1949. La revolución china
liderada por Mao Tsé-tung llega al poder. El país más extenso y poblado del
mundo se transforma en la República Popular China.
TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN CHINA
La República China presidida
por Chiang Kai-chek, al final de la Segunda Guerra Mundial, se halló asociada a
la común victoria aliada sobre Japón, país con el que mantenía una heroica
guerra defensiva desde 1931, y se vio promovida a la categoría de cuarta gran
potencia mundial, pese a que se trataba de un Estado corrupto cuyo régimen
político interior era incapaz de imponerse en Manchuria y otras extensas zonas
dominadas por los comunistas liderados por Mao Tsé-tung, que llevaba una doble
y encarnizada lucha contra los japoneses invasores y contra el gobierno
central.
Hacia diciembre de 1946, el
general estadounidense George C. Marshall -enviado por Washington en misión a
China- intentó convencer a Chiang Kai-chek de la necesidad de un entendimiento
con los comunistas. Las tratativas fracasaron y el gobierno chino reanudó la
lucha.
Estados Unidos intentó
reforzar el papel de Marshall como mediador imparcial al suspender su ayuda
militar al gobierno nacionalista. No obstante, las hostilidades continuaron y
en enero de 1947, convencidos de la inutilidad de proseguir la mediación,
Marshall abandonó China.
Muy pronto el
conflicto estalló en una guerra civil a gran escala y desaparecieron todas las
esperanzas de un acercamiento político.
En mayo de 1947, se reanudó la ayuda
estadounidense a los nacionalistas. Sin embargo, las fuerzas gubernamentales
estaban agotadas tras dos décadas de un estado de guerra casi continuo, el
mando estaba dividido por la desunión interna y la economía estaba paralizada
por una espiral inflacionista; además, los campesinos recelaban de una
prometida reforma agraria que no llegaba nunca, mientras que los liberales en
el gobierno eran sometidos por los sectores más conservadores. Por otra parte,
la corrupción era de tales dimensiones que los propios generales regateaban y
especulaban con los fondos asignados para el ejército, llegando incluso a
venderle al adversario los abastecimientos y las municiones recibidas.
En 1947 la iniciativa
militar pasó a los comunistas cuyo Ejército de Liberación Popular (nombre
oficial) dirigido por Lin Biao derrotó a los nacionalistas en Manchuria y en el
verano de 1949, la resistencia nacionalista se derrumbó.
El gobierno, con las
fuerzas que pudo recuperar, buscó refugio en la isla de Formosa, isla
fortificada por los norteamericanos.
En setiembre de 1949
los comunistas reunieron la Conferencia Consultiva Popular Política China, un
cuerpo constituyente de 662 miembros, que adoptó un grupo de principios y
directrices políticas y una ley orgánica para gobernar el país.
La conferencia eligió al Consejo de Gobierno Central Popular, que iba a servir de órgano supremo político. Mao Tsé-tung, nombrado presidente de este organismo, era de hecho el jefe del Estado.
La conferencia eligió al Consejo de Gobierno Central Popular, que iba a servir de órgano supremo político. Mao Tsé-tung, nombrado presidente de este organismo, era de hecho el jefe del Estado.
De acuerdo con los poderes
que había delegado en él la conferencia, el Consejo de Gobierno Central Popular
instituyó los diferentes órganos de gobierno central y local.
En el plano nacional, el Consejo Administrativo de Gobierno, encabezado por Zhou Enlai, llevó a cabo funciones de gobierno tanto legislativas como ejecutivas. Subordinados al Consejo se encontraban más de 30 comisiones y ministerios encargados de tratar diferentes aspectos de los asuntos estatales.
La República Popular China fue oficialmente proclamada el 1 de octubre de 1949.
En el plano nacional, el Consejo Administrativo de Gobierno, encabezado por Zhou Enlai, llevó a cabo funciones de gobierno tanto legislativas como ejecutivas. Subordinados al Consejo se encontraban más de 30 comisiones y ministerios encargados de tratar diferentes aspectos de los asuntos estatales.
La República Popular China fue oficialmente proclamada el 1 de octubre de 1949.
La República Popular
En 1953 después de que
el control comunista se hubiera establecido con firmeza en la mayoría de las
poblaciones, el Consejo de Gobierno Central Popular inició la elección de los
congresos populares locales, que a su vez, eligieron los congresos del ámbito
administrativo inmediatamente superior. En 1954 se completó la red de congresos
electos, con la elección del Congreso Nacional Popular, que aprobó el borrador
de la Constitución que se envió al Comité Central del Partido Comunista Chino.
La Constitución de
1954, que reemplazó a la Ley Orgánica de 1949 como la ley fundamental del país,
confirmó la hegemonía del Partido Comunista Chino e introdujo cambios
destinados a centralizar el control del gobierno.
La transformación de la sociedad
La política básica del
régimen comunista fue transformar China en una sociedad socialista.
Para alcanzar este fin se utilizaron ampliamente la educación en los principios del marxismo-leninismo y la propaganda política, en especial hacia los jóvenes.
Se aseguró a las mujeres una posición de igualdad mediante las nuevas leyes de matrimonio, que pusieron fin a la práctica del concubinato, la poligamia, la venta de niños y la interferencia en los nuevos matrimonios de las viudas, y aseguraban derechos iguales respecto al empleo, propiedad de los bienes y divorcio.
Se controló estrictamente la religión; se obligó a los misioneros extranjeros a salir del país y se colocó a clérigos chinos dispuestos a cooperar con los comunistas, al mando de las iglesias cristianas.
Para alcanzar este fin se utilizaron ampliamente la educación en los principios del marxismo-leninismo y la propaganda política, en especial hacia los jóvenes.
Se aseguró a las mujeres una posición de igualdad mediante las nuevas leyes de matrimonio, que pusieron fin a la práctica del concubinato, la poligamia, la venta de niños y la interferencia en los nuevos matrimonios de las viudas, y aseguraban derechos iguales respecto al empleo, propiedad de los bienes y divorcio.
Se controló estrictamente la religión; se obligó a los misioneros extranjeros a salir del país y se colocó a clérigos chinos dispuestos a cooperar con los comunistas, al mando de las iglesias cristianas.
En los primeros años
de la República Popular, el gobierno también recurrió al terror en sus
esfuerzos por eliminar a toda la oposición y a los enemigos potenciales; en
1951, las autoridades de Pekín afirmaron que entre octubre de 1949 y octubre de
1950, se ejecutó a más de un millón de los denominados elementos
contrarrevolucionarios. Algunas autoridades extranjeras estimaron que esos
datos podrían haberse incrementado a finales de 1951 a dos millones.
Política económica
La primera acción de
los comunistas fue reconstruir la economía, que se había visto afectada por las
consecuencias de las décadas de guerra continua. Inmediatamente instituyeron
medidas severas para controlar la inflación, restaurar las comunicaciones y
restablecer el orden interno necesario para el desarrollo económico. Su
política económica potenció la colectivización agrícola para poder promocionar
el ahorro necesario para el establecimiento de la industria pesada.
La industria privada
pasó gradualmente a estar bajo propiedad mixta estatal y privada. El control
del Estado fue ejercido mediante una serie de programas que implicaban la
incautación de los considerados sectores económicos básicos y la paulatina
desaparición de algunos propietarios mediante pagos compensatorios fijos.
La reforma agraria se inició en 1950 y fue seguida de la creación de equipos de ayuda mutua, cooperativas y granjas colectivas.
El primer plan quinquenal, que se inició en 1953 y se llevó a cabo con ayuda soviética, potenció la industria pesada a costa de los bienes de consumo. La ayuda económica y el consejo técnico soviético contribuyeron en gran manera al éxito inmediato del programa.
La reforma agraria se inició en 1950 y fue seguida de la creación de equipos de ayuda mutua, cooperativas y granjas colectivas.
El primer plan quinquenal, que se inició en 1953 y se llevó a cabo con ayuda soviética, potenció la industria pesada a costa de los bienes de consumo. La ayuda económica y el consejo técnico soviético contribuyeron en gran manera al éxito inmediato del programa.
Política exterior
La política exterior
china reflejaba la unidad existente en el movimiento comunista internacional en
la década de 1950. China y la Unión Soviética firmaron un tratado de amistad y
alianza en 1950 y varios acuerdos complementarios, que concluyeron en 1952 y
1954, por los que la Unión Soviética hizo grandes concesiones a China, como la
desaparición de la presencia soviética en Manchuria. China también pretendió
estrechar relaciones con sus vecinos comunistas. Durante la guerra de Corea las tropas chinas ayudaron al
régimen comunista de Corea del Norte contra las fuerzas de Naciones Unidas,
enfrentándose directamente a las tropas de Estados Unidos.
Cuando este conflicto finalizó en 1953, los chinos aceleraron el flujo de la ayuda militar a los insurgentes comunistas que luchaban contra los franceses en Indochina. Zhou Enlai desempeñó un importante papel en las negociaciones de los Acuerdos de Ginebra de 1954, que terminaron momentáneamente con las hostilidades en esta región.
Cuando este conflicto finalizó en 1953, los chinos aceleraron el flujo de la ayuda militar a los insurgentes comunistas que luchaban contra los franceses en Indochina. Zhou Enlai desempeñó un importante papel en las negociaciones de los Acuerdos de Ginebra de 1954, que terminaron momentáneamente con las hostilidades en esta región.
El gobierno popular
chino ofreció apoyo decidido no sólo a los vietnamitas, en lucha contra la
creciente intervención norteamericana en su país, sino también a todos los
pueblos de Asia, África e Iberoamérica, que emprendieran la lucha contra los
gobiernos capitalistas.
Esta proyección del
sistema chino hacia el exterior obedecía a diversas causas, una de ellas a la
capacidad de fortalecimiento interno, el desarrollo de la industria y de la
técnica, que le permitió ensayar su primera bomba atómica en octubre de 1964.
Otra de las causas fue el aislamiento a que los Estados unidos trataban de someter a China, negándose a admitirla en el seno de las Naciones Unidas. Al propio tiempo, las divergencias con la Unión Soviética, cuyas fronteras asiáticas son discutidas por el expansionismo chino, y paralelamente las doctrinales con el comunismo soviético se acentuaron más desde la muerte de Stalin, hasta el punto de que con motivo del XXIII Concreso del partido comunista ruso en Moscú -abril de 1966- los chinos se negaron a enviar una delegación al mismo.
Otra de las causas fue el aislamiento a que los Estados unidos trataban de someter a China, negándose a admitirla en el seno de las Naciones Unidas. Al propio tiempo, las divergencias con la Unión Soviética, cuyas fronteras asiáticas son discutidas por el expansionismo chino, y paralelamente las doctrinales con el comunismo soviético se acentuaron más desde la muerte de Stalin, hasta el punto de que con motivo del XXIII Concreso del partido comunista ruso en Moscú -abril de 1966- los chinos se negaron a enviar una delegación al mismo.
Colapso económico y crisis
A fines de la década
de 1950 y principios de 1960, Mao Tsé-tung plantea una reforma económica,
social y política destinada a separarse del modelo socialista soviético y
crear rápidamente un socialismo adecuado
a las condiciones chinas. Esta iniciativa, denominada "Gran Salto
adelante" que implicaba un gran esfuerzo colectivo para aumentar la
productividad del país.
La comuna
independiente y rural se convirtió en el principio básico de la vida social,
minimizando la importancia de la familia y amalgamando las granjas colectivas
en unidades mayores de cientos de miles de habitantes. Se consiguió aumentar la
superficie cultivada y la producción de los principales artículos agrícolas,
pero a costa de una estricta disciplina y de un agotador esfuerzo. Pero esa
tensión productiva sólo pudo mantenerse durante tres años, y en 1959 se
constató el estancamiento en la producción a causa de una mala planificación
económica -que dejó de lado el necesario avance técnico-, y de pésimas
condiciones meteorológicas que provocaron, conjuntamente, tremendas
mortandades, en especial en el campo.
Con "el gran
salto adelante", los proyectos de industrialización entraron en colapso, y
su fracaso se hizo más grave con el retiro de los técnicos soviéticos, luego de
los primeros choques oficiales entre los dos mayores países del bloque comunista.
Debido a los errores
cometidos, China consiguió apenas un adelanto en relación a los índices de
producción agrícola e industrial del período anterior a 1949. La dirección del
Partido Comunista chino hizo la autocrítica de estos errores y, Chou En Lai al
frente del gobierno inició una revisión gradual de los programas económicos,
con el objetivo de volver a los niveles de crecimiento de 1957.
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