1989. El conflicto de
intereses por el Canal de Panamá vinculado al tema del narcotráfico condujo a
una nueva invasión por parte del gobierno de George Bush a territorio panameño.
Tras la nunca aclarada muerte
en 1981 del General Omar Torrijos, el presidente Arístides Royos -que había
perdido el apoyo de la Guardia Nacional y el nuevo Comandante, Rubén Paredes-
lo obligaron a renunciar. Royos fue reemplazado por De la Espriella, y éste
junto al Comandante Paredes iniciaron el realineamiento pro-norteamericano del
país.
La situación de los militares
panameños se complicó a partir de 1982.
El papel desempeñado por Estados Unidos
con el estallido de la Guerra de las Malvinas,
y el lanzamiento del grupo Contadora por el conflicto entre el gobierno
sandinista y la contra nicaragüense (ver revolución sandinista) -del cual Panamá fue primer anfitrión- tensaron
nuevamente las relaciones entre ambos países.
En 1983 Paredes fue
sustituído como Comandante de la Guardia Nacional por el luego General Manuel
Noriega.
En las elecciones de 1984
gana la presidencia por estrecho margen Nicolás Barletta con el apoyo de las
fuerzas Armadas, y en medio de denuncias de fraude por parte del opositor
Arnulfo Arias.
Barletta halló una creciente
oposición a su política económica y renunció a fines de 1985. Le sucedió Eric
del Valle, pero el hombre fuerte siguió siendo el General Noriega, quien pasó a
ser objetivo a derribar por el gobierno norteamericano.
Noriega, antiguo protegido de
Estados Unidos, no había participado en los planes para preparar la invasión a
Nicaragua.
El "ajuste de cuentas" llevado adelante entonces por la
administración norteamericana, empezó con el desenmascaramiento de los negocios
de Noriega con el narcotráfico, y continuó con la suspensión de la ayuda
económica y militar.
En 1988 congeló los fondos panameños en Estados Unidos e
impuso sanciones económicas como el cese de pagos por las operaciones del
Canal.
La presencia militar
norteamericana fue acrecentándose. Eric del Valle destituyó a Noriega, pero la
Asamblea Nacional respaldó al General y removió al presidente, colocando en su
lugar a Manuel Solís Palma. Tras unas elecciones que se consideraron
fraudulentas, y fracasada la insurrección antinorieguista, Estados Unidos
invadió Panamá e impuso a Guillermo Endara a la presidencia de la república.
Pese a la condena
internacional por la invasión, el gobierno de Estados Unidos movilizó unos
26.000 hombres y un armamento muy sofisticado.
El costo del conflicto
significó entre cuatro mil y diez mil muertos, y pérdidas por más de dos mil
millones de dólares.
Noriega, asilado en la
Nunciatura, fue detenido y trasladado a Estados Unidos, donde se le condenó a
cuarenta años de cárcel.
A pesar de las dudas respecto
al cumplimiento del Tratado firmado en
1977, el traspaso del control del Canal a manos panameñas, siguió su curso.
En
marzo de 1991, por primera vez, un panameño asumió la administración del Canal.
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