1964.
Cassius Clay, el más grande boxeador de todos los tiempos, se corona campeón al
vencer al número uno de ese momento: Sony Liston.
De allí
en adelante se inicia toda una leyenda con el campeón más fabuloso y creativo
de la historia del boxeo mundial.
Cassius Clay campeón del mundo
Tenía
22 años, había sido campeón Olímpico en Roma en 1960 y venía demoliendo rivales
cuando en 1964 enfrentó al campeón del mundo en esos momentos. Sonny Liston,
llamado "el oso" por su enorme corpulencia.
Los expertos anticipaban
la victoria de Liston, pero a Cassius Clay, con una movilidad increíble y una
velocidad infrecuente para la categoría de pesos pesados, le alcanzaron unos
pocos pero eficaces golpes para dejar al Goliat en la lona. De allí en adelante
se inició toda una leyenda en el boxeo, con un campeón fabuloso en el ring y
"bocón" fuera del mismo, que proclamaba ser "el más
grande", y que anticipaba en qué round tiraría a sus rivales.
En el
mismo año, después de convertirse al islam, adoptó el nombre de Muhammad Ali.
En 1967 se negó a incorporarse al ejército de su país alegando ser musulmán y
por lo tanto objetor de conciencia. Fue acusado de desertor y las autoridades
del boxeo declararon su título vacante.
Ali
volvió al ring en 1970 y ganó dos peleas, pero perdió un combate por el título
con Joe Frazier en marzo de 1971. Ese mismo año el Tribunal Supremo de los
Estados Unidos revocó su condena.
A lo
largo de toda su carrera se ganó una reputación de luchador agresivo de fuerte
personalidad. Su técnica apoyó la afirmación de que podía "volar como una
mariposa y picar como una abeja".
Fuera del ring, Ali estuvo en primera
plana en los medios de comunicación, retando y provocando a sus contrincantes a
través de entrevistas y confrontaciones concertadas de antemano. Llegó a ser
una figura del deporte reconocida a nivel mundial y se retiró como uno de los
mejores campeones de boxeo.
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