domingo, 30 de septiembre de 2012

1929. El Vaticano Estado independiente



La controversia entre la Iglesia Apostólica Romana y el gobierno italiano se resuelve en 1929 con los Tratados de Letran. El Vaticano se transforma así en estado independiente.


La Ciudad del Vaticano, el país independiente más pequeño del mundo, se fundó en 1929, cumpliendo los términos de los Pactos de Letrán, ratificados por el gobierno italiano de Benito Mussolini y el Papado, tras varios años de controversia.
El conflicto surgido entre el reino de Italia y el Papado, conocido como la cuestión romana, surgió en 1870 cuando el reino de Italia, recientemente constituido, anexionó los Estados Pontificios. En 1871, el gobierno italiano garantizó al papa Pío IX, por la Ley de Garantías, que tanto él como sus sucesores podrían disponer del Vaticano y de los palacios de Letrán y que se les indemnizaría con la cantidad de 3.250.000 liras anuales por la pérdida de su soberanía y del territorio.
La Iglesia, que denunció la necesidad de mantenerse independiente de cualquier poder político en el ejercicio de su misión espiritual, se negó a aceptar este propuesta; por este motivo, los papas se consideraron prisioneros del Vaticano.
El gobierno italiano y la Santa Sede iniciaron las negociaciones para resolver la cuestión romana en 1926. El fruto de estas reuniones fue el Tratado de Letrán, de 1929, firmado en nombre del rey Víctor Manuel III por Benito Mussolini, el jefe de Gobierno italiano, y en nombre del papa Pío XI por el cardenal Gaspari, su secretario de Estado.
Este documento incluía una cláusula política en la cual se establecía la creación del estado de la Ciudad del Vaticano y se concedía la completa soberanía de este territorio a la Santa Sede.
El Papa se comprometió a mantenerse neutral en todos los asuntos internacionales y a abstenerse de intervenir en ningún conflicto a menos que así fuera solicitado por las partes implicadas. También se incluía un concordato en el que se declaraba que el catolicismo era la religión oficial de Italia y un apartado económico según el cual la Santa Sede debía recibir una compensación económica por la pérdida de su poder temporal en 1870.
En 1984 se firmó un nuevo tratado con nuevas condiciones, por ejemplo, la retirada de la ayuda financiera a la Iglesia por parte del Estado, y la reafirmación de la aconfesionalidad del Estado, ya contemplada por la Constitución republicana italiana de 1947.
La Ciudad del Vaticano es un estado independiente bajo la autoridad absoluta del Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Es un enclave dentro de Roma, con una extensión de 44 hectáreas.

Los Estados Pontificios

Los Estados Pontificios constituyeron el territorio italiano que estuvo bajo la autoridad directa y temporal del papa desde 1756 hasta 1870. Los papas pasaron a ser los gobernantes de la ciudad de Roma y de las zonas circundantes hacia el siglo VI d.C. Sus posesiones se fueron ampliando mediante diversas donaciones, adquisiciones y conquistas, recibiendo en conjunto la denominación de Patrimonio de San Pedro. Finalmente los Estados Pontificios llegaron a abarcar prácticamente toda la zona central de Italia, alcanzando su mayor extensión en el siglo XVI. La mayor parte de las anexiones se mantuvieron bajo el poder del papado hasta 1797, año en que las tropas francesas de Napoleón Bonaparte se apoderaron de este territorio, creando la República Romana. En 1801 el papa Pío VII recuperó parte de su poder y en 1815 el Congreso de Viena restituyó casi todas sus antiguas posesiones al Papado y mantuvo esta zona bajo la protección de Austria.
Los Estados Pontificios se disolvieron definitivamente en 1870, cuando Víctor Manuel II los anexionó al reino unificado de Italia, incluida Roma. La juridiscción del papado quedó reducida al Vaticano, en el que cada uno de los sucesivos papas permaneció como prisionero voluntario en protesta por la ocupación italiana hasta 1929, cuando quedó reconocida la soberanía independiente y completa de la Santa Sede en la Ciudad del Vaticano en virtud de los Pactos de Letrán.

Gobierno y economía
La ciudad del Vaticano está gobernada por el Papa, que tiene el poder ejecutivo, legislativo y judicial absolutos.
El poder ejecutivo se delega en un gobernador, que es responsable directamente ante el Papa.
El Sagrado Colegio Cardenalicio y varias congregaciones sagradas aconsejan y asisten al Papa en el ejercicio de su poder legislativo.
El poder judicial lo ejercen los tribunales eclesiásticos y las apelaciones a sus decisiones se dirigen al Tribunal de la Rota y al Tribunal Supremo de Signatura apostólica.
La Secretaría de Estado representa a la Santa Sede en las relaciones diplomáticas con las potencias extranjeras. La Guardia suiza se ocupa de la seguridad interna y de la protección del Papa; la plaza San Pedro está sometida a la autoridad de la policía italiana.Castel Gandolfo, el palacio de verano del Papa en las afueras de Roma, al igual que otras edificaciones situadas en la capital italiana pero fuera del Vaticano, está dotado con el derecho de extraterritorialidad.
La Ciudad del Vaticano tiene su propia moneda (la lira vaticana que equivale a la lira italiana) y su propio sistema postal. Cuenta también con una estación de ferrocarril y una estación de radio, y administra sus propios servicios de teléfono y telégrafo. El gasto anual a finales de la década de 1980 fue de 121,9 millones de dólares. Se publican un periódico diario y un periódico mensual oficial, así como libros y panfletos en diversas lenguas. El italiano es la lengua del Estado, aunque para los actos oficiales se utiliza el latín. Población (según estimación para 1989) 755 habitantes.
Edificios
La Ciudad del Vaticano está situada en la colina Vaticana, en el noroeste de Roma, justo al oeste del río Tíber (Tevere). Está rodeada por murallas medievales y renacentistas y por seis puertas.
La mayor parte de los artistas y arquitectos célebres del Renacimiento italiano trabajaron en las edificaciones del Vaticano por encargo de los distintos pontífices. La más importante de estas edificaciones es la basílica de San Pedro. Construida en su mayor parte entre los siglos XV y XVII, y diseñada por artistas como Donato Bramante, Miguel Ángel Buonarroti y Gian Lorenzo Bernini, es el centro mundial del catolicismo.
Frente a la basílica se encuentra la Piazza San Pietro (plaza de San Pedro). Otro edificio importante es el palacio del Vaticano; es un complejo de edificaciones que comprende más de 1.000 habitaciones y contiene los aposentos papales, las oficinas del gobierno de la Iglesia católica, varias capillas y museos y una biblioteca. Las partes más famosas del palacio son la Capilla Sixtina, con sus maravillosos frescos en el techo pintados por Miguel Ángel (restaurada entre 1980 y 1990), y las habitaciones de Rafael, aposentos papales con frescos pintados por el artista italiano Rafael. Los museos del Vaticano son muy importantes; entre ellos destacan el Museo Gregoriano de Arte Egipcio, el Museo Gregoriano de Arte Etrusco, el Museo Pío Clementino, con una fastuosa colección de antigüedades, el Museo Chiaramonti y la Pinacoteca del Vaticano, con obras representativas de los maestros italianos. La Biblioteca del Vaticano contiene una colección inestimable de antiguos manuscritos y más de un millón de volúmenes encuadernados. También dentro de las murallas del Vaticano se encuentran el palacio del Gobierno y los jardines del Vaticano.


Tecnología del sonido: la música se universaliza



Los avances científicos respecto al sonido alcanzan en el siglo XX su primera culminación: la grabación y reproducción. El fonógrafo se populariza y la música se universaliza con la venta masiva de discos de vinilo.



En 1857, Leon Scott había patentado el primer artefacto –el fonoautógrafo- capaz de registrar sonidos, y veinte años después, Thomas Alva Edison creó el fonógrafo, capaz de grabar y reproducir sonido, que pronto fue sustituido por el gramófono (1887, Emile Berliner).
Con el fonógrafo el sonido se empezó grabando en unos cilindros de cartón recubiertos en papel de estaño hasta llegar a ser grabados en un cilindro de cera, lo cual otorgaba mayor fidelidad y durabilidad. Pero con el gramófono, grabando en soporte de discos (al principio de goma endurecida), generó la gran revolución al masificar la costumbre de grabar y escuchar música: se trataba de los famosos discos de vinilo que actualmente son objeto de colección y de uso por parte de los DJ.



viernes, 28 de septiembre de 2012

1926. Nace la televisión



1926. Estados Unidos. La televisión -el sistema de transmisión instantánea de imágenes por medios electrónicos a través de ondas de radio- realiza su primera experiencia.


La televisión (TV), es el sistema de transmisión instantánea de imágenes, tales como fotos o escenas, fijas o en movimiento, por medios electrónicos a través de líneas de transmisión eléctricas o radiación electromagnética (ondas de radio).
Las imágenes de televisión están formadas análogamente por un esquema de elementos tonales que configuran una imagen completa. Sin embargo, a diferencia de los puntos de un grabado o de la transmisión facsímil, que aparecen simultáneamente en la superficie del papel, los diferentes elementos tonales de la imagen de televisión aparecen en la superficie de proyección uno tras otro en una secuencia temporal; forman la imagen porque la persistencia de la visión los combina para formar una imagen completa.

Historia
La historia del desarrollo de la televisión ha sido en esencia la historia de la búsqueda de un dispositivo adecuado para explorar imágenes. El primero fue el llamado disco Nipkow, patentado por el inventor alemán Paul Gottlieb Nipkow en 1884. Era un disco plano y circular que estaba perforado por una serie de pequeños agujeros dispuestos en forma de espiral partiendo desde el centro. Al hacer girar el disco delante del ojo, el agujero más alejado del centro exploraba una franja en la parte más alta de la imagen y así sucesivamente hasta explorar toda la imagen. Sin embargo, debido a su naturaleza mecánica el disco Nipkow no funcionaba eficazmente con tamaños grandes y altas velocidades de giro para conseguir una mejor definición.
Los primeros dispositivos realmente satisfactorios para captar imágenes fueron el iconoscopio, que fue inventado por el físico estadounidense de origen ruso Vladimir Kosma Zworykin en 1923, y el tubo disector de imágenes, inventado por el ingeniero de radio estadounidense Philo Taylor Farnsworth poco tiempo después. En 1926 el ingeniero escocés John Logie Baird inventó un sistema de televisión que incorporaba los rayos infrarrojos para captar imágenes en la oscuridad. Con la llegada de los tubos y los avances en la transmisión radiofónica y los circuitos electrónicos que se produjeron en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, los sistemas de televisión se convirtieron en una realidad.
Exploración de imágenes
La subdivisión de una imagen en una secuencia de elementos individuales que más tarde pueden volver a combinarse con el fin de recrear dicha imagen, se efectúa mediante una técnica denominada captación de imágenes. El objetivo va pasando por toda la imagen de forma análoga a como el ojo del lector recorre una página escrita, palabra a palabra y línea a línea. Esa exploración genera una señal eléctrica proporcional a la luminosidad del punto explorado. En el receptor, un segundo dispositivo recrea la imagen del objeto desplazando un punto de luz, modulado por la señal, en sincronismo perfecto con la captación del transmisor.
Hay diferentes medios de exploración, tanto mecánicos como eléctricos. Sin embargo, casi todos los sistemas modernos de televisión utilizan el movimiento de un haz de electrones que recorre la pantalla de los tubos tomavistas o de los tubos receptores. La ventaja de la exploración mediante haz de electrones radica en que puede desplazarse con mayor rapidez y puede explorar una imagen completa en una fracción de segundo.
Cuanto mayor sea el número de líneas de barrido vertical en una imagen, y cuanto mayor sea el número de elementos registrados en cada línea según se explora de izquierda a derecha, mayor es la definición o capacidad de la imagen para mostrar detalles minúsculos u objetos pequeños. Según se incrementa el número de líneas y elementos se obtienen imágenes de televisión más nítidas.
La señal de televisión
La señal de televisión es una compleja onda electromagnética de variación de tensión o intensidad, compuesta por las siguientes partes: 1) una serie de fluctuaciones correspondientes a las fluctuaciones de la intensidad de luz de los elementos de la imagen a explorar; 2) una serie de impulsos de sincronización que adaptan el receptor a la misma frecuencia de barrido que el transmisor; 3) una serie adicional de los denominados impulsos de borrado, y 4) una señal de frecuencia modulada (FM) que transporta el sonido que acompaña a la imagen. Los tres primeros elementos conforman la señal de video.
Las fluctuaciones de intensidad o tensión correspondientes a las variaciones de la intensidad de la luz, suelen llamarse señal de video. Las frecuencias de dicha señal oscilan entre 30 millones y 4 millones de Hz, dependiendo del contenido de la imagen.
Los impulsos de sincronización son picos pequeños de energía eléctrica generados por los correspondientes osciladores en la estación emisora. Estos impulsos controlan la velocidad del barrido horizontal y vertical tanto de la cámara como del receptor. Los impulsos de sincronismo horizontal se producen a intervalos de 0,01 segundos y su duración es prácticamente la misma.
Los impulsos de borrado anulan el haz de electrones en la cámara y en el receptor durante el tiempo empleado por el haz de electrones en volver desde el final de una línea horizontal hasta el principio de la siguiente, así como desde la parte inferior del esquema vertical hasta la parte superior. La sincronización y estructura de estos impulsos resultan extremadamente complejas.
Cámaras de televisión
La cámara de televisión se asemeja a una cámara fotográfica normal por cuanto va equipada con una o varias lentes y un mecanismo de enfoque de la imagen formada por la lente sobre una superficie sensible. Estas superficies forman parte de tubos electrónicos llamados tubos tomavistas, capaces de transformar las variaciones de la intensidad de la luz en variaciones de la carga o corriente eléctrica. El tubo tomavistas original fue el iconoscopio, utilizado durante mucho tiempo para emitir películas. En el caso de escenas con un nivel de luminosidad bajo, como en las salas o habitaciones normalmente iluminadas, se utiliza el orticón de imagen de alta sensibilidad o vidicón.
Al igual que el tubo tomavistas, el iconoscopio presenta varios inconvenientes. Uno de los mayores es que exige una iluminación enorme del sujeto para producir una señal útil. Si se están utilizando las cámaras de televisión dentro de un estudio bajo condiciones controladas de luz, este inconveniente no es importante, pero el iconoscopio no se puede utilizar para emitir acontecimientos en condiciones adversas de luz.
Orticón de imágenes
A fin de solventar esta dificultad se han inventado diferentes tubos tomavistas. El más sensible de todos es el orticón de imagen. La sensibilidad de este tubo es tal que es capaz de producir una señal en cualquier condición de luz que resulte aceptable para el ojo humano; a efectos de demostración, el orticón ha llegado a producir señales válidas de televisión en escenas iluminadas únicamente por velas. Otra ventaja del orticón es la de utilizar una pantalla relativamente pequeña que se puede incorporar a cualquier cámara de tamaño medio.
Vidicón
Otro de los tipos de tubo tomavistas utilizado en la transmisión moderna de televisión es el vidicón. La imagen se proyecta sobre una placa fotoconductora, por lo general una capa fina de una sustancia como el trisulfato de antimonio, que presenta una conductividad eléctrica variable que aumenta con la exposición a la luz. Este material fotoconductor se aplica sobre un electrodo conductor transparente que actúa como la placa de señal y tiene carga positiva con respecto a la fuente del haz de electrones. Este haz, enfocado y desviado igual que en el caso del orticón de imagen, deposita una cantidad suficiente de electrones sobre la placa para compensar la carga que ha perdido desde el barrido anterior sobre ese mismo punto. Esta carga es mayor en las zonas iluminadas de la placa que en las oscuras. El desplazamiento de la carga en el generador de la señal, que es igual a la carga depositada por el haz, genera la señal de video en la entrada del amplificador acoplado al tubo.
El plumbicón, variante del vidicón, presenta ciertas características, como la ausencia de retraso (que origina la apariencia borrosa de las imágenes en movimiento en la pantalla) y la proporcionalidad entre la señal de salida y del brillo de la imagen, que lo hacen especialmente adecuado para las cámaras de televisión en color.
El vidicón es un tubo sencillo y compacto de alta sensibilidad. Debido a su reducido diámetro de unos 2,5 cm y longitud, unos 15 cm, se utiliza mucho en televisión de circuito cerrado. Este tipo de televisión se utiliza siempre que no es necesaria la emisión a grandes distancias, por ejemplo, cuando el emisor y el receptor se hallan en un mismo edificio o zona. En estas circunstancias, la cámara puede alimentar directamente a las pantallas próximas a través de conexiones por cable, eliminando los potentes sistemas de emisión. La televisión de circuito cerrado se utiliza en la industria, el comercio y la investigación para llegar a lugares inaccesibles o peligrosos.
Receptores de televisión
El elemento más importante del receptor de televisión es el tubo de imágenes o cinescopio, que se encarga de convertir los impulsos eléctricos de la señal de televisión en haces coherentes de electrones que inciden sobre la pantalla final del tubo, produciendo luz así como una imagen continua.
Emisión
Las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC en Inglaterra en 1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en 1930. En ambos casos se utilizaron sistemas mecánicos y los programas no se emitían con un horario regular. Las emisiones con programación se iniciaron en Inglaterra en 1936, y en Estados Unidos el día 30 de abril de 1939, coincidiendo con la inauguración de la Exposición Universal de Nueva York. Las emisiones programadas se interrumpieron durante la Segunda Guerra Mundial, reanudándose cuando terminó.
A medida que la audiencia televisiva se incrementaba por millones, hubo otros sectores de la industria del ocio que sufrieron drásticos recortes de patrocinio. La industria del cine comenzó su declive con el cierre de muchos locales.
Durante los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial se realizaron diferentes experimentos con distintos sistemas de televisión en algunos países de Europa, incluida Francia y Holanda, pero fue la URSS, que comenzó sus emisiones regulares en Moscú en 1948, el primer país del continente en poner en funcionamiento este servicio público.
En 1950 en EEUU, se le pregunta a Groucho Marx su opinión acerca del fenómeno creciente de la TV (en detrimento del número de espectadores en las salas de cine). Éste responde: "Desafortunadamente la televisión refleja el gusto del pueblo norteamericano"

jueves, 27 de septiembre de 2012

Historia del cine: El cine durante la 2ª Guerra Mundial



El cine durante la Segunda Guerra Mundial

Cuando el mundo entra en guerra, el cine de los países productores toma partido en el conflicto bélico; y aunque Estados Unidos no está en guerra, sus películas son un reflejo directo o indirecto de lo que pasaba en Europa.
El cine de Hollywood en esta época se puede dividir básicamente en tres tendencias: una que ya venía de la década de los años '30, que tiene que ver con una serie de films de temática social progresista, relacionadas directamente con el pensamiento de F.D. Roosevelt y el New Deal, con ejemplos como "¡Qué verde era mi valle!" o "El camino del tabaco" de John Ford; películas de evasión o entretenimiento pero que revelan la presencia de valores éticos y en algunos incluso la influencia del psicoanálisis, donde sobresale el británico exiliado Alfred Hitchcock con películas como "La sombra de una duda", "La sospecha", etc.; y por último, una tercera tendencia que comienza a producir películas de guerra, directamente relacionadas con los acontecimientos que se estaban viviendo en Europa.
Entre las películas de guerra -contemporáneas al momento histórico- se encontraban visiones reflexivas como "Los verdugos también mueren" del alemán Fritz Lang (EEUU; 1943); algunas con referencias satíricas como "Ser o no ser" de Ernst Lubistch (1942); y románticas y de suspenso como la tan recordable "Casablanca" de Michael Curtiz, interpretada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en 1942.




Como se ha podido apreciar, los convulsionados tiempos de la Segunda Guerra llevaron a cineastas de un país a otro. Este fue un momento de transición como expresión artística, que entre otros provocará el comienzo del neorrealismo cinematográfico en Italia.
Pero fuera de estas tendencias, uno de los hechos más significativos en la historia del cine fue la revelación del film "El ciudadano" de Orson Welles (1940-41).
Esta película -el estudio de una personalidad, un cuadro cultural e histórico que recorre los Estados Unidos desde la guerra de Cuba hasta la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, un documento sobre la prensa y la denuncia de cómo se usa- no sólo dio a conocer a un autor mayor, sino que marcó decisivamente la evolución posterior del medio desde el punto de vista formal.

Historia del cine: la era del cine sonoro



A fines de la década del '20 y durante los años '30, la historia del cine vive una nueva aventura. La creación del sonido promueve nuevas exploraciones a nivel formal. La industria cinematográfica crecía de la mano - y a contramano muchas veces- de los autores, y el cine, como fenómeno masivo se transforma en el medio de comunicación del siglo.


El nacimiento del cine sonoro
Hacia 1927 el cine mudo había alcanzado una culminación de la cual los films de Einsestein, Pudovkin o Dreyer son prueba evidente.
Fueron razones estrictamente comerciales las que empujaron el cambio; la empresa estadounidense Warner Brothers enfrentaba serias dificultades económicas, y para sortearlas,se jugo a introducir el  sistema sonoro conocido como Vitaphone, consistente en la grabación de las bandas sonoras musicales y los textos hablados en grandes discos que se sincronizaban con la acción de la pantalla. Parcialmente en "Don Juan" (1926) y posteriormente con "El cantor de jazz" (1927), Warner hizo la apuesta al cine sonoro, y contra los vaticinios pesimistas de muchos, logró el éxito.El eslogan de esta última película "aún no has oído nada", señaló el final de la era muda.

"El cantor de jazz" fue éxito de público, y las demás empresas productoras debieron incorporar rápidamente la novedad, lo cual implicaba una reconversión industrial tal que dejaba atrás a las empresas (y países) más débiles.
Hacia 1931 el sistema Vitaphone había sido superado por el Movietone, que grababa el sonido directamente en la película, en un tira lateral. Este proceso, inventado por Lee de Forest, se convirtió en el estándar. El cine sonoro pasó a ser un fenómeno internacional de la noche a la mañana.

Las primeras películas habladas
La transición del cine mudo al sonoro fue tan rápida que muchas películas distribuidas entre 1928 y 1929 que habían comenzado su proceso de producción como mudas, fueron sonorizadas después para adecuarse a una demanda apremiante.
Los dueños de las salas se apresuraron también a convertirlas en salas aptas para el sonoro, mientras se rodaban películas en las que el sonoro se exhibía como novedad, adaptando obras literarias, e introduciendo extraños efectos de sonido a la primera oportunidad.
Gran parte de la producción sonora optó al principio por el camino más sencillo, el de la película "cien por ciento hablada", o la redundancia: que la banda sonora repitiera lo que se veía en la imagen.
Hubo autores sin embargo, que emitieron un manifiesto reivindicando el "contrapunto audiovisual". 
Los soviéticos Einsestein y Pudovkin, el norteamericano King Vidor ("Aleluya"), el alemán Fritz Lang ("M, el vampiro negro"), el inglés Alfred Hitchcock ("Chantaje") y el francés René Clair ("La gran ilusión"), fueron algunos de los cineastas que dejaron constancia en sus films de que el sonido se podía trabajar creativamente.

Desde otro ángulo, guionistas como Ben Hecht, Dudley Nichols y Robert Riskin comenzaron a inventar diálogos especialmente elaborados para la pantalla, a los que se despojaba de todo lo que no fuera esencial para que sirvieran a la acción en vez de estorbarla.
El estilo periodístico rapidísimo que Hetch preparó para "Un gran reportaje" (1931), de Lewis Milestone, contrasta con las ingeniosas réplicas que escribiría para la obra de Lubitsch "Una mujer para dos" (1933). Nichols, por su parte, destacó por sus diálogos claros, sin ambigüedades, en películas como "María Estuardo" (1936) de John Ford. Riskin se hizo famoso por sus personajes familiares en las películas de Frank Capra, entre ellas "Sucedió una noche" (1934), protagonizada por Claudette Colbert y Clark Gable.

Películas de gángsters y musicales

Las películas de gángsters y musicales dominarían la pantalla a comienzos de 1930. El éxito de "Hampa dorada" (1930), de Mervyn Le Roy, hizo una estrella de Edward G. Robinson, provocando una serie de violentas reacciones por todo el país durante la gran depresión y la era de la prohibición. Películas como "El enemigo público número 1" (1934), de W.S. Van Oyke, o "Scarface, el terror del hampa" (1932), de Howard Hawks, dieron dinamismo, vigor y realismo a la pantalla, como los musicales y las comedias estrafalarias que parecían mostrar una actitud inconformista ante la vida.
 

El éxito del musical de la Warner, "La calle 42" (1933), de Lloyd Bacon y Busby Berkeley, inició una tendencia a producir películas de baile, con coreografías magistrales de Busby Berkeley. Éstas darían paso a musicales más intimistas, de baile y canciones, como los de Fred Astaire y Ginger Rogers, como "Sombrero de copa" (1935), de Mark Sandrich, y "Swing time" (1936), de George Stevens.
 Por entonces también, gran parte de la violencia y la carga sexual de las primeras películas de gángsters y de las comedias musicales fue reducida por la influencia de la Legión Católica para la Decencia y la creciente fuerza de las leyes de la censura de 1934.
 

La nueva comedia  y el realismo social norteamericano
El cine de humor norteamericano deja atrás los vértigos del slapstick del período mudo, para incorporar elementos del music hall (Hermanos Marx), formas de elaboración del gag apoyadas en entramado de situaciones (Laurel & Hardy) y elementos de sofisticación e ingenio de diálogo (la comedia brillante). Al mismo período corresponde la tendencia del "realismo social" norteamericano, del que "Callejón sin salida" de William Wyler parece un ejemplo muy representativo.



Las estrellas
Las mayoría de los directores de los años treinta se ocuparon sobre todo de proporcionar en sus películas medios para el lucimiento de las estrellas más famosas como Katharine Hepburn, Bette Davis, Humphrey Bogart, Joan Crawford y Clark Gable, cuyas personalidades se presentaban a la opinión pública como una extensión de los personajes que interpretaban. La moda de llevar al cine novelas de éxito (y en concreto novelones románticos), en realidad siempre presente en la industria de Hollywood, alcanzó su punto máximo en la década de 1930, con las superproducciones de "Historia de dos ciudades" (1935), de Ralph Thomas, "Cumbres borrascosas" (1939), de William Wyler, y uno de los grandes hitos de la historia del cine, "Lo que el viento se llevó" (1939), de Victor Fleming.
Películas fantásticas
La tendencia a evadirse de una realidad no demasiado halagüeña se acentuó en aquellos años. Un ciclo de películas de terror clásico, entre las que se incluyen "Drácula" (1931), de Tod Browning, "El doctor Frankenstein" (1931), de James Whale, y "La momia" (1932), de Karl Freund, salió de los estudios de la Universal, y generó una serie de secuelas e imitaciones a lo largo de toda la década. Una película que cosechó un éxito rotundo de taquilla fue "King Kong" (1933), de Merian C. Cooper. En el género fantástico también destacó "El mago de Oz" (1939), de Victor Fleming, musical infantil basado en el libro de L. Frank Baum, protagonizado por Judy Garland, que se convertiría en la primera artista musical de la década de 1940.
La producción europea
El cine artístico
La producción de películas fantásticas de Hollywood se intentó compensar durante los años treinta con películas más serias y realistas, como la alemana "El ángel azul" (1932), de Josef von Sternberg, que dio a conocer a Marlene Dietrich, o la francesa "La gran ilusión" (1937), de Jean Renoir, considerada una de las grandes películas antibélicas de la historia del cine.

La producción del centro y del este de Europa fue esporádica en el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial, reduciéndose en Alemania a películas de propaganda nazi como el documental "El triunfo de la voluntad" (1935) de Leni Riefenstahl.

En la Unión Soviética el documental se centró en recreaciones de ópera y ballets, y las excelentes películas por su montaje y por sus innovaciones visuales de Serguei Eisenstein, como "Alexander Nevsky" (1938).

En Francia, el cine alcanzó uno de sus mejores momentos con el realismo poético de preguerra.
Entre ellas destacan las películas de Jean Renoir: "Los bajos fondos" (1936) en los que retrata a los sectores menos favorecidos de la sociedad, según novela de Máximo Gorki; "La gran ilusión" (1937) un alegato pacifista. Jean Vigo insufló de una enorme fuerza poética a la imagen con ejemplos como "Cero en conducta" (1933) o "L'Atalante" (1934). Marcel Carné, por su parte, dirige uno de los grandes ejemplos del romanticismo negro francés: "El muelle de las brumas" (1938).

 

El documental inglés
La contribución más peculiar del cine británico en las décadas de 1930 y 1940 fue la escuela documentalista dirigida por John Grierson, que acuñó el término documental, definiéndolo como "el tratamiento creativo de la realidad", para diferenciarlo de los noticiarios y de las películas de viajes. Como resultado del apoyo estatal, se rodaron "Canción de Ceilán" (1934), "Problemas de la vivienda" (1935) o "Correo nocturno" (1936), con las que el género maduró, estableciendo una relación más cercana con el público, mediante la inclusión de entrevistas y recreaciones dramatizadas de hechos, en un estilo precursor de los actuales docudramas televisivos.
Los dibujos animados al cine
Walt Disney (1901-1966), dibujante, productor, y director norteamericano de dibujos animados,  comenzó en 1923 a producir dibujos animados en Hollywood, asociado con su hermano Roy O. Disney.
De 1926 a 1928 hizo una serie de dibujos, "Oswaldo el conejo", para Universal Pictures.
"Willie el vapor" (1928), producida por su propia compañía, supuso la aparición de su primer personaje famoso, el ratón Mickey, y también el inicio del cine sonoro en los dibujos animados. En 1932 introdujo el color en "Árboles y flores", en 1934 creó al pato Donald y en 1937 realizó el primer largometraje de dibujos animados de la historia, "Blancanieves y los siete enanitos", al que siguieron "Pinocho" (1940), "Fantasía" (1941) y "Bambi" (1942).

martes, 25 de septiembre de 2012

Gandhi: hacia la independencia india


Con el fin de la Primera Guerra Mundial, el movimiento nacionalista indio intensificó su actividad. La India clamaba por su independencia del gobierno británico. Uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo XX irrumpe: Mahatma Gandhi.
 Introducción histórica
La India representa, junto con las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, una de las más esplendorosas cunas de la civilización.
Tres mil años a.C., los pobladores drávidas del valle del Indo construyeron alrededor de un centenar de ciudades, crearon una escritura (aún hoy no descifrada), y desarrollaron una próspera economía basada en la agricultura irrigada, que mantuvo un activo comercio en la región. Tras ellos llegaron oleadas de pueblos indoeuropeos y surgió la civilización védica.
Los himnos védicos compuestos durante éste y posteriores períodos representaron la emergencia y cristalización de las características clave del sistema sociorreligioso conocido como hinduismo.
Casi todo lo que se conoce con seguridad de la situación política es que en el curso del I milenio a.C., en la región limitada por el Himalaya, los tramos del sur del Ganges, la cordillera Vindhya y el valle del Indo se establecieron 16 estados autónomos. De estos estados, formados tanto por repúblicas como por reinos, el más importante fue Kosala, reino situado en la región que en la actualidad ocupa Oudh. Otros reinos importantes fueron Avanti, Vamsas y Magadha. Este último reino ocupaba el territorio de la moderna Bihar; a mediados del siglo VI a.C. se convirtió en el reino dominante en la India. Durante el reinado de su primer gran rey Bimbisara (543 hasta 491 a.C.), Buda y Vardhamana Jnatiputra, fundadores del budismo y jainismo respectivamente, predicaron y enseñaron en Magadha.
La historia de la India, marcada por una serie de dinastías e invasiones (griegos, escitas, árabes, afganos, mogoles), se caracterizó por un alto desarrollo económico, artístico y científico, y por un papel importante de la religión, provocándose conflictos entre el budismo y el brahamanismo.
Por otra parte, la India -estratégicamente ubicada- fue desde tempranas épocas punto de interés para los imperios coloniales.
Los portugueses, en el siglo XVI, al establecer relaciones de amistad con el reino dominante del Decán, se aseguraron el monopolio del comercio marítimo indio y lo mantuvieron durante un siglo. A comienzos del siglo XVII se rompió el monopolio portugués por parte de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales; y dos años antes, la reina Isabel I de Inglaterra había otorgado un fuero a una organización mercantil similar, la primera Compañía Inglesa de las Indias Orientales, fundando en 1612 su primera factoría en Surat, en el golfo de Khambhat.
Una serie de batallas navales y conflictos armados entre los imperios coloniales -a las que se sumó Francia- se sucedieron  en pro del dominio territorial y comercial.
Los éxitos de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales hizo que el Parlamento inglés la convirtiera en una agencia semioficial del gobierno británico, y más tarde -debido a la sublevación de los cipayos- es la propia corona británica la que asume la dirección sobre la India.
El gobierno británico, con un poderío mlitar superior, y sirviéndose de sobornos y de la manipulación política de los dirigentes indios, gracias a la desunión entre los diferentes reinos y principados, prepararon el camino para la dominación de todo el subcontinente y las regiones contiguas.
A intervalos esporádicos, estados indios individuales y grupos de estados resistieron con fiereza, pero fue en vano y no pudieron evitar la explotación y ataques territoriales por parte de la Compañía.
No obstante, la India se benefició de diversas mejoras y reformas introducidas por la administración inglesa. Se construyeron ferrocarriles, puentes, carreteras y sistemas de irrigación; se establecieron servicios de telégrafo y postales y se impusieron restricciones al sati (la inmolación de las esposas en las piras funerarias de sus esposos), el comercio de esclavos y otras costumbres antiguas. Estas innovaciones y reformas, sin embargo, levantaron poco entusiasmo entre los indios, muchos de los cuales asistían a la modernización de su país con miedo y desconfianza.
Rebelión de los cipayo. Nacionalismo indio.
Mientras aumentaba el malestar en la India, se extendió un movimiento conspiratorio a gran escala entre los cipayos, las tropas indias empleadas por la Compañía Británica de las Indias Orientales. El levantamiento general, conocido como la rebelión de los cipayos, comenzó en Meerut, ciudad próxima a Delhi, el 10 de mayo de 1857.
Estalló por una reacción espontánea de tropas hindúes y musulmanas ofendidas respectivamente por el uso de grasa de vaca y de cerdo en un nuevo tipo de cartucho, y se convirtió en una expresión más general de la oposición al gobierno británico bajo la bandera de Bahadur Shah II, emperador titular del moribundo Imperio mogol.
Los amotinados ocuparon Delhi y otros centros estratégicos, masacraron a cientos de europeos y el 30 de junio sitiaron la residencia británica en Lucknow. En noviembre la ciudad fue liberada y los refuerzos de tropas británicas y cipayos leales se apresuraron a marchar a las áreas desafectadas. Las luchas continuaron en 1859, pero para junio de 1858 los principales puntos fuertes rebeldes habían caído.
Siguió un período de represalias por parte de las tropas británicas, sobre todo en Delhi, donde murieron miles de personas, muchas sin juicio. En ese mismo año las autoridades judiciales de la Compañía de las Indias Orientales declararon culpable de cargos de rebelión a Bahadur Shah II y le sentenciaron a cadena perpetua, cerrando de esta forma el último capítulo de la historia mogol. Una de las consecuencias que trajo el motín indio fue la aprobación por parte del Parlamento británico, del Acta para el Mejor Gobierno de la India en 1858, que transfería la administración de la India de la Compañía de las Indias Orientales a la Corona británica.
Muchos de los abusos que prevalecían en la India durante el gobierno de la Compañía de las Indias Orientales fueron erradicados o modificados después de que el gobierno británico asumiera el control de los asuntos indios. Se instituyeron importantes reformas fiscales, gubernamentales, judiciales, educativas y sociales y el sistema de obras públicas se extendió de forma notable.
El gobierno británico había heredado un gran número de problemas difíciles, entre otros la condición de pobreza en que se encontraba la mayoría de la población india, el resentimiento popular sobre la condición colonial del país y un creciente espíritu de nacionalismo. Los frecuentes periodos de hambre que comenzaron con la hambruna de 1866 en Orissa, que se cobró las vidas de 1,5 millones de personas, contribuyeron en gran manera a la situación de inestabilidad política. En 1876 el gobierno británico, entonces encabezado por Benjamin Disraeli, proclamó a la reina Victoria como emperatriz de la India.
Movimientos nacionalistas
En los últimos años del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX, se extendió por la India la agitación social y política. La elite intelectual india, parte de la cual había estudiado y viajado a Occidente, combinó con éxito algunos aspectos de ideas y culturas occidentales y orientales. Bajo el estímulo de unas campañas de propaganda vigorosas en la prensa local, concentraciones masivas y organizaciones políticas secretas, el nacionalismo indio comenzó a amenazar seriamente la posición británica en el país.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, numerosos indios, tanto hindúes como musulmanes, se sumaron a la causa británica. Más de 1,2 millones participaron en el esfuerzo de guerra británico, sirviendo con valentía y lealtad en todos los escenarios del conflicto. El movimiento nacionalista, por lo general inactivo durante los dos primeros años de la guerra, reanudó la campaña por las reformas políticas fundamentales en el otoño de 1916. La campaña se inició con una declaración conjunta de demandas mínimas por parte del Congreso Nacional Indio y la Liga Musulmana, que habían sido forzados a abandonar su política a favor de los británicos después que Turquía, país musulmán, entrase en la guerra del lado de los poderes centrales. Siguió una declaración política por parte del gobierno británico en agosto de 1917 que prometía un incremento de la asociación de indios en todas las ramas de la administración y el desarrollo gradual en la India de instituciones de autogobierno.
Movimiento de protesta de Gandhi
Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento nacionalista indio intensificó su actividad.
En este periodo de tumultos, surgió una figura que marcará decisivamente la historia política de la India, y se convertirá en uno de los más respetados líderes espirituales y políticos del siglo XX.: Mohandas K. Gandhi.
Gandhi, miembro de la casta Vaisya (mercaderes), estudió leyes en Londres y regresó a la India en 1891 para ejercer su profesión como abogado con escaso éxito. Dos años más tarde, una firma india con intereses en Sudáfrica le envió como asesor legal a sus oficinas de Durban.
En esa época, Sudáfrica era controlada por los británicos. Al llegar a esta ciudad Gandhi se encontró con que era tratado como miembro de una raza inferior. Horrorizado por la negación generalizada de las libertades civiles y de los derechos políticos de los inmigrantes indios en Sudáfrica, se involucró en la lucha por la defensa de los derechos fundamentales de sus compatriotas,permaneciéndo allí durante 21 años. Allí desarrolló un método de acción social directa basado en los principios del coraje, la no-violencia y la verdad llamado Satyagraha (en sánscrito, "abrazo de la verdad"). Creía que el modo en que la gente se comporta vale más que lo que consiguen. Satyagraha promovía la no-violencia y la desobediencia civil como los métodos más apropiados para alcanzar objetivos políticos y sociales.
En 1915 Gandhi retornó a la India. En 15 años se convirtió el líder del movimiento nacionalista indio. Utilizando los postulados de la Satyagraha dirigió la campaña por la independencia india de Gran Bretaña.
Cuando el Parlamento aprobó en 1919 las leyes Rowlatt, que daban a las autoridades coloniales británicas poderes de emergencia para hacer frente a las denominadas actividades subversivas, el movimiento satyagraha se extendió por toda la India, ganando millones de adeptos.
El movimiento de protesta alcanzó proporciones de insurrección el 13 de abril de 1919, proclamado por Gandhi como un día de luto nacional. En Amritsar, en el Punjab, una muchedumbre desarmada de hombres, mujeres y niños, fue masacrada por las tropas británicas al mando del General Dyer, mientras efectuaban una protesta pacífica en una plaza cerrada.
Como consecuencia de la matanza de Amritsar, el movimiento en contra de los británicos en la India alcanzó nuevos niveles de intensidad.
Gandhi proclamó una campaña organizada de no cooperación. Los indios que ocupaban cargos públicos dimitieron, los organismos gubernamentales y los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India, las calles de las ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi fue arrestado pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle pronto en libertad.
La independencia económica de la India fue el punto culminante del movimiento swaraj ('autogobierno', en sánscrito) de Gandhi, que implicaba un boicoteo completo a los productos británicos. Los aspectos económicos del movimiento eran significativos, puesto que la explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había originado una extrema pobreza y la virtual destrucción de la industria de la India. Gandhi propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las industrias artesanales. Comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la sencilla vida campesina que predicaba y del renacimiento de las industrias autóctonas, tales como el hilado manual.

La influencia política y espiritual del Mahatma (en sánscrito ‘gran alma’) era tan grande en la India que las autoridades británicas no se arriesgaron a atacarle.

En 1921 el Congreso Nacional Indio (o Partido del Congreso), grupo que encabezó el movimiento independentista, otorgó a Gandhi autoridad ejecutiva plena, incluido el derecho a designar su propio sucesor. La población india, no obstante, no entendió plenamente la doctrina de la no violencia. Estallaron una serie de revueltas armadas contra Gran Bretaña, y culminaron con tal violencia que Gandhi confesó el fracaso de su campaña de desobediencia civil, a la que puso fin. El gobierno británico le detuvo de nuevo y le encarceló en 1922.

Entre 1922, el año de la primera encarcelación de Gandhi por sedición, y 1942, cuando fue puesto bajo custodia por última vez, la lucha por la independencia india estuvo marcada por serios contratiempos, entre los que se incluye la renovada disensión entre musulmanes e hindúes.
Tras su puesta en libertad en 1924, Gandhi se retiró de la vida política activa y se dedicó a propagar la unidad comunal. Sin embargo, pronto se vio envuelto de nuevo en la lucha por la independencia.

En 1930 Gandhi proclamó una nueva campaña de desobediencia civil, convocando a la población a negar el pago de impuestos, en particular el que gravaba la sal, sobre la que el gobierno británico ejercía un severo monopolio. Se llevó a cabo una marcha hasta el mar, en la que miles de indios siguieron a Gandhi desde Ahmadabad hasta el mar de Omán, donde obtuvieron sal evaporando agua del mar. Una vez más, Gandhi fue arrestado y puesto en libertad en 1931.

El gobierno británico fijó una tregua con Gandhi, liberado en enero junto con otros presos políticos, incluido Jawaharlal Nehru, su socio más cercano, y el secretario del Congreso Nacional Indio. Mientras tanto la Liga Musulmana, que manifestaba temor de una dominación hindú, había avanzado sus demandas de privilegios especiales en el propuesto gobierno del dominio. En el curso de la controversia que siguió, los encarnizados tumultos entre hindúes y musulmanes hicieron estragos en muchas comunidades indias. La crisis económica mundial, que había comenzado en 1929, añadió miseria y sufrimiento a estos altercados, y desorganizó por completo la economía de la India durante principios de la década de 1930.

En 1932 Gandhi inició una nueva campaña de desobediencia civil contra las autoridades británicas. Arrestado dos veces, el Mahatma ayunó durante largos periodos en diversas ocasiones.
En setiembre de 1932, mientras estaba en la cárcel, llevó a cabo un "ayuno hasta la muerte" para mejorar la situación de la casta de los intocables. Los británicos, al permitir que los intocables fueran excluidos del electorado indio, estaban, según Gandhi, cometiendo una injusticia. Aunque él mismo era miembro de la casta Vaisya (mercaderes), Gandhi se consideraba el gran líder del movimiento indio que tenía como finalidad la erradicación de la injusticia social y económica del sistema de castas.

En 1934 abandonó formalmente la política y fue sustituido como dirigente máximo del Partido del Congreso por Jawaharlal Nehru. Gandhi viajó por toda la India predicando la no violencia y la desobediencia civil, y demandando la abolición de la casta de los intocables. La estima en que se le tenía era la medida de su poder político. Tan grande era su autoridad moral y espiritual que el limitado autogobierno concedido por Gran Bretaña a la India a través de la promulgación de la Government of India Act (1935) no pudo ser puesto en práctica hasta que Gandhi lo aprobó.

En 1935, tras una serie de conferencias en Londres entre dirigentes británicos e indios, el Parlamento británico aprobó la Government of India Act. Esta ley preveía el establecimiento de cuerpos legislativos autónomos en las provincias de la India británica, la creación de un gobierno central representativo de las provincias y estados principescos y la protección de las minorías musulmanas. Además, la ley preveía una legislatura nacional bicameral y un brazo ejecutivo bajo el control del gobierno británico. En gran manera influido por Gandhi, el pueblo indio aprobó las medidas, que pasaron a ser efectivas el 1 de abril de 1937. Muchos miembros del Congreso Nacional Indio, sin embargo, siguieron insistiendo en la independencia completa para la India.
En el ámbito provincial hubo pocas dificultades en la aplicación de la Ley de Gobierno de la India. No obstante, el plan para la federación demostró ser inviable por varias razones, incluidos una sospecha mutua y antagonismo entre los príncipes indios y los radicales del Congreso Nacional Indio y las demandas musulmanas de que los hindúes tendrían una influencia excesiva en la legislatura nacional. Como alternativa, la Liga Musulmana, entonces encabezada por Mohammed Ali Jinnah, abogaba por la creación de un estado musulmán independiente (Pakistán). Esta propuesta encontró una violenta oposición hindú. Para complicar aún más la situación política de la India, a comienzos de 1939 se eligió presidente del Congreso Nacional Indio a un nacionalista extremo, Subhas Chandra Bose. No obstante, en unos pocos meses el Congreso rechazó sus políticas y él dimitió.
Gandhi regresó a la vida política por el tema de la federación de los principados indios con el resto de la India. Su primer acto fue una huelga de hambre con objeto de forzar al dirigente del estado de Rajkot a modificar su régimen autocrático. La conmoción pública que originó este ayuno fue tan grande que tuvo que intervenir el gobierno colonial británico; se concedieron las demandas. El Mahatma se convirtió de nuevo en la más importante figura política de la India.

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el virrey de la India, Victor Alexander John Hope, Marqués de Linlithgow, declaró la guerra a Alemania en nombre de la India. Este paso, dado de acuerdo con la Constitución de 1937 pero sin consultar a los jefes indios, alejó a Gandhi y a importantes sectores del Congreso Nacional Indio. Los nacionalistas indios reanudaron sus manifestaciones de desobediencia civil e intensificaron la campaña por un autogobierno inmediato, designándolo como su precio por la cooperación en la guerra.
El proceso de descolonización que se iniciará con el final de la guerra en los países asiáticos y africanos, otorgará finalmente la independencia al subcontinente indio, que a partir de ese momento quedará dividido en dos países: la Unión India (con mayoría de población hindú) y Pakistán (población musulmana).

ANEXO:


EL SISTEMA DE CASTAS
El término se aplica a cada una de las cinco clases sociales hereditarias establecidas entre los habitantes de la India. Constituye el rígido sistema social que perpetúa una jerarquía de generación en generación, no permitiendo la movilidad entre los estratos sociales. La palabra ‘casta’, utilizada por primera vez por los comerciantes portugueses en el siglo XVI, procede de la palabra portuguesa casta, que significa tendencia, cuna o raza.
El sistema tradicional de castas en la India se desarrolló hace más de 3.000 años, cuando grupos nómadas arios llegaron del norte hacia el 1500 a.C.; se instituyó para diferenciar a los aborígenes de los recién llegados.
Entre los años 200 a.C. y 100 d.C. los sacerdotes arios escribieron el Código de Manu y crearon el sistema de castas con sus cuatro grandes divisiones hereditarias -actualmente vigente- en el que ellos estaban a la cabeza del sistema como dioses terrenales (brahmanes). Después situaron a los guerreros (kshatriyas), a continuación a los agricultores y mercaderes (vaisyas) y por último a los trabajadores (sudras), nacidos supuestamente para ser los siervos de las otras tres castas, especialmente de los brahmanes.
Muy por debajo de los sudras (fuera del orden social y destinados a las tareas más bajas) estaban los sin casta -harijans o intocables-, representados por los dravidianos que eran los habitantes originales de la India, y a los que se iban añadiendo los parias o personas expulsadas de su clase social por haber cometido algún pecado de orden religioso o social. Este sistema de castas creado por la clase sacerdotal pasó a formar parte de la ley religiosa hindú, ya que pretendía ser una revelación divina.
Entre las características del sistema de castas indio se encontraban la pertenencia estricta y hereditaria a la casta de nacimiento, la posibilidad de contraer matrimonio sólo con personas de la misma casta, la limitación en la elección del trabajo y en el contacto personal con miembros de otras castas y la aceptación por parte de cada individuo del lugar que tenía asignado en la sociedad.
El sistema de castas se ha perpetuado gracias a los conceptos de reencarnación (samsamara) y de calidad de acción (dharma). Según estas creencias religiosas, todas las personas se reencarnan varias veces y tienen la posibilidad de nacer en una casta más alta siempre que en su anterior vida hayan obedecido las reglas de la casta a la que pertenecían. De esta forma el concepto de "dharma" ha supuesto siempre un freno para intentar en vida ascender a una casta superior o transgredir el sistema de castas en cualquier relación social. "Dharma" puede ser también entendido como ‘camino’ u ‘obligación’, indicando la senda por la que discurre la vida de los seres pertenecientes a una casta en relación con los de otra.
Las cuatro castas originales han ido sufriendo subdivisiones a lo largo de los siglos y actualmente resulta imposible determinar su número exacto. Se estima que en la India existen de 2.000 a 3.000 castas establecidas por la ley brahmánica y cada región tiene sus grupos propios fijados por ley consuetudinaria.
Actualidad
En la actualidad ya no existe la obligación del hijo de seguir la profesión del padre, los hombres de las castas inferiores han alcanzado altas posiciones de rango y poder, y la excomunión o pérdida de casta no es tan grave como lo era antiguamente. Además el sistema de castas se ha visto sacudido periódicamente por grandes cismas eclesiásticos internos y en especial por el auge del budismo como reacción y protesta contra la intolerable rigidez de este sistema.
Las reformas de tipo educativo, impulsadas por su principal líder Mahatma Gandhi, han colaborado para erradicar los aspectos más injustos de este sistema. El borrador de la Constitución de la India, publicado unos días después de su asesinato en enero de 1948, incluía una cláusula especial bajo el epígrafe "derechos humanos" que rezaba: "Queda abolida la intocabilidad y prohibida su práctica bajo cualquier forma."

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