El
viejo sueño de viajar a la Luna se hace realidad. Un 20 de julio de 1969, el
Apolo 11 realiza el ansiado alunizaje. Millones de personas pudieron seguir el
hecho por televisión y escuchar las palabras de Neil Armstrong "éste es un
pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad".
En
el año 1969, la humanidad logró realizar el viejo sueño de pisar la Luna.
El
16 de julio despegó la histórica nave Apolo 11. Una vez en la órbita lunar,
Edwin E. Aldrin y Neil A. Armstrong se trasladaron al módulo lunar. Michael
Collins permaneció en la órbita lunar pilotando el módulo de control después de
la separación, y apoyando las maniobras del módulo lunar. Este último descendió
a la Luna y se posó sobre su superficie el 20 de julio, al borde del Mar de la
Tranquilidad. Horas más tarde, Armstrong descendió por una escalerilla con su
traje espacial y puso su pie sobre la Luna. Sus primeras palabras fueron
"éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la
humanidad".
A lo largo de los siglos XIX y XX, las exploraciones visuales con telescopios
de gran potencia han permitido obtener un conocimiento muy amplio del lado
visible de la Luna. El lado de la Luna no visible, se mostró al mundo por
primera vez en octubre de 1959 con las fotografías tomadas por la nave espacial
soviética Lunik 3.
Los descubrimientos científicos acerca específicamente de la luna, como
los grandes avances perfeccionando cada vez más las naves espaciales,
formaban parte de la competencia entre
las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, en el marco de la
relativamente suavizada "guerra fría".
Los alunizajes con éxito de las sondas espaciales no tripuladas de la
serie estadounidense Surveyor y de la soviética Luna en la década de 1960 y,
finalmente, los alunizajes tripulados a la superficie lunar del programa
estadounidense Apolo, hicieron realidad las mediciones directas de las
propiedades físicas y químicas de la Luna. Finalmente, mediante los rayos láser recientemente descubiertos se midió la distancia exacta entre la Tierra
y la Luna.
El
programa estadounidense Gemini estaba diseñado para desarrollar una tecnología
que permitiera llegar a la Luna. En mayo de 1961, el presidente de Estados
Unidos, John F. Kennedy puso en marcha el programa Apolo, con el objetivo de
llevar un hombre a la Luna y que pudiera regresar a salvo, "antes del fin
de la década". Esta decisión se convirtió en un intenso programa de vuelos
espaciales tripulados a gran escala. Las naves Gemini albergaban dos
tripulantes y estaban construidas para funcionar largos periodos de tiempo y
desarrollar técnicas espaciales en encuentros y ensamblajes con otras naves.
Entre 1965 y 1966 se llevaron a cabo diez vuelos dentro de este programa.
Finalmente,
el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong primero y Edwin Aldrin unos minutos
después, se conviertieron en los primeros seres humanos en pisar la superficie
lunar.
Habían
partido de Cabo Cañaveral el 16 de julio a bodo de la nave espacial Apolo 11,
en la que además viajaba un tercer tripulante, Michael Collins. Tras situarse
en la órbita terrestre impulsada por el cohete Saturno V, la nave tomó la
trayectoria Tierr-Luna. Al arribar al satélite lo circunvaló 14 veces, hasta
que el módulo de exploración -llamado Eagle- se separó de la nave (en al que
permaneció Collins) e inició el descenso.
El
alunizaje fue perfecto y sólo obligó a Armstrong a desviar un poco el módulo
lunar con el mando manual, ya que de lo contrario la nave se hubiera depositado
en el interior de un cráter lleno de rocas y pedruscos que la hubieran dañado.
El
mundo fue testigo de ese primer paso del hombre en la Luna gracias a una cámara
colocada sobre el módulo que transmitió la hazaña por televisión. Millones de
personas pudieron seguir en directo la retransmisión vía satélite del
acontecimiento.
Los
astronautas recogieron 21 kg de muestras del suelo, tomaron fotografías y
colocaron un artefacto para detectar y medir el viento solar, un reflector de
rayos láser y un sismógrafo. Armstrong y Aldrin clavaron en el suelo una
bandera de Estados Unidos y hablaron por radio con el presidente Richard M.
Nixon en la Casa Blanca. Comprobaron que no era difícil caminar y correr bajo
una gravedad seis veces menor que la de la superficie de la Tierra.
Una
vez de vuelta al módulo lunar, los astronautas se quitaron los trajes
espaciales y descansaron unas horas antes de despegar. Abandonaron la Luna en
vuelo vertical dejando en la superficie lunar la parte inferior del módulo
lunar que actuó como plataforma de lanzamiento. Esta plataforma se desechó una
vez acoplados el módulo lunar al módulo de comando, al que regresaron los dos
astronautas.
El
regreso del Apolo 11 se realizó sin contratiempos y la nave cayó a las aguas
del océano Pacífico en donde fue recuperada, cerca de Hawai, el 24 de julio.
Ante
la posibilidad de que organismos lunares contaminaran la tierra, los
astronautas se vistieron con trajes de aislamiento biológico antes de salir de
la nave y fueron sometidos a una cuarentena de tres semanas. Su salud no se vio
afectada.
Tras
la llegada a la Luna, los científicos norteamericanos y soviéticos continuaron
sus investigaciones, llegando en la década del '70 a Marte y Venus; así como a
las proximidades de los restantes planetas solares, y profundizando las
investigaciones en torno al espacio, el origen del universo, y fenómenos complejos
como los agujeros negros.
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