1979. La
Organización Mundial de la Salud anuncia la desaparición del
virus de la viruela en el mundo. En 1967, la enfermedad había provocado más de
dos millones de muertes.
El virus de la viruela es una antigua enfermedad viral aguda, muy
contagiosa.
Tras un periodo de incubación de 12 días, aparecía
una fase de fiebre alta, postración y toxicidad, seguida al cabo de 3 o 4 días
por una erupción que afectaba sobre todo a la cara, las palmas y las plantas de
los pies.
En los 6 a
10 días siguientes la erupción daba paso a pequeñas pústulas. Posteriormente
volvía la fiebre y la toxicidad, y las pústulas podían sobreinfectarse por
bacterias.
Durante la convalecencia, las pústulas desarrollaban costras y
cicatrices permanentes.
La muerte se producía por la diseminación de la
infección a los pulmones, el corazón o el cerebro. Las personas con viruela
podían transmitir la enfermedad desde el tercer día y a lo largo de toda la
fase eruptiva.
En 1967 la Organización Mundial
de la Salud (OMS) promovió una campaña de vacunación contra la viruela a nivel
mundial; en esa época, la enfermedad afectaba de 10 a 15 millones de personas
al año, con más de 2 millones de muertes.
A mediados de 1975, todo el
subcontinente indio fue declarado libre de viruela, y sólo había algunos casos
en dos países, Bangla Desh y Etiopía.
En 1979, habían transcurrido dos años sin
ningún caso declarado de viruela, y la OMS anunció la desaparición de la
viruela de la Tierra. Se
recomendó a los diferentes países que dieran por finalizada la vacunación y que
destruyeran los virus almacenados en laboratorio.
Para comprender este
requerimiento, debe tenerse en cuenta que una mujer inglesa contrajo la
enfermedad en 1979 a
partir de un virus de laboratorio y murió a consecuencia de la infección.
En la actualidad custodian el virus de la viruela
sólo algunos laboratorios de Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia y China
(debido a su potencial uso en la guerra biológica).
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