su triunfo en el terreno en
que mejor se desenvuelve, la alta montaña.
Pantani, cuya trayectoria deportiva se vio seriamente
amenazada por un grave accidente sufrido en 1995 que le apartó de la
competición durante más de un año, ha rematado en París una excepcional
temporada, en la que ya ganó el Giro de Italia. Sólo su compatriota Fausto
Coppi, los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el belga Eddy Merckx,
el español Miguel Induráin y el irlandés Stephen Roche, habían conseguido
imponerse, en un mismo año, en las rondas italiana y francesa.
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