Música Electrónica
La
música electrónica, que nació en la primera década del siglo de la mano de los
futuristas italianos liderados por Luigi Russolo, tuvo un desarrollo importante
a partir de los grandes avances tecnológicos llevados adelante a partir de la Segunda Guerra Mundial.
En
las décadas de 1940 y 1950 nacieron varios estudios de grabación, asociados a
los nombres de figuras destacadas, cuyos objetivos eran específicamente
artísticos. En Francia, el ingeniero de sonido y compositor Pierre Schaeffer
fundó el estudio
de Radio Francia
(RTF) en París, compuesto por varias grabadoras, micrófonos y equipos para la
edición de cintas.
Las
principales técnicas utilizadas para crear música consistían en cortar, pegar,
empalmar o recorrer hacia atrás distintos fragmentos de la cinta grabada.
Estas
técnicas de manipulación de las cintas dieron lugar a un nuevo tipo de montaje
de sonido, elaborado con mucho esfuerzo a partir de las grabaciones de sonido
provenientes del mundo real.
Schaeffer calificó los resultados como música
concreta, un término que aún se sigue utilizando ampliamente, sobre todo en
Francia. Su primer experimento en este nuevo género utilizaba sonidos de
grabaciones de trenes. Todas sus obras de esa época eran breves estudios sobre
sonidos y tienen títulos evocadores como la Sinfonía para un hombre solo,
compuesta en colaboración con su colega Pierre Henry.
A
finales de la década de 1940 Werner Meyer-Eppler, físico y director del
Instituto de Fonética de la Universidad de Bonn, presentó por vez primera el
Vocoder, un dispositivo que conseguía sintetizar la voz humana.
Su trabajo
teórico influyó en los compositores relacionados con el estudio de la Radio de
Alemania Occidental en Colonia (fundada en 1953), y cuyo interés giraba en
torno a la síntesis electrónica de los sonidos mediante generadores de sonido y
otros aparatos.
El primer director del estudio de Colonia, Herbert Eimert,
ejerció una gran influencia por su forma de utilizar el serialismo total como
base para la construcción de obras electrónicas.
Según este método, todos los
aspectos de la música, incluidos el tono, el ritmo y el volumen relativo,
quedaban bajo el control de unos principios definidos numéricamente.
Los
sonidos y aparatos electrónicos brindaban la precisión y el control necesarios
para la realización de este concepto. Compositores como Bruno Maderna y
Karlheinz Stockhausen elaboraron piezas electrónicas cortas, llamadas síntesis
aditiva. Estas obras se componían enteramente a partir de sonidos electrónicos.
A
finales de los años cincuenta ya se habían establecido gran parte de los
estudios de música electrónica de Europa. Los más importantes eran el de la RAI
en Milán, fundado por Luciano Berio y Maderna, el Instituto de Sonología de
Utrecht y el estudio
EMS de Estocolmo.
En
la década de 1950 en Nueva York los compositores Otto Luening y Vladimir
Ussachevski crearon músicas para cinta magnetofónica con un equipo de estudio
muy rudimentario.
Su música transformaba los sonidos grabados de instrumentos y
voces mediante técnicas de manipulación de cintas y simples unidades de
reverberación.
A finales de la década se asociaron con el Centro de Música
Electrónica de Columbia-Princeton, en el cual el compositor Milton Babbitt
empleaba una enorme computadora RCA para crear una música compuesta con los
mismos principios seriales que Eimert y Stockhausen en Colonia. Su obra
"Philomel" (1964) fue una de las primeras composiciones para soprano
solista y cinta magnetofónica.
El desarrollo de la tecnología informática en
las décadas de 1950 y 1960 llevó al establecimiento de una serie de estudios
dedicados en exclusiva a la
música por ordenador en universidades estadounidenses y, en
menor medida, en Europa.
Durante
los años sesenta y setenta los estadounidenses Lansky y Barry Vercoe, entre
otros, desarrollaron paquetes de programas para música (programas informáticos
diseñados para la manipulación y creación de sonido), que se entregaban
gratuitamente a los compositores interesados.
Esta tradición de software en las
universidades de Estados Unidos ha contribuido en gran medida al crecimiento de
la música por computadora en todo el mundo. Tanto el Centro para la Investigación Informática
en Música y Acústica de la Universidad de Stanford, en el estado de California,
como el Institute
de Recherche et de Coordination Acustique/Musique de París (fundado por Pierre
Boulez en 1977), utilizaron los ordenadores de forma significativa y continúan
siendo centros influyentes en la composición de música electrónica en la
actualidad.
Los sintetizadores
y los instrumentos de música electrónica
A
principios del siglo XX se inventaron instrumentos electrónicos como el
Telharmonium o el Theremin, pero eran muy rudimentarios en su construcción y
complicados en su funcionamiento.
Los sintetizadores e instrumentos
electrónicos con amplificación, susceptibles de ser utilizados en las
actuaciones en vivo, se perfeccionaron en la década de 1960.
La computadora
central RCA fue en esencia uno de los primeros sintetizadores electrónicos. El
aparato contenía todos los recursos necesarios para generar y modificar los
sonidos por medios electrónicos.
En los sesenta, Robert Moog, Don Buchla y los
fabricantes británicos EMS, entre otros, comenzaron a producir sintetizadores
que utilizaban el control de voltajes. Se trataba de un medio electrónico para
variar el tono o el volumen, y se empleaba para crear, filtrar y modificar,
sonidos electrónicos. Pronto aparecieron sintetizadores que ofrecían una serie
de sonidos y efectos pregrabados. Éstos serían utilizados cada vez más con
propósitos comerciales, desde los anuncios de la televisión hasta la música
para películas de ciencia-ficción. Hoy existe una amplia variedad de
sintetizadores, capaces de imitar casi cualquier sonido y de crear gamas
tonales y timbres completamente nuevos.
Los
nuevos instrumentos musicales electrónicos de la década de 1960 también
contribuyeron al crecimiento de la música electrónica en vivo, en la cual la
creación y la manipulación electrónica del sonido ocurren en tiempo real (es
decir, que se tocan y se escuchan en el momento). Al mismo tiempo, ciertos
compositores creaban música electrónica en vivo con equipos fabricados por
ellos mismos.
La obra "Solo" de Stockhausen (1966), por ejemplo,
utilizaba un complejo sistema de retardo de la grabación que requería cuatro ayudantes
para su interpretación. Durante la década de 1960 surgieron numerosos grupos de
música electrónica en vivo, muchos de los cuales interpretaban música
improvisada de carácter teatral.
La
evolución del sintetizador y la guitarra eléctrica a partir de los años
cincuenta también ha influido en gran medida en el mundo del pop y la música
rock. Los avances tecnológicos fueron acogidos con entusiasmo por grupos como
The Grateful Dead, Pink Floyd y la Velvet Underground.
Música por
ordenador y música electroacústica
La
música por ordenador se caracteriza por el empleo de la tecnología digital. Si
la música creada mediante el corte y pegado de cintas utilizaba grabadoras y
dispositivos analógicos, los ordenadores almacenan la información de forma
digital, como números que pueden manipularse mediante procesos matemáticos
usando programas informáticos.
Desde la década de 1960 los términos música
electroacústica y por ordenador se refieren, respectivamente aunque no de forma
constante, a la música
analógica y a la digital.
Hoy esos términos se usan casi de forma equivalente, dado que
casi toda la música electrónica utiliza ahora tecnología digital.
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